Con frío, mucho, pero con mañanas soleadas, San Sebastián de los Reyes aprovechó un enero más la festividad de su Patrón para celebrar dos Capeas Solidarias. Los dos primeros espectáculos taurinos del 2023 en la Comunidad de Madrid fueron un éxito con dos tercios de entrada cubiertos en los tendidos del coso de La Tercera y muchísimos participantes en el ruedo: recortadores, corredores de encierros, aficionados, ‘capas’ en busca de dos pitones propicios para una tanda de muletazos o un ramillete de verónicas con los que insuflar el fuelle de su afición… Todas las Tauromaquias estuvieron presentes este fin de semana en Sanse. Y el toro, por supuesto, como gran protagonista.
Así, la empresa Matilla, junto con el Ayuntamiento sansero y la Federación de Peñas apostaron este año por el prestigio de los famosos ‘patasblancas‘ de Monteviejo, propiedad de Victorino Martín, con dos espectaculares astados -uno para el sábado y otro para el domingo- y otros dos de Hermanos Tornay, que se erigieron en protagonistas en el tramo final de su suelta, pues resultó tremendamente complejo introducir a ambos de vuelta en los corrales. Asimismo, cada día, además de uno de los toros de cada divisa, se soltaron también sendas vacas procedentes de los cercados de Diego Valladar.
Las Capeas Solidarias arrancaron el sábado con un merecido recuerdo al recortador Esteban Ferre, así se hizo un pasillo en el ruedo de La Tercera para que la familia -padres, hermana y sobrina- del homenajeado accediera hasta los medios, donde se honró su figura con un galardón y una cálida ovación de los aficionados en honor a su trayectoria profesional, truncada hace 13 años cuando un percance en Daganzo hizo que quedara tetrapléjico y comenzara una lucha ejemplar por mantener viva su afición.
Tras la misma, se soltó a un serio y fuerte colorado de Hermanos Tornay, que tuvo movilidad y propició buenos recortes y saltos tanto de los muchos valores de Sanse, municipio muy vinculado con los festejos populares más allá de sus tradicionales encierros, como también de varios recortadores llegados de diversos puntos de la geografía española como Guadalajara, Navarra o toda la zona del Levante.
Devolverle a chiqueros fue una labor extremadamente farragosa, pues el animal no hacía caso a nada. Ni a los cites de los presentes, ni a los engaños de los capas, ni a los mansos, ni a las varas -incluida una eléctrica-. Por ellos, pasados casi tres cuartos de hora, se optó por introducir al astado en el patio de cuadrillas y, desde ahí, por la portezuela que comunica con toriles, introducirlo en los corrales para no demorar más el resto de sueltas. Tanto la posterior vaca de Valladar como el primero de los ‘Vega-Villar’ de Monteviejo se pararon pronto y atrincherados en las tablas ofrecieron menos opciones de lucimiento.
En la jornada del domingo, se optó por invertir el orden de lidia y saltó al ruedo en primer lugar un precioso ejemplar de Monteviejo. Bajo, lleno, bien hecho, serio, de espectacular pelaje berrendo… Una pintura. Salió con muchos pies y, a su movilidad, le sumó entrega en los engaños de los numerosos ‘capas’ que acudieron a La Tercera. Entre ellos, nombres ilustres como los matadores de toros locales Sebastián Pereira y Eduardo Flores o el novillero con picadores Javier de Prado.
Ellos y más de un aficionado práctico con valor disfrutaron de buenas embestidas que, posteriormente, también trataron de aprovechar con un burel negro de Hermanos Tornay, hondo y más bastito de hechuras, que se paró pronto, pero resultó manejable… Para todo, menos para introducirlo en los toriles, pues no hubo manera, llegando al punto de tener que desalojar el callejón para meterlo por dentro con extrema pericia. Entre ambos astados, se soltó una encastada vaca de Valladar, de excelente juego, que no paró quieta desde que salió al albero.
Dos Capeas Solidarias -la entrada era gratuita y tan sólo se pedía a los aficionados colaborar con un kilo de alimentos no perecederos- que volvieron a reivindicar la magnífica salud de que goza la afición taurina de San Sebastián de los Reyes. No en vano, a ambos festejos, hay que sumar la tradicional trashumancia de cabestros para los más pequeños por el tramo final del recorrido del encierro -calle Real y Estafeta hasta la puerta de acceso a la plaza de toros-, así como toros de fuego, encierros infantiles, clases prácticas de recortadores, coloquios, tertulias, exposiciones… Un sinfín de actividades con dos mismos denominadores comunes: San Sebastián Mártir y el toro.
Repasa lo más destacado de todo lo ocurrido en las dos Capeas que abrieron la temporada en la Comunidad de Madrid, con esta completa galería fotográfica: