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Toreros ilustres que recibieron la alternativa en la plaza de toros de Valencia

En plena Feria de Fallas, la primera gran feria del año taurino, es buen momento para recordar la importancia de la Plaza de Toros de Valencia en el devenir histórico de nuestra fiesta. Inaugurada en 1859, por su ruedo han pasado los toreros más destacados de cada época, y muchos de ellos han alcanzado la gloria (y los sinsabores) de torear aquí, ante una de las aficiones más señeras de España. Un grupo de elegidos, que han sido luego primeros espadas del escalafón, han tenido la suerte de tomar la alternativa en esta Plaza y, en este artículo, vamos a conocer a los más destacados.

MIGUEL BÁEZ “LITRI” Y JULIO APARICIO

Tenemos que empezar este artículo con la que ha sido la alternativa con mayor ambiente que se ha vivido en esta plaza y, además, fue una doble alternativa. El 12 de octubre de 1950, se anunció el cartel más esperado de toda su historia: Litri y Julio Aparicio recibirían de manos de Joaquín Rodríguez, “Cagancho”, la soñada alternativa tras unas temporadas triunfales de novillero con esta plaza como referencia.

En la corrida, en la que se lidiaron seis toros de Urquijo a beneficio de la Asociación de la Prensa Valenciana, se congregó aficionados de toda España, consiguiéndose rápidamente el apreciado “no hay billetes”. Fue éste el único festejo mayor que se celebró en el coso. Dos revisteros de época, Ricardo García “K-hito” y Gregorio Corrochano, fueron los encargados de sortear la antigüedad de los nuevos torerillos, correspondiéndole a Aparicio ser el primero en tomarla.

Litri recibe la alternativa de manos del torero gitano y al toro que le correspondió en suerte, “Pendolito”, le realiza una faena de valor, con sus clásicas manoletinas mirando al tendido, y al entrar a matar, sale prendido de los pitones del toro después de dejarle una buena estocada. En ese momento, los tendidos son una algarabía desenfrenada y tras conceder la presidencia los máximos trofeos, Litri pasea hasta por dos veces, entre aclamaciones, las dos orejas y el rabo concedidos…

Tras finalizar el festejo, el acontecimiento fue titulado por la prensa de histórico, pues al quinto de la tarde, Aparicio le realizó una de sus clásicas faenas y fue premiado con las dos orejas y el rabo de su oponente. Por su parte, Litri, consiguió dos orejas más ante el que cerraba plaza.  Los tres diestros abandonaros el ruedo a hombros entre la aclamación popular y cerraron para siempre la que sería la mejor época en toda la historia de la novillería.

CURRO ROMERO

En la Feria de Fallas de 1959, El Faraón de Camas, el torero en vida más genial de todos los tiempos, Curro Romero, se doctoró en la Plaza de Toros de Valencia. Ocurrió la tarde del 18 de marzo, con un precioso terno de color caña, Curro Romero era investido doctor en tauromaquia con el toro Vito en una plaza en la que ya sabía lo que era triunfar (el año anterior como novillero obtuvo un triunfo clamoroso. Como padrino, el toledano Gregorio Sánchez y de testigo el ecijano Jaime Ostos.

En una entrevista para ABC, el propio Curro Romero declaró «En mi alternativa no pasó nada, fue una corrida más» ya que la corrida no embistió y no permitió ningún lucimiento. Fue extraño que no la tomara en Sevilla, la Plaza que lo encumbró a la gloria, pero él mismo dijo que quería presentarse como matador de toros con algunos festejos ya en su bolsillo, a lo que sumó un Domingo de Resurrección en Málaga y presentarse con dos corridas en su Feria de Abril.

PACO CAMINO

El Niño Sabio, uno de los dominadores más excelsos de la historia, Paco Camino, tomó la alternativa con dieciocho años también en Valencia, concretamente el 17 de marzo de 1960 de manos de su padrino Jaime Ostos y su testigo Juan García Mondeño. El toro de la ceremonia se llamaba Mandarín de Urquijo de Federico y gracias a realizar una faena valiente y técnica, consiguió cortarle un apéndice. También, en su segundo toro, cortó una oreja, por lo que redondeó su triunfo.

No fue casual la elección de la plaza de Valencia para que Paco Camino tomara la alternativa ya que el torero de Camas tenía un ambiente excepcional en la ciudad del Turia tras haber toreado sólo tres novilladas (una en 1959 y dos en la feria de Fallas de 1960) pero en las que, en todas, salió a hombros e incluso en dos de ellas (las de 1960) cortó los máximos trofeos. Los Chopera, sus apoderados, ya tenían decidido que Camino tomara la alternativa en Valencia después de Fallas, en la corrida de la Prensa del 17 de abril de ese mismo año, de manera que sus grandes éxitos falleros solo hicieron confirmar las expectativas y dieron aún más fuerza a un torero que llegaba al doctorado situado en lo más alto de la novillería.

ENRIQUE PONCE

El último protagonista de este recorrido por las alternativas más señeras concedidas en Valencia (faltan muchos, me he centrado únicamente en las de mayor expectación) es el doctorado del torero valenciano que ha alcanzado mayores cotas de popularidad y triunfo: Enrique Ponce.

El doctorado tuvo lugar el viernes 16 de marzo de 1990, actuando como padrino el torero con el que después mantuvo una competencia por todos los ruedos de España, Joselito y, como testigo, Miguel Báez Litri. El toro de la cesión fue un astado lidiado como sobrero, del hierro de Diego Puerta, de nombre Talentoso, marcado con el número 21 de 505 kilos y le cortó la que sería su primera oreja como matador de toros.

Tras la corrida, el propio Enrique comentaba que los toros no le habían ayudado, pero como toreaba al día siguiente, ya se le había olvidado. Aun así, el pueblo de Valencia le reconoció el esfuerzo y abandonó la Plaza con una enorme ovación.

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