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La verdad de Téllez y la épica de Adame

El toledano firma una memorable faena llena de pureza y de estética mientras que el hidrocálido da la cara en un toro muy exigente que le prendió violentamente. Ambos dieron una vuelta al ruedo

Araúz de Robles, emblemático hierro del campo jienense, volvía a Madrid con el recuerdo triste de la pérdida de Javier Araúz hace unos meses. Sus descendientes han heredado la afición para seguir la ilusión del padre por buscar en su genética la bravura enclasada y por coger la muleta en los tentaderos de la casa. La divisa negra homenajeó al patriarca.

La tarde de Joselito Adame fue de una seriedad irreprochable. Primero hizo frente a un amplio toro de Chamaco que se jugó como segundo sobrero tras parar a los inválidos que inauguraron la tarde. Le dio distancia al toro en la muleta para cuajar tres tandas a derechas de gran reunión y ligazón. Cuando el toro se vino abajo sacó una brusquedad que ya había apuntado por el pitón izquierdo, completamente distinto de comportamiento por ahí. Una última tanda, erguido, sentido, dejó buena sensación antes de un inteligente final a dos manos.

El mexicano salió a comerse el mundo con el paletón cuarto, pechugón, montado. Se movió sin fijeza alguna en los primeros tercios. Fernando Sánchez lo asó literalmente en los medios, andándole. En las telas no se empleó nada, como había hecho en el caballo de Juan Manuel Bernal al que derribó pero que volvió a la cabalgadura rápidamente. Adame se fue a iniciar la faena al tendido 9. Citó para dar estatuarios pero en el primer encuentro, a la velocidad que venía el toro, resultó arrollado por las piernas. Cayó con la cabeza, bajo el estribo. Fueron momentos angustiosos. Del percance el serio toro salió huyendo, como desentendiéndose del desaguisado. El mexicano recuperó el aliento y se fue a los medios donde citó con la mano derecha de largo. El toro se venía con emoción pero sin la entrega para armar faena ‘moderna’. Con mucho pundonor buscó la colocación, dio la cara y expuso una barbaridad en cada uno de los muletazos, especialmente en los del pitón izquierdo por dónde se vencía especialmente. Faena a cara de perro que algunos tuvieron la desfachatez de afearle con protestas a destiempo. Se jugó las femorales en cada embroque. Mereció una oreja pero la espada no acompañó la decisión de una tarde de impactante arrojo mexicano.

El tercero fue el más recogido de pitones, acodado y estrecho de sienes. Algo avacado. Se desplazó con humillación en los primeros lances. Ángel Téllez lo aprovechó en tres lances estupendos. Aprovechó esa humillada condición -un metro antes del embroque- en un magnífico quite por gaoneras de Adame. Replicó Téllez con buen ritmo. Brindó la faena a Miguel Martín. El toro se descubrió como el toro de la tarde, pese a su falta de fuerza. Una clase superlativa, algo tardo, que embestía como mexicano. Téllez buscó la pureza del pitón contrario, cargando la suerte, ciñiéndose la embestida con autenticidad. Ni un pero. A pies juntos, enfrontilado, firmó otra tandas extraordinaria por su verdad, por su temple. Al natural dibujó magníficos muletazos. Faena medida que no estuvo rematada con la categoría que debería. La vuelta al ruedo fue incontestable, por encima de los trofeos un gran toreo.

Cerró su lote y la tarde un toro que compensaba el lote. Este, feo, sin cuello, que abría mucho la cara. Muy abanto en los primeros tercios, difícil para la brega por su distraída condición. No se empleó nada. Téllez estuvo dispuesto, volvió a buscar el pitón contrario para hacerlo embestir pero se desfonda hasta tal punto que no le permitió lucimiento alguno al toledano.

Pepe Moral pechó con el peor lote de Araúz de Robles. El primero resultó rajado desde prácticamente el inicio de la faena, andaba de lado, se quería quitar todo lo que se le ponía por delante. Cuando el sevillano consiguió dejar medio estoque en lo alto el toro recorrió el ruedo con una viveza inusual para la agonía. Se le hizo cuesta arriba a Moral terminar con su oponente. El quinto, que tuvo buen estilo en los primeros tercios, se desfondó en seguida sin regalarle la mínima embestida a Moral.

RESEÑA

Monumental de las Ventas. Miércoles, 17 de mayo de 2022. Décima de la Feria de San Isidro. Dos tercios de entrada. Toros de Araúz de Robles y de Chamaco (1ºtris). De gran clase el 3º, falta de raza en su conjunto. Con transmisión el peligroso 4º.

Joselito Adame, de azul turquesa y oro. Pinchazo y estocada (saludos). En el cuarto, pinchazo y estocada. Aviso (vuelta la ruedo).
Pepe Moral, de verde botella y oro. Pinchazo, media estocada y varios descabellos. Dos avisos (silencio). En el quinto, estocada (silencio).
Ángel Téllez, de blanco y plata. Pinchazo y estocada (vuelta al ruedo tras leve petición). En el sexto, estocada (saludos)

Incidencias: Tomás López y Fernando Sánchez saludaron tras parear al cuarto. Joselito Adame se retiró a la enfermería tras lidiar al segundo toro de su lote, fue derivado a la Fraternidad para hacerle estudios radiológicos.

PARTE MÉDICO DE JOSELITO ADAME

Contusión cérvico-dorsal con erosiones múltiples en cuero cabelludo. Pendiente de estudio radiológico. Pasa al Hospital Fraternidad Muprespa-Habana. Pronóstico reservado.

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