Reportaje de una cuadra de picar que cuenta con 8 años de trayectoria comandada por un magnífico picador que pelea por buscar el caballo con mejores hechuras para realizar la suerte de varas
Con su experiencia de más de 20 años de picador, Israel de Pedro lucha cada día por sacar adelante la cuadra de caballos en la que proyecta sus sueños y sus convicciones. Detrás de su carrera, recorriendo las ferias más importantes de España y de Francia, hay un poso de aficionado que ha puesto al servicio de su pasión por los caballos de picar. Comenzó su andadura al frente de la cuadra hace ocho años, en 2014. Está asentado en El Espinar (Segovia) en una finca de 14 hectáreas con unas lujosas cuadras en las que no falta detalle para el confort de los caballos más guerreros del toreo.
“Empecé con cuatro caballos y ahora tengo 32 animales. En 2021 hemos dado servicio a 70 festejos. Hemos ido creciendo, hemos conseguido tener un equipo humano muy bueno que son mis ojos cuando no puedo estar y defienden esto como si fuera suyo”, dice satisfecho el picador madrileño.
Ha sobrevivido a la pandemia sin ningún tipo de ayuda: “La realidad es que fue un año sin ningún ingreso pero en el que tuvimos exactamente los mismos gastos como lo son el pienso, los herrajes, los servicios veterinarios, los seguros de los camiones… hemos evitado mandar caballos al matadero pero no ha existido la renovación que debía haber habido, hemos consumido los ahorros y nos hemos tenido que endeudar más hasta llegar a un punto crítico pero afortunadamente esta temporada ha sido más normal”.
El futuro genera tanta ilusión como inquietud. La dureza de la pandemia ha provocado un déficit de animales de picar y de arrastre en las cuadras que ya en este 2021 han andado muy justos, como explica De Pedro, tenemos un panorama complicado porque nos hemos tenido que amoldar a la situación que hemos vivido pero en esta temporada podríamos encontrarnos muy limitados para dar servicio a todos los festejos. Es algo que me preocupa, estamos tratando de arreglarlo a marchas forzadas tanto en esta cuadra como en otras, nosotros hemos adquirido 6 caballos con los que estoy trabajando a destajo. Como te decía en la pandemia no es que se hayan quitado caballos pero sí se han tenido que vender algunos, no se han renovado otros y sobre todo el personal ha buscado otro trabajo porque se tenían que buscar la vida”.
El objetivo de Israel de Pedro para su cuadra en este 2022 es simultanear el buen servicio a cuatro festejos en el mismo día. “En este año llegué muy apurado en cuanto a personal y animales para las fechas en las que se solaparon tres festejos pero estoy preparando el equipo personal, animal y material (camiones, petos, etc) para poder dar buen servicio en cuatro plazas a la vez en el mismo día”.
Vuelca sus andaduras en el mundo del toro en mejorar el espectáculo desde su parcela, seleccionando caballos que favorezcan la suerte de varas sin perder la seguridad de una buena doma. “El reglamento exige un peso, que lógicamente respeto, pero lo que ha cambiado en los últimos años para mejor en general en las cuadras es la búsqueda de la movilidad. El toro tiene que tener la sensación de que si se esfuerza, gana. Tiene que tener esa motivación gracias a un caballo recio, que aguante la embestida, y al mismo tiempo que tenga su movilidad. Este año hemos llevado los caballos a la corrida de Soria de Miura. Había toros que pesaban tanto como los caballos, pero con buena doma y buenas condiciones se puede luchar con el tópico de caballo grande. Hay que buscar un equilibrio para que sea bueno para el espectáculo, bueno para el que está montado en el caballo y bueno para el empresario que es quién nos contrata y quiere evitar problemas, como es lógico”.
En Castilla y León, cubrieron en la última temporada algunas de las ferias más importantes de la Comunidad como lo son Valladolid, Segovia, Zamora y Soria. Es solo el principio de una cuadra importante del futuro de la fiesta en la que prevalece la esencia de la suerte de varas.
