Galán y Leonardo, destacan sin triunfo en Las Ventas

La tarde apuntaba primaveral y calurosa la principio. A mitad de la lidia del primer toro comenzó un chaparrón que no compitió con el sol que daba una luz especial. En el San Isidro de este año hay sólo dos tardes de rejones. La polémica ausencia de Diego Ventura vino explicada en un comunicado de Andrés Caballero, su apoderado, que comentaba que la empresa le prometió en su día un mano a mano de Ventura con Hermoso de Mendoza. Sin embargo, cuando le llamaron para cerrar la contratación le dijeron que un cartel ya estaba cerrado, el del 29 de mayo con los Hermoso y Lea Vicens y que tenía oportunidad en entrar en el cartel que se ha dado este sábado 14 de mayo. Siempre según la versión del apoderado, ya que la empresa ha callado al respecto. No vio claro el cartel, ni el trato, llamado con 5 de los 6 puestos configurados. Sangrante ausencia.

Con Ventura se habría puesto el cartel de No hay Billetes pero se reunieron 18.500 personas, que no está nada mal. Los tres rejoneadores se fueron curiosamente andando. Nada habitual balance en este tipo de corridas.

Sergio Galán apostó por el primer toro con un solo rejón de castigo después de recibirlo en la puerta del chiquero. El chaparrón comenzó con el sol de fondo. La actuación fue entonada con relieve especial a lomos de ‘Capricho’ en varias banderillas de riesgo y mérito. El par a dos manos tuvo mucha expresión. Cerró con ‘Óleo’ con las banderillas cortas. No encontró atino con el rejón de muerte.

Ante el cuarto, lo fue encelando en redondo con el tordo ‘Noche’. El toro abanto, muy distraído, constantemente pendiente de los tendidos. Galán no se cansó de animarlo, de provocarlo, de ir metiéndolo en le fulgor de la lidia. Cogió vuelo la faena con ‘Bambino’ que pisó unos terrenos dónde no le quedó otra que obedecer a los quiebros y bellos balanceos. Tampoco refrendó en esta ocasión la actuación con los aceros.

La corrida de Fermín Bohórquez, cinqueña en su conjunto, tuvo un toro especialmente viejo por su astracanada expresión que fue el segundo. No le cabía un rizo más en la cara y el cuello. Un sólo rejón de castigo le puso en lo alto Leonardo Hernández, que estuvo soberbio sobre ‘Calimocho’, especialmente cabalgando a dos pistas. Citó de frente muy de largo que resolvió con arriesgada batida. Con el albino ‘Sol’, un caballo muy expresivo, firmó otros preciosos momentos, recreándose tras la suerte. Puso un par a dos manos magnífico. Remató con ritmo a base de banderillas cortas al violín. El rejón le jugó una mala pasada diluyendo la actuación.

Peor rato le hizo pasar el quinto que embistió con fiereza de salida pero según fue avanzando la faena se fue tornando reservón y complicado. Tanto fue así que le pegó un derrote a uno se sus caballos pero el que se llevó la peor parte fue ‘Xarope’ que recibió una cornada, aparentemente pequeña. Leonardo resolvió con eficacia lo comprometida que fue la actuación.

A Juan Manuel Munera le pudieron los nervios en algunos momentos, especialmente con el primer toro: perdió hasta tres banderillas al intentar clavar sin éxito. Fue recomponiendo la faena ante el toro de imponente envergadura. Con ‘Arrebato’ encontró una fórmula que llegó mucho arriba: un balanceo antes de una buena batida. Repitió el formato en los terrenos del sol. Poco pudo hacer le rejoneador de Villarrobledo con el manso que cerró la tarde, con el que perdió el palo al clavar el primer rejón de castigo y le puso un segundo que tampoco mejoró.