Cristiano Torres, Puerta Grande, contundente debut con picadores en la última de San Jorge, en Zaragoza

 Cristiano Torres puso su nombre en la lista de novilleros a los que seguir la pista este 2023 tras abrir la Puerta Grande de la plaza de toros de Zaragoza en su debut con picadores. El joven maño desorejó a un importante novillo de José Cruz, que envió una novillada pareja y de juego variado, tras cuajarlo de inicio a final. El otro trofeo de la tarde fue para El Melli, tras una faena entrega al cuarto. Tristán Barroso, con el peor lote, fue ovacionado en este cierre de la Feria de San Jorge.

Templado fue el saludo a la verónica de Cristiano Torres al utrero de su debut con los del castoreño. Se dejó este tercer novillo de salida, que tomó tres varas, castigo excesivo, pues no andaba sobrado de remos. De hinojos, por la espalda, comenzó el trasteo en la boca de riego. Siguió una tanda muy maciza con la diestra para romper la música a sonar. Sin embargo, fue al natural por donde la faena alcanzó sus mayores cotas. Excelentes naturales, limpios, profundos, muy templados ante un astado lleno de nobleza y ritmo. Terminó incrustado entre los pitones en un gran arrimón. La estocada, dado su rápido efecto, no afectó a los pañuelos que salieron con celeridad. Dos orejas y ovación para el novillo.

Cerró plaza un ejemplar que se movió en los primeros tercios, pero se rajó mas pronto que tarde en la muleta de Torres. El maño había saludado con garbo a la verónica al utrero para los acordes de la jota y comenzó de rodillas su faenar intercambiando derechazos y cambiados por la espalda. El trasteo creció en una tanda posterior con esa mano, pero al coger la izquierda el novillo se rajó sin remilgos. Porfió, muy asentado, pero no pudo extraer más. Media y descabello, antes de recibir palmas.

El cuarto fue un gran novillo de José Cruz, definido de salida, al que El Melli toreó con cadencia a la verónica. Vistoso, el galleo por chicuelinas. Se desmonteraron con las farpas, El Víctor y David Pacheco, antes de un comienzo en la boca de riego, de rodillas, en los medios. Se arrancó con alegría el utrero y el gaditano lo toreó con pulso y ligazón por ambas manos. Lo quería todo por abajo el animal, de notable nobleza. La estocada en lo alto, antesala del trofeo.

Rompió plaza un colorado que salió suelto sin fijeza en el capote de El Melli, que lo paró con dos verónicas de rodillas. Medido de motor, fue un animal noble, con el que el gaditano comenzó el trasteo con cambiados por la espalda. Los mejores pasajes llegaron con la diestra, pues por el izquierdo resultó más complejo sujetar al mansurrón. Lo mató de tres pinchazos y una estocada tendida. Ovaciones para utrero y novillero.

Desentendido y sin fijeza, el segundo salió como su hermano y Tristán Barroso no pudo estirarse de capa. El quite, tras un volatín, por chicuelinas al compás abierto. Tras brindar al respetable, prologó por estatuarios entre ambas rayas para acabar en los medios. La faena estuvo condicionada por la falta de fuerzas del novillo que, sin mal estilo, quiso más que pudo. Muy palpable esa falta de fondo, acrecentada por esa vuelta de campana, pese a ello, pudo esbozar algún natural de buen trazo suelto. Pinchazo y estocada, tibias palmas.

Al quinto, lo recibió a la verónica, instantes antes de que Israel de Pedro firmara un gran tercio de varas, por el que fue ovacionado con fuerza. Brindó al empresario del coso maño, Carlos Zúñiga padre, su apoderado, antes de ofrecerle la muleta con la diestra en un inicio que fue lo más relevante, puesto que en la tanda posterior, el utrero se rajó con descaro y sólo pudo arañar algún muletazo más suelto. Media estocada y división de opiniones.