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“Sinfonía” al natural de Juan Querencia en San Marcos

Texto: Adiel Armando Bolio

Ante poco más de tres cuartos de entrada en el coso “San Marcos” de la ciudad de Aguascalientes, bajo un agradable clima, se dio la quinta función de la Temporada de Novilladas 2023, resultando máximo triunfador el queretano Juan Querencia luego de haber bordado el toreo por naturales a su segundo astado y entonces cortarle las orejas, saliendo en hombros de manera clamorosa en un momento crucial en su carrera debido a los malestares físicos que venía padeciendo. Sus alternantes, el zacatecano César Pacheco salió a “pelear” de verdad su sitio como triunfador de la pasada temporada y por fallar con la espada se privó de “tocar pelo”, pero ahí quedó entrega y firmeza en una vuelta al ruedo. Y el local César Fernández mostró importantes adelantos que le harán avanzar en su trayectoria.

Se lidiaron seis ejemplares, bien presentados, de la dehesa tlaxcalteca de El Grullo, siendo muy bueno el cuarto, que mereció el arrastre lento y dando vuelta al ruedo el ganadero; buenos también fueron el primero y el quinto, en tanto que, de regular juego, quedaron el segundo, el tercero y el sexto.

En el novillo que abrió plaza, el queretano Juan Querencia capoteó con empeño. Buena vara del picador Jorge Morales. Tras el segundo tercio, se destacaron los banderilleros Christian Sánchez y el aspirante, antes novillero, Joel Padilla “El Panita”. Con la muleta, luego de brindarle cariñosamente a su padre Juan en el callejón, así como a su madre Larita y a su abuela doña Clemen, ubicadas en barrera de primera fila de sombra, empezó de rodillas por alto para luego de pie largar una buena tanda derechista, otra empeñosa por naturales y cuatro ramilletes más con la diestra exponiendo temple del bueno y evidente calidad. Mató de estocada entera que atravesó para ser aplaudido.

A su segundo, llamado “Callao”, de buen juego, Querencia lo veroniqueo con empaque, temple y enclasado. El novillo dio una vuelta de campana y mermó sus facultades físicas, pero eso no fue óbice para que el “socio” sacara su fondo de casta y bravura. Con la franela, tras brindarle al diestro Fabián Barba, coordinador operativo del coso sanmarqueño, inició con toreros y suaves doblones para luego incorporarse y seguir por derechazos tersos e inmaculados en un par de tandas, pero mucho mejor los hizo cuando se pasó “la batuta” a la mano izquierda y así empezar a dirigir con profundo sentimiento y verdad una “sinfonía” al naturales en cuatro movimientos magistrales, cuatro series que hicieron levantarse al público de sus asientos. Fue todo un bordado de toreo de lujo, para paladares exigentes. También hizo el toreo en redondo como cierre de su obra y acabó de estocada contraria entre gritos de ¡torero! Recibió entonces las orejas como premio que le llegó en el momento más adecuado para curarse emocional y moralmente de sus padecimientos físicos. Al estupendo astado se le dio arrastre lento y al final, Juan dio una triunfal vuelta al ruedo acompañado del ganadero don Juan Carlos González Esnaurrizar y sus hijos.

El zacatecano César Pacheco recibió a su primero con una larga cambiada de hinojos, viéndose apurado por lo brusco de la embestida de su antagonista y, ya de pie, supo bregar con solvencia y mejor se vio realizando el quite de oro y una escobina como remate. Con la sarga, después de brindarle a la gobernadora del estado Teresa Jiménez y, a su esposo, el ganadero Luis Alberto Villareal, inició doblándose para seguir por derechazos y naturales con firmeza. Siguió con la mano diestra con temple y mando en dos tandas. Otra al natural con poder. Lo hizo en redondo, pero el astado le huía. Continuó por el lado derecho, obligando y aguantando. Acabó de estocada que atravesó y otra de mejor ubicación para ser aplaudido tras un aviso.

Pacheco, a su segundo, salió a darlo todo y sin reserva. Le dio seis largas cambiadas, tres en los medios y otro tanto en la zona de tablas, emocionando a la gente. Llevo al caballo por chicuelinas caminándole al astado y quitó lucidamente igualmente por chicuelinas. Cubrió el tercio de palos entre aplausos y, con la tela escarlata, de rodillas, templó en derechazos y, de pie, hizo lo mismo por los dos perfiles. Ha sido un trasteo de valor, aguante y determinación sin tapujos. Hizo el toreo en redondo, rematando con el de pecho rodilla en tierra. Joselillinas para cerrar y finiquitar de pinchazo. Manoletinas para borrar el yerro, vino un susto y falló al matar, siendo aplaudido al recorrer el anillo tras un aviso.

En su primero, el galo acalitense César Fernández lanceó con empeño y mejor quitó por chicuelinas. Con la pañosa, previo brindis a los monosabios, comenzó doblándose toreramente para seguir por derechazos de buen trazo, en dos tandas, incluido un par de sustos. Por naturales se le vio valiente a pesar de lo corto de la embestida del burel. Mejor se desenvolvió con la mano derecha en otras dos series al soso ejemplar. Labor de aliño para terminar de estocada caída y ser aplaudido en una salida al tercio.

Y en el que cerró el festejo, Fernández veroniqueó con gusto y quitó con ganas por gaoneras. Con la muleta comenzó con toreo por alto y, después, ligar tres series derechistas de buen calado. Vino luego una por naturales aguantando y otras dos empeñoso, aunque algo atropellado. Joselillinas para acabar y fallar al matar para serle aplaudido el esfuerzo.

Al finalizar la novillada, Juan Querencia fue paseado de manera triunfal y emotiva en hombros de su orgulloso padre Juan, matador de toros en el retiro.

RESEÑA

Plaza de toros de “San Marcos” de AguascalientesMéxico. Quinto festejo de la Temporada de Novilladas 2023. Poco más de tres cuartos en tarde de agradable clima. Seis ejemplares, bien presentados, de El Grullo, siendo muy bueno el cuarto, que mereció el arrastre lento y dando vuelta al ruedo el ganadero; buenos también fueron el primero y el quinto, en tanto que, de regular juego, quedaron el segundo, el tercero y el sexto.

Juan Querencia, palmas y dos orejas, con salida en hombros.

César Pacheco, palmas tras un aviso y vuelta al ruedo tras un aviso.

César Fernández, al tercio y palmas.

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