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«El Conde» y Valadez, pasean una oreja cada uno en el inicio de la temporada en Guadalajara

 

Ante poco menos de media entrada en el coso Monumental “Nuevo Progreso”, en tarde de agradable clima, se dio la primera corrida para celebrar los aniversarios, CDLXXXI de la fundación de la ciudad y, LVI, de la plaza, resultando triunfadores Alfredo Ríos “El Conde” y Leo Valadez al cortar cada uno un apéndice. Su alternante, el europeo Sebastián Castella, saludó desde el tercio.

Por la puerta de toriles salieron ocho toros, siete de la dehesa guanajuatense de De la Mora, uno de ellos como sustituto del segundo, que fue devuelto a los corrales por una rigorista falta de presencia. Buenos resultaron entonces el quinto y el sexto, complicados fueron el primero, el citado reserva, el tercero y uno, también reserva, de Boquilla del Carmen, que sustituyó al despitorrado cuarto, de muy buen juego.

El local Alfredo Ríos “El Conde”, en el astado que abrió plaza, incierto de inicio, veroniqueó con esmero y lo llevó al caballo por chicuelinas caminándole. Para cubrir el segundo tercio invitó a su alternante Leo Valadez y ambos se hicieron aplaudir. Con la muleta, “El Conde” lo intentó con un burel que no fue fácil, aunque si logró acomodarse por el lado izquierdo, siendo la mejor parte de la faena, haciendo todo con empaque y temple, pero sin llegar a redondear la labor. Mató de estocada y se le aplaudió.

Su segundo, que apuntaba para bueno, Alfredo lo vio regresar a los corrales por haberse despitorrado al rematar en un burladero. En su lugar salió el segundo reserva, llamado “Franciscano”, un ejemplar de Boquilla del Carmen, bravo, al que “El Conde” le dio una larga cambiada de hinojos y, de pie, jugar los brazos en templadas y sentidas verónicas. Llevó el toro al caballo por chicuelinas caminándole, se hizo cargo del segundo tercio con lucimiento, destacando un par al violín que le jaleó la gente. Con la franela, tras brindarle a la conocida taurina y altruista empresaria Tomasina Esformes, cuajó una faena que, empezó con muletazos de evidente empaque y templanza, haciendo el toreo a la mexicana. Se “vació” el torero y ello provocó que la gente se levantará de sus asientos. Sobresalió un desdén y naturales lentos de mano baja y de gran calado, otros adornos toreros y cerró con ajustadas manoletinas para acabar de estocada bien colocada para cortar una oreja en medio de la entrega de su gente y, el toro, se le fue a la autoridad, pues fue muy bueno y merecía algún premio a sus restos.

A su primero, el galo Sebastián Castella lo vio regresar a los corrales por una rigorista falta de presencia tras la decisión del juez de plaza Alfredo Sahagún. En su lugar, salió la primera reserva, de la misma ganadería titular, de De la Mora, también incierto en su juego, al que Sebastián lanceó de forma empeñosa. Con la sarga mostró disposición con las dos manos, pero sin tener respuesta de su antagonista. Nunca se pudo acomodar y finiquitó de certera estocada para escuchar aplausos.

Castella en su segundo, de mejores condiciones, lanceó con gusto a la verónica. En el tercio de varas sufrió aparatoso tumbo el picador Curro Campos. Con la muleta, luego de brindarle al pintor colombiano Diego Ramos, Sebastián ejecutó un trasteo importante, con momentos de alto nivel, de mucho mérito y profundidad. Al final dejó una estocada desprendida para ser ovacionado con fuerza en el tercio.

El aquicalidense Leo Valadez, a su primero, complicado, lo recibió de rodillas con dos largas cambiadas y, de pie, lancear bien a la verónica, tuvo algunas dificultades para hacer su quite por chicuelinas debido a los problemas que le presentó el toro. Invitó a “El Conde” a cubrir el tercio de palos para hacerlo con más voluntad que lucimiento. Con la pañosa mostró más que ganas por agradar, pero con pocas opciones del de De la Mora, destacando tan solo una tanda. Terminó de manera acertada con la espada, siendo aplaudido.

Y en el que cerró el festejo, “Inquebrantable” de nombre, Valadez capoteó bien a la verónica y mejor quitó por zapopinas. Fuerte ovación al picador Alfredo Ruiz “El Miura” por un buen puyazo. Se lució Leo al cubrir el tercio de banderillas y, con la muleta, tras brindarle a su alternante Sebastián Castella, realizó una faena que comenzó cerrado en tablas para llevárselo toreramente a los medios y así seguir cuajando pases de buena factura por ambos perfiles. Abrochó con luquesinas y concluyó de estocada en buen sitio para pasear una oreja.

RESEÑA

Monumental “Nuevo Progreso” de Guadalajara, Jalisco México. Primera corrida de los aniversarios, CDLXXXI de la fundación de la ciudad y, LVI, de la plaza. Poco menos de media en tarde de agradable clima. Por toriles salieron ocho toros, siete de la dehesa guanajuatense de De la Mora, uno de ellos como sustituto del segundo, que fue devuelto a los corrales por una rigorista falta de presencia. Buenos resultaron entonces el quinto y el sexto, complicados fueron el primero, el citado reserva, el tercero y, uno, también reserva, de Boquilla del Carmen, que sustituyó al despitorrado cuarto, de muy buen juego.

Alfredo Ríos “El Conde”, palmas y una oreja.

Sebastián Castella, palmas y al tercio.

Leo Valadez, palmas y una oreja.

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