Dos toreros y un ganadero compusieron el cartel del coloquio de hoy.
Recta final de la Feria de Abril en Sevilla. No podíamos faltar a nuestra cita de todos los días en el Hotel Vincci La Rábida a la una de la tarde. Allí se dieron cita dos toreros, Víctor Puerto y Joselu de la Macarena; y Juan Pablo Corona, empresario mexicano y ganadero del hierro de San Constantino. En los mandos, Álvaro Acevedo, como siempre.
Víctor Puerto llega en un momento en el que su principal objetivo es disfrutar. Sigue toreando en el campo, y hay festejos de vez en cuando. «Si me llegan a decir de ponerme en Sevilla hubiera aceptado. Si me ponen, toreo, pero siempre tiene que haber un porqué más allá de motivos económicos.» Su día a día sigue siendo el toro, dedicándose a él desde una perspectiva distinta. Ahora mismo dirige un Centro de Alto Rendimiento para toreros y aspirantes, a la vez que organiza «festejos privados» a modo de turismo de lujo. A quienes enseña a torear siempre les procura educar en el miedo: «Es bueno tenerlo, ya que te hace ser real, mantener los pies en la Tierra.» Añadió ciertas pinceladas acerca del transcurso del abono maestrante de este año: «He visto muchas cosas. El día de los seis toreros, cada uno un detalle. A Juli, en conversación con los de Garcigrande, a los cuales vio estupendamente. A Rufo, con una grandísima personalidad. Y Antonio Ferrera toreó perfecto.»
Joselu de la Macarena también mostró sus impresiones de la Feria de Abril vivida hasta ahora: «»Esta Feria están apretando especialmente los toreros «menos artistas», como quien dice. A mí El Juli el otro día me fascinó. Pero por otra parte, veo muchos parones, veo a la gente cansada. Los toreros tienen que poner al público en su sitio, en cuanto a los tiempos. Se tarda demasiado en rematar las cosas.» Ensalzó también el «arrimón» que Luque labró frente a los animales de El Parralejo: «Llegué tan ilusionado al martes tras haberle visto salir a hombros en preferia que dolió no poder ver mayores vuelos.» También habló de la inminente gesta de Manuel Escribano, el próximo domingo, de la cual más que temeroso el de Gerena se siente orgulloso: «Son seis de Miura y en Sevilla. Portar ese orgullo es normal, porque no hay nada más grande que torear en la Maestranza. Aquí habría que pagar por torear.»
Juan Pablo Corona disfrutó especialmente de la corrida de Victoriano: «Vi varios toros que me gustaron mucho, sin peligro ni malas intenciones, de menos a más, como lo es el toro mexicano.» En la actualidad, Corona, ex-miembro de Casa Toreros, se dedica plenamente a mantener su ganadería, dirigir las plazas de las cual es empresario, y a llevar la carrera del novillero mexicano Héctor Gutiérrez. Se mostró ilusionado con su torero: «Está funcionando muy bien en México y también ha estado en España, y va a venir de nuevo a prepararse.» Asegura que se le esperará.
Mañana, mismo lugar, mismo reloj, les esperamos encantados.