Angelino de Arriaga sale en hombros en la corrida de ‘Defensa de la Tauromaquia’ en Aguascalientes

Ante poco más de un cuarto de entrada en el coso Monumental, en noche fresca, se dio la segunda corrida de la CXCV Feria Internacional de San Marcos 2023, ésta denominada, de carácter internacional, en “Defensa de la Tauromaquia”, en la que resultó triunfador Angelino de Arriaga al cortar dos orejas y, por ello, salir en hombros.

También ‘tocaron pelo’, con diferente mérito, Guillermo Albán, por una labor de mucho valor; Juan Luis Silis, gracias a que le sacó ‘agua a una piedra’ y el benévolo trofeo a André Lagravére “El Galo”, tras una labor intermitente y que le fue protestada. Joaquín Galdós y Jesús Enrique Colombo salieron al tercio. Y tanto Luis Bolívar como Sergio Garza fueron aplaudidos.

Se lidiaron ocho toros bien presentados de la dehesa michoacana de El Junco, siendo muy buenos el cuarto y el octavo, mismos que recibieron arrastre lento. Buenos también fueron el séptimo y el segundo, pero, éste, acusó debilidad. Regulares el primero y el quinto y, complicados, tercero y sexto.

Previo al despeje de cuadrillas desfilaron, a caballo, dos amazonas y cuatro charros luciendo las banderas de los países participantes en la función, Ecuador, Colombia, Perú, Venezuela y México.

En el toro que abrió plaza, llamado “Michoacano”, muy parado, el ecuatoriano Guillermo Albán capoteó con soltura e igualmente en un quite corto por chicuelinas. Con la muleta, comenzó doblándose para seguir por derechazos y ser cogido de fea manera y en el piso recibir un derrote en la cabeza que lo dejó en malas condiciones. Se recuperó, se quitó la casaquilla y volvió a la cara del burel para darse a largar, meritoriamente, naturales de buen trazo y torería hasta en cuatro tandas. Por el derecho. le puso oficio y aguante para ligar dos series. Mató de estocada trasera y desprendida para cortar una más que merecida oreja tras un rigorista aviso.

En su ejemplar, noble, pero débil, el colombiano Luis Bolívar, veroniqueó con clase. Su labor de muleta fue a base de pases vaciando por alto, de ligar derechazos a media altura con serenidad, asentamiento y aplomo en dos racimos. Por naturales, se esforzó, siguió con la diestra en el mismo plan, pero pudiendo más la poca fuerza del “socio”. Acabó de estocada caída y tendida para ser aplaudido.

El mexiqueño Juan Luis Silis a su toro, “Veracruzano”, muy parado, lo bregó con empeño. Buena vara de Carlos Ibarra. Con la sarga, Silis empezó con dos cambiados por la espalda, los de pecho en los medios. Continuó por la derecha templando y obligando al marmolillo. Le pisó los terrenos por ambos pitones para arrancarle de verdad uno a uno los pases, como sacándole “agua a una piedra”. Una labor de mucho mérito y torerismo sin duda. Acabó de estocada caída y algo delantera para obtener una valiosa oreja.

Al cuarto, “Sinaloense”, débil, pero de buen juego, el tlaxcalteca Angelino de Arriaga lo recibió en los medios con una larga cambiada de rodillas y, de pie, veroniqueó con gusto, además, de quitar por chicuelinas. Cubrió el segundo tercio entre nutridas ovaciones. Su quehacer muleteril, tras brindárselo a Verónica González, titular del Buró de Congresos y Visitantes del estado de Aguascalientes, fue de temple, dimensión y buen toreo por el pitón derecho en dos tandas. Ligó naturales estéticos acortando la distancia. Otro capítulo derechista de arte y desplante. Joselillinas ajustadas para cerrar y acabar de certera estocada, siéndole otorgadas las orejas para dar vuelta con el ganadero de El Junco, Luis Ángel Xariel Espinosa Cházaro y, al toro. otorgársele el arrastre lento.

El peruano Joaquín Galdós, en su toro, al que había que poderle, ofició con el capote de forma empeñosa. Con la pañosa, se dobló toreramente para seguir esforzado y valiente por derechazos en tres series. Lo hizo en redondo y permaneció su labor por el pitón diestro en otra tanda, la mejor del trasteo. Al natural se esmeró de verdad en un par de racimos. Y una última dotación derechista de buen calado. Terminó de estocada entera y perpendicular para saludar desde el tercio.

A su astado, manso y rajado, el regiomontano Sergio Garza, lo recibió en los medios con dos largas cambiadas y, de pie, simplemente bregó. En el segundo tercio se hizo aplaudir por su pundonor. Con la tela escarlata, a base de perseguirlo por todo el ruedo, le logró sacar meritorios muletazos con la mano derecha. Por naturales fue imposible. Al final ligo dos tandas completas por el derecho y otra izquierdista con arrebato. Fallo al matar y se le aplaudió el esfuerzo tras dos avisos.

Al séptimo burel, el venezolano Jesús Enrique Colombo lo recibió con una larga cambiada de hinojos y, de pie, bregó, viéndose mejor en un quite por chicuelinas. Con los garapullos fue aplaudido por su facilidad. Con la muleta, luego de brindarle a la citada funcionaria estatal Verónica González, empezó con ayudados por alto para seguir con toreo derechista templado, de buena exposición y alargado en cuatro series. Con la zurda le puso empeño y bullicio. Mas toreo de mano diestra. Joselillinas para abrochar y concluir de pinchazo y media estocada para ser aplaudido en el tercio.

Y en el que cerró el festejo, “Mexiquense” de nombre, el yucateco André Lagravére “El Galo” le puso voluntad con el capote de inicio y mejor quitó por chicuelinas. En banderillas invitó a Angelino y Colombo para ser ovacionados. Con la sarga, André ejecutó un trasteo entre altibajos, de manera intermitente y sin estar a la altura del buen junqueño. Acabó de estocada tendida, caída y trasera para serle otorgada una benévola oreja que le fue protestada y entregó a la cuadrilla para dar la vuelta al ruedo y, al toro, se le dio arrastre lento. Al final del festejo, el espada de Apizaco, Tlaxcala, Angelino de Arriaga, fue paseado en hombros de manera triunfal.