La Feria de Nîmes ha concluído con un agridulce sabor por el escaso juego que han dado los ejemplares de Ricardo Gallardo. Solo Paco Ureña y Daniel Luque pasearon un trofeo de los dos que iniciaron el festejo.
Noble y con clase, el de Fuente Ymbro que abrió la tarde. Paco Ureña lo recibió con un ramillete de verónicas. Firmó una faena en la que plasmó muletazos cargados de pureza y clasicismo por ambos pitones. Fue premiado con un apéndice.
Justo de fuerzas, el que hizo cuarto. Ureña lo sostuvo en la muleta tirando de técnica a la vez que imprimía temple y torería. Tenía cortada otra oreja, pero marró con el descabello.
El segundo, compartió con su hermano anterior la cualidad de la nobleza, pero en este caso, le faltó chispa. Todas las carencias las tapó la poderosa muleta de Daniel Luque. Fue una faena meritoria, que pese a haber cortado una oreja, no tuvo la transcendecia suficiente en los tendidos.
Luque volvió a imponerse a otro toro desclasado y con genio. Se mostró resolutivo, instrumentando series de gran mérito. Todo quedó en una ovación.
Se dejó el tercero torear en las telas de Álvaro Lorenzo. Otro animal noblete y manejable, del que sacó buenas tandas. El toro terminó por rajarse.
Álvaro Lorenzo lo intentó con el «Fuente Ymbro» que cerraba la Feria. Un astado que no se lo puso nada fácil, exigente pero que fue acortando el recorrido. El toledano estuvo valiente sin poder redondear.
Coliseo Romano, en Nimes (Francia) 
. Última de la Feria de la Vendimia. Más de media entrada. Toros de Fuente Ymbro, bien presentados, nobles, manejables pero faltos de raza.
Paco Ureña (de rosa palo y oro), oreja y ovación.
Daniel Luque (de verde y azabache), oreja y ovación con saludos.
Álvaro Lorenzo (de marino y oro), ovación y ovación.
