La esperada encerrona de Diego Ventura resultó mejor de lo que hubiera soñado el rejoneador. Hizo el paseíllo rozando el lleno absoluto en la plaza de Mérida, de la que salió en hombros tras cortar ocho orejas y dos rabos. Los tendidos lo despidieron entre gritos de «torero, torero».
Ventura comenzó la apoteósica noche desorejando a un buen y noble toro de Los Espartales. Brilló a lomos de «Nómada» y «Nivaldo», toreando templado.
El segundo de Murteria Grave fue el peor del encierro. El rejoneador se fue con la garrocha a recibirlo a la puerta de chiqueros. Arriesgó mucho en las cercanías con «Bronce» y en los quiebros con «Fabuloso».
Del tercero de Veiga Teixeira, paseó una oreja. Fue animal con transmisión que recibió en los medios sobre «Campina». Con «Nazarí» hizo las delicias templando las embestidas.
Con el cuarto de Ángel Sánchez realizó una gran faena, que no rubricó con el rejón de muerte, por lo que solo paseó un premio. Una actuación emotiva en la que compartió con Andrés Romero y Paco Velásques.
En quinto lugar, saltó el toro de Victorino Martín, al que le formó un lío y le cortó el rabo. A lomos de «Fino», clavó con espectacularidad, mientras que con «Lío» formó un alborote.
Cerró la noche un gran astado de María Guiomar, al que incluso se le llegó a pedir el indulto. Ventura paseó otro rabo de este ejemplar. Con «Bronce» sin cabezada, colocó banderillas a dos manos. Remató la faena toreando de muleta y matando con la espada.
Plaza de toros de Mérida 
. Segunda de Feria. Lleno. Toros Los Espartales, Murteira Grave, Veiga Texeira, Ángel Sánchez, Victorino Martín y María Guiomar Cortés de Moura, de juego desigual. Destacaron quinto y sexto, este último premiado con la vuelta al ruedo.
Diego Ventura, dos orejas, ovación, oreja, oreja, dos orejas y rabo y dos orejas y rabo.
