spot_img
spot_img

Manuel Perera: “Pensaba que no iba a volver a torear, tenía ganas de tirarme por el balcón”

Es uno de los nombres propios de esta temporada. Se ha hecho con el liderazgo del escalafón de novilleros. Lo ha conseguido a base de triunfos y de horrorosos percances. En Vistalegre se mascó la tragedia con una cornada de caballo en el vientre. Se recuperó y reapareció un mes después. A continuación, llegaron los triunfos en los Circuitos de la Fundación Toro de Lidia, los éxitos en muchas plazas, las dos orejas en Sevilla y el gesto en solitario en Villanueva del Fresno como broche de oro a una temporada para el recuerdo.

¿Qué balance hace de este 2021?

Un balance muy positivo. Ha sido un año muy importante, empezó con la primera novillada en Vistalegre. Ese percance me ha hecho más fuerte. Después, he tenido la oportunidad de pisar plazas muy importantes Sevilla, Madrid, Arles, Dax, Mont de Marsan. Tengo la tranquilidad de haberme entregado cada tarde.

¿Cómo vivió esa tremenda cornada?

Llegué a Vistalegre con la ilusión de demostrar que quería mandar en la temporada como novillero. Con el novillo estuve muy entregado, di una buena dimensión y estuve muy dispuesto. Me tiré a matar para que no se me escapara el triunfo pero me salió cruz. Gracias a este percance he aprendido mucho.

Tras la operación vivió momentos límites.

Los primeros días fueron muy complicados. En el hospital se me hizo muy duro. Solo vomitaba, tenía unos dolores horribles. Pensaba que no iba a poder volver torear, tenía ganas de tirarme por el balcón.

¿Cómo pudo revertir anímicamente esa situación?

El maestro Padilla no se separó ni un momento de mí. Me obligó a levantarme de la cama en un momento en el que no tenía ganas. Después de ese gesto empecé a mejorar, me ayudó a darme cuenta de que esa experiencia me iba a hacer más fuerte, que con esa mentalidad luchadora podía recuperarme antes. Lo demás fue más rápido, recuerdo perfectamente el momento en el que monté la espada en el campo, 18/20 días después para matar al primer novillo al que maté bien. Ya sabía que estaba totalmente recuperado. He aprendido que en el torero, que en la vida, hay situaciones adversas y muy difíciles pero que con voluntad las podemos superar.

Algunos le recordamos en su paso por Vistalegre en 2017 cuando en su etapa sin picadores ganó el trofeo de La Oportunidad.

Era el primer certamen al que me presentada. Había matado algunos añojos pero muy pocos erales. Lo afronté con mucha ilusión. Intenté entregarme las dos tardes. Aquella actitud fue lo que premió el jurado para darme el trofeo. Este año en el patio de caballos de Vistalegre me acordaba de aquellas sensaciones.

Su paso por los Circuitos de la Fundación Toro de Lidia en Andalucía y el Norte le han llevado a llegar a la final de las dos. Segundo clasificado en su región y vencedor ex aequo en Cantabria.

Gracias a la Fundación Toro de Lidia he podido torear varias novilladas este año, las cuatro de Andalucía en las que pude salir a hombros. Me sirvió para madurar, para crecer como torero. Puse todo de mi parte cada tarde. Intenté ser el mejor. Y las tres del Circuito del Norte que lo viví con mucha ilusión porque el Norte de España me gusta mucho. En Orozko corté tres orejas y en Molledo recibí la cornada en el escroto pero pude cortar dos orejas. Me hacía mucha ilusión estar en Santander, fue una tarde de mucha lluvia y entrega de la que guardo un recuerdo muy bonito.

El trofeo del Circuito del Norte lo compartió con Isaac Fonseca. Es uno de los novilleros con los que más ha toreado esta temporada. ¿Ha sentido mucha rivalidad?

Ha sido una rivalidad sana, bonita. Ninguno de los dos nos hemos guardado nada ninguna tarde. La principal característica que hemos puesto ha sido la entrega total. Creo que los aficionados han querido vernos a los porque ha sido una temporada en la que han pasado muchas cosas.

En Francia también ha dejado su impronta.

Tengo que agradecer mucho a Francia la oportunidad que me han dado en todas sus plazas. Yo respondí con mi entrega total, me han dado mucho sitio. Empecé en Istres con cuatro orejas, en Garlin tres orejas, pasé por Dax, Arles, Mont de Marsan  y terminé en Saint Server con un triunfo importante. Le debo mucho a Francia, ese respeto que tiene de vivir el toreo. Espero volver muchas veces a lo largo de mi carrera.

¿Cómo se definiría como torero?

Si no hubiese sido por la entrega no hubiera toreado el número de novilladas que he tenido la oportunidad de torear. Intento no guardarme nunca nada, pero busco que la gente vea que también sé torear despacio, que me gusta buscar la pureza en el toreo.

A finales de septiembre, se presentó en Sevilla y en Madrid. ¿Con cuál de las dos actuaciones se queda?

Me quedo con Sevilla. Viví la tarde con mucha entrega, también en Madrid, pero en La Maestranza noté que se entregaron. Para mí fue muy importante. Esas dos orejas me supieron a gloria, buscaré la Puerta del Príncipe en la próxima tarde.

No fue fácil la tarde de Madrid.

Me motivaba mucho encajar en Las Ventas. Es la plaza más importante del mundo, tiene que exigir, traté de poner todo de mi parte. Espero hacer pronto otra vez el paseíllo en esa plaza, intentar triunfar.

Otro punto caliente de la temporada fue su paso por Villaseca de la Sagra. Se suscitó una gran polémica porque algunos de sus compañeros decidieron no torear pese a que habían sido contratados en las condiciones que luego negaron aceptar. ¿Le costó trabajo cumplir su compromiso con esta feria de novilladas?

No nos costó ningún esfuerzo tomar esa decisión. Cuando me contrataron sabíamos las condiciones que había. Con nuestra gente de siempre o con otro equipo teníamos claro tanto el maestro Juan José Padilla como yo que íbamos a torear. Me enfoqué en triunfar, eso era lo importante. Pude cortarle una oreja al novillo de Jandilla y me pidieron con fuerza la segunda, fue una faena importante para mí.

Quiso cerrar el año matando seis novillos de diferentes ganaderías en Villanueva del Fresno. Además, uno de ellos era de Victorino Martín.

Afronté la tarde con mucha ilusión, también con mucha responsabilidad por ser mi pueblo. Intenté estar variado, muy entregado, pero en esa novillada pude mostrar como siento el toreo. Disfruté muchísimo, incluso puse banderillas.

¿Cómo ve el futuro?

Como una oportunidad para mejorar, para pulir todo lo que tengo que pulir de mi toreo.

¿Cómo se fraguó el apoderamiento con Juan José Padilla?

En 2019 tuve un grave accidente de tráfico. Me llamó el maestro para darme ánimo, se preocupó mucho. Ese año le iba mandando vídeos de mis tentaderos. A final del año maté un toro en casa de Roberto Domínguez y, aunque no estaba muy seguro, le mandé los vídeos. Él se comprometió a llevarme a algún tentadero, se fue ilusionando conmigo.

¿Qué siente teniendo al maestro a su lado?

Es una responsabilidad tener al lado a una figura de la categoría. Le debo mucho al maestro. Siempre intenta poner todo de su parte. Trata de que aprenda de todas las situaciones. Me tiene que exigir porque así es como se hace a los grandes aunque me habla con mucho cariño. Me lleva a intentar ser mejor cada día, que no me acomode.

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img

RELACIONADO

spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img