Sergio Serrano volvió a reinvidicar que merece un puesto en las ferias. El albaceteño ha firmado una tarde importante en su tierra con dos toros diferentes, en los que se ha visto una versión asentada y otra tirando de raza. Paseó una oreja de cada uno de ellos, porque la presidenta le negó el doble trofeo. Lo mismo le ocurrió a Diego Ventura en el cuarto, que después de desplegar todo su magisterio, le cerró la Puerta Grande el palco.
El resumen gráfico del festejo, a continuación: