La Feria de la Antigua cerró con una dura y áspera corrida de San Martín, que había sustituido a la inicialmente reseñada de Adolfo Martín. Sánchez Vara paseó el único trofeo del cuarto, después de errar con los aceros en el primero y perder la Puerta Grande.
Sánchez Vara destacó tanto con las verónicas de salida como con las del quite. La espectacularidad llegó con las banderillas. El de San Martín tuvo un buen pitón derecho que supo aprovechar. Faena meritoria que emborronó con la espada. Con una larga cambiada de rodillas saludó Sánchez Vara al cuarto. Trepidante fue el tercio de banderillas de nuevo. Aprovechó la manejabilidad que le ofreció el toro para cortar una oreja.
Pocas opciones tuvo con el segundo Sergio Serrano, un animal que llegó desfondado al último tercio. Se mostró voluntarioso, intentado sacar partida pero fue imposible.
Imposible el quinto de San Martín. Tuvo mucho mérito el esfuerzo que hizo delante de él Serrano. Un al deslucido, que echaba la cara arriba, pegando pitonazos.
El tercero, sobrero del hierro de Carmen Valiente, fue costoso en la muleta. Román estuvo muy firme y con oficio, aprovechando las pocas embestidas que le regaló por el pitón derecho. El fallo con la espada hizo que perdiera el premio.
De gran peligro, el sexto, con el que Román se la jugó, al igual que su cuadrilla. El valenciano optó por abreviar, pero se puso complicado para matar llegando a escuchar los tres avisos.
Coso de Las Cruces, en Guadalajara 
. Última de la Feria de La Antigua. Media entrada. Toros de San Martín, el tercero como sobrero de Carmen Valiente, de escaso juego.
Sánchez Vara (de caña y oro), silencio y oreja.
Sergio Serrano (de caldera y oro), silencio y silencio.
Román (de verde y oro), ovación y silencio tras tres avisos.
