Muy masificado. Mucho más que en días anteriores, sobre todo en Estafeta, el tercer encierro de San Fermín contó con los toros de José Escolar por las calles pamplonesas. Una carrera que duró dos minutos y medio exactos y en la que los cárdenos tomaron el mando de la manada desde el final de la cuesta de Santo Domingo liderando el encierro hasta la llegada a la plaza, donde cinco toros entraron por delante junto a un manso, con un sexto llegando unos metros rezagado de sus hermanos.
A las 8 sonó el cohetillo y los ‘Albaserrada‘ salieron de Santo Domingo compactos en la manada, sin los contratiempos de años atrás, con dos astados asumiendo la cabeza del grupo y cuatro ejemplares por detrás cerrándola. Velocidad elevada de los bureles que los mozos aguantaran menos segundos en la cara. Segundos de peligro al final de Santo Domingo, con uno de los cárdenos mirando y lanzando algún que otro derrote por el lado izquierdo de la manada.
Al final de Mercaderes, también coincidiendo con la mayor densidad de corredores, se templó la velocidad de los astados que, de hecho, se abrieron y no resbalaron en la curva de Estafeta. Se formó un pequeño montón, de 7-8 personas, en el lado izquierdo de la entrada a esta calle, con los toros abriéndose paso. Ahí, se produjo uno de los heridos por asta de toro -el otro, en Espoz y Mina– con el animal derrotando en el intento por avanzar.
Desde ese momento, se formó un grupo cabecero de cinco toros junto a un manso y un último toro cerrando la manada por detrás de los cabestros a pocos metros de distancia sin llegar a quedarse suelto. Muchísimos corredores en este tramo, fruto del fin de semana, y complicado ‘coger toro’ para los mozos, aunque cinco animales liderarán el encierro. En este orden llegaron al coso, sin mayores problemas, deteniendo el crono en dos minutos y treinta segundos exactos.
