Con una entrada que se sería envidia en más de una plaza que programe carteles importantes, se celebró en Huelva por segundo año consecutivo, y después de un lustro de ausencia, el espectáculo cómico del ‘Popeye torero’, conocido por estos lares como ‘la charlotá’.
Grandes y pequeños en las gradas, familias completas, disfrutaron de un conocimiento profundo de las querencias por parte de los actuantes, de las teclas del sentido del humor de los niños y de los mayores en su recuerdo de sus primeros momentos de aficionados a la Tauromaquia.
Han sido casi dos horas de espectáculo donde la música, el humor más circense, la pirotecnia y la Tauromaquia aunaron esfuerzos para hacer pasar un rato inolvidable a todos los que se dieron cita en La Merced, una plaza que en pocos días ha acogido y va a acoger corridas de toros, corridas de rejones, forcados, cómico y becerradas en formato de clase práctica. Huelva sigue haciendo afición y acercando a los más pequeños a la plaza y a la Tauromaquia.