Tarde de figurón de Roca Rey, en hombros con Ventura en Cuenca

La Feria de San Julián de Cuenca ha comenzado con el gran éxito de Diego Ventura y Roca Rey, que han salido en hombros tras cortar tres orejas cada uno. Otra cortó del quinto Talavante. 

El primer toro de Sánchez y Sánchez fue un gran colaborador para Diego Ventura. Con celo, emoción y transmisión pese a su pobre presencia. Ventura apostó con un solo rejón de castigo aunque los cambios de ritmo provocaron que el toro topase en la grupa en varias ocasiones. Destacó el galope a dos pistas recorriendo todo el anillo y el cuarto para en un quiebro espectacular. El rejoneador sevillano remató la actuación al violín con tres cortas. Con los aceros no estuvo acertado aun así le concedieron una oreja.

Diego Ventura levantó la tarde en el cuarto. Otro toro colaborador de Ángel Sánchez y Sánchez aunque más frío de salida. Con su maestría, fue encelando al toro que terminó rompiendo. Lo llevó cosido a la grupa con impecable temple. Tardó en echarse el toro pero no impidió la concesión del doble trofeo.

Alejandro Talavante trató de torear por delantales al primero de Victoriano del Río, un toro de engatillada cara que no se desplazó mucho de salida. En la muleta no rompió. Por el izquierdo se quedó corto, por el derecho embistió sin codicia aunque con nobleza. El extremeño, con sentido de la medida, se fue a por la espada.

Alejandro Talavante cortó una oreja al quinto de la tarde. Un toro de Victoriano del Río de bajo trapío pero que abría la cara. Talavante se quiso relajar con el capote y el toro sacó brusquedad. Sin embargo, el fondo fue de clase como se vio en los ayudados genuflexos del inicio de Talavante. Por el pitón derecho fue una embestida más sosa pero por el izquierdo rompió en buenos naturales. No alcanzó la faena la dimensión esperada pero Talavante firmó naturales de soberbio trazo. Le faltó raza al toro para transmitir más y a Talavante algo de su añorada chispa. Tras un pinchazo recibió un derrote que le obligó a pasar a la enfermería tras pasear la oreja.

Roca Rey se ha inventado la faena al tercero. Un toro de cara lavada de Victoriano del Río al que cuajó con el capote con gran dimensión en lances encajados embarcando con los vuelos. Le funcionó la cabeza en una faena fundamentada en la media altura para afianzar la embestida. De contado poder. De mitad de faena en adelante, se metió en los terrenos del toro con circulares imposibles formándole un gazpacho. La afición lo vivió de pie. Oreja

Muy alegre resultó el sexto, el mejor presentado de los cuatro de Victoriano del Río: Más caja, más cara. Roca Rey no pudo templarlo con el capote como al primero de su turno pero le dio distancia en una faena importante que fue de menos a más. El toro de Victoriano cogió aire entre tandas para moverse con una transmisión que aprovechó el peruano en tandas extraordinarias. Por el derecho hubo profundidad. Con el toro aún con fuelle, se preocupó de darle fiesta igual de asentado enloqueciendo al tendido. Se fue detrás de la espada con gran raza. Las dos orejas no tuvieron discusión.