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Puerta Grande de Urdiales y Roca Rey en una tarde de «no hay billetes» en Arnedo

Foto: Philippe Gil Mir

El Arnedo Arena se engalanó para vivir una gran tarde de toros. Nadie se quería perder el cartel de auténtico lujo que agotó el papel en taquilla. Diego Urdiales y Roca Rey. Veteranía y juventud. Dos conceptos diferentes que han cautivado a la ciudad riojana para terminar saliendo ambos por la Puerta Grande.

«Mayordomo» abrió la tarde de gran expectación en Arnedo. Diego Urdiales dibujó un bonito ramillete de verónicas ganándole terreno hasta llevárselo a los medios. El riojano aprovechó el buen pitón derecho de el de Luis Algarra para recetarle series que rebosaron pureza. Firmó la obra con naturales mayúsculos y un buen espadazo. Abrió el marcador con una oreja.

Urdiales lanceó a la verónica con mucho gusto a «Vacilón», un astado con calidad, humillación, pero un punto de sosería. Inició la labor doblándose por bajo para proseguir con la diestra. Al natural, llegaron los mejores pasajes con profundidad y armonía. Muy poderoso se mostró en el epílogo, toreando en redondo. Dejó una estocada y cortó otro trofeo.

El quinto, saltó al ruedo abanto y sin fijeza. Diego Urdiales no perdió nunca la compostura con un animal muy costoso y nada fácil. Se vio la versión más valiente del riojano, que aguantó parones y mirada, pero sin dejar de lado su clasicismo. Recibió una sonora ovación.

«Resabido», que hizo segundo, fue un toro a medio gas. Roca Rey estuvo siempre muy firme, intentando hacer que rompiera hacia adelante. Terminó por meterse entre los pitones, jugándosela en más de una ocasión. Tras la estocada, cortó un apéndice.

«Jaquetón» tuvo las virtudes de la fijeza y la movilidad que supo aprovechar a la perfección Roca Rey. Lo condujo por bajo, pulseándolo mucho en un trasteo en el que puso más el propio torero. Acabó de nuevo en las cercanías con un valor seco, que le valió para cortar otra oreja.

A su hermano Fernando, le brindó Roca Rey la muerte de «Ruiseñor» con el que armó un lío. Hasta el centro de el platillo se fue para plantearle batalla a un animal que fue de más a menos. El peruano enloqueció al Arnedo Arena pasándose muy cerca al de Luis Algarra. Cayó de inmediato tras el espadazo, pero aunque se le pidió el doble premio, solo paseó uno.

 

RESEÑA

Plaza de toros Arnedo Arena (La Rioja) España. Corrida de las Fiestas de San José. «No hay billetes». Toros de Luis Algarra, bien presentados y desiguales de juego.

Diego Urdiales (de verde y azabache), oreja, oreja y ovación.

Roca Rey (de gris perla e hilo blanco), oreja, oreja y oreja tras petición.

Incidencias: Tras el pasillo se guardo un minuto de silencio en memoria de José Antonio Ruiz Aejos Martín Vlloria, novillero de la zona, fallecido este invierno.

Antonio Chacón y Paco Gómez saludaron tras pasear el sexto.

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