El Retiro es santo y seña de Madrid. Punto neurálgico de la capital, este pulmón verde es uno de los enclaves mágicos de la ciudad. No hay mejor lugar para charlar de toros con Álvaro Alarcón a 72 horas de regresar a Las Ventas. Tres orejas, tres, cortó en el pasado San Isidro. Todo un hito, pues ningún novillero lograba cruzar la Puerta Grande en el maratón de primavera desde 2007. Ahora, este sábado toca regresar y reafirmar esa dimensión. Lo más difícil, la afición de Madrid le espera. Quiere verlo de nuevo. Será en un mano a mano con Víctor Hernández, el otro gran nombre propio del escalafón novilleril de la temporada en Madrid -junto a José Fernando Molina y Diego García– y con utreros de Fuente Ymbro.
‘Llego con la misma ilusión o más, porque el triunfo es pasado, soy inconformista conmigo mismo, no me vale con esa foto de la Puerta Grande en la pared sólo una vez, deseo tener varias repetidas y, si puede ser, todos los años, así que quiero más y vuelvo dispuesto a volver a entregarme a esa afición que admiro y respeto tanto’, comenta el novillero de Torrijos.
‘Madrid me ha dado todo, porque ese triunfo me permitió torear en plazas muy importantes este año, tenía miedo a perder un poco ese respeto que te decía que siento por ella después de un triunfo así, pero al revés, se ha incrementado, porque después de sentir algo así, pasar delante de ella… En Las Ventas, cuando ven que tú lo das todo, el toro es el primero que se entrega, pero la gente va detrás’, valora deseoso de vivir de nuevo esas emociones.
Alarcón analiza en esta entrevista el cartel, cómo regresa a Madrid, el desarrollo de su primera temporada en los focos del circuito de las grandes ferias, su concepto, sus referentes, el prometedor momento del toreo toledano y hasta habla de una futura alternativa en Madrid… ‘¿Por qué no?’, piensa en voz alta.
Todo esto y mucho más en una video entrevista idónea para seguir descontando las horas hasta el sábado, inicio de la Feria de Otoño. Álvaro Alarcón, el Retiro y toros, una ecuación que no puede fallar.
