El baile de corrales condicionó el octavo festejo de la Feria de El Pilar. La ganadería titular de Vellosino la sustituyó otra de El Risco, que no ha posibilitado el triunfo de la terna. Solo López Simón y Álvaro Lorenzo recibieron las únicas ovaciones, más que por la estética de sus faenas, por la firmeza y voluntad de ambos frente a astados que no estuvieron sobrados ni de fuerzas ni raza. Alejandro Marcos, pese a ser silenciado en sus actuaciones, dejó detalles de importancia.
Voluminoso, el primero de El Risco, al que López Simón lanceó a la verónica. Llegó a la muleta apagado y aunque estaba sobrado de nobleza, no de casta. El madrileño se mostró firme pero su oponente no le dio opciones de triunfo. El cuarto manseó en el caballo. López Simón intentó darles las vueltas para que la faena tomara vuelos pero el de El Risco tenía poca fuerza y fondo.
Álvaro Lorenzo cuidó siempre a un segundo blando y desclasado. El inicio de faena de muleta fue lo más lucido, ya que fue acortado el recorrido. El toledano acabó con el desrazado de un pinchazo hondo. El quinto, con 622 kilos, estuvo también falto de raza. Álvaro Lorenzo dejó una imagen de seriedad y entrega, con un animal que no le regaló nada. Frente al costoso de El Risco logró ligar varias tandas templadas en las distancias cortas. Pinchó antes de meter la espada y fue ovacionado.
El inválido tercero fue devuelto. Antes, el banderillero Martín Blanco fue cogido al caerse durante el tercio de varas. En su lugar salió un sobrero de El Pilar complicado y con peligro. Alejandro Marcos mostró una gran actitud, jugándosela por momentos. Con la espada no estuvo acertado. Paradito y sin empuje, el que cerró plaza. Alejandro Marcos basó su labor en las cercanías, tragándole mucho, mientras embestía de forma incierta.
Plaza de toros del Coso de La Misericordia, en Zaragoza. Octava de la Feria de El Pilar. Media entrada. Toros de El Risco, desiguales de presentación, blandos y faltos de raza, en líneas generales.
López Simón (de marino y oro), ovación con saludos y silencio.
Álvaro Lorenzo (de tabaco y oro), silencio y ovación.
Alejandro Marcos (de canela y oro), silencio tras aviso y silencio.
Incidencias: Curro Javier saludó tras banderillear al quinto.