Ante un lleno en los tendidos del coso Monumental “La Luz”, en tarde fresca, se dio la primera corrida del afamado serial leonés, resultando triunfador el mexicano Leo Valadez al cortar dos trofeos y por ello salir en hombros. Una oreja fue para el sudamericano Andrés Roca Rey y una ovación en el tercio tuvo el de la capital azteca José Mauricio.
Se lidiaron seis ejemplares de la dehesa guanajuatense de Begoña, bravo y bueno el tercero, que mereció arrastre lento; calidad tuvo el primero, regulares fueron el quinto y el sexto, de poca fuerza el segundo, falto de recorrido el cuarto.
A su primero, llamado “Mi Querer”, bravo, codicioso y de buen juego, el aguascalentense Leo Valadez le ha cuajado un faenón, iniciado con una verónica y ligando gaoneras al hilo de las tablas, además de quitar de manera brillante con el quite de oro y ser ovacionado tras colocar garapullos. Su faena de muleta siempre fue a más, emotiva y por ambos lados. Hizo el toreo en redondo con lentitud y profundidad, levantando a la gente de su asiento. Cerró con manoletinas ajustadas de rodillas para dejar un estoconazo y por ello obtener dos orejas, mientras que a los restos del toro se les dio el arrastre lento.
Y en el que cerró el festejo, Valadez instrumentó dos largas cambiadas de rodillas y de pie veroniqueó con torería, además de quitar lucidamente por zapopinas con manos bajas y hacerse aplaudir con fuerza tras cubrir el tercio de banderillas, sobresaliendo su tercer par al violín, que emocionó al respetable. Con la pañosa fue por todo, con evidente disposición y entrega, pero el astado fue a menos y aun así logró pases más que lucidos por los dos perfiles, intercalando la dosantina y un trincherazo de buena factura, además de muletazos derechistas, sin ayudarse con el estoque, para matar de media estocada, ser aplaudido y al final ser paseado en hombros.
El peruano Andrés Roca Rey en su primero capoteó con mando por verónicas y mandiles. Con la sarga, a un burel de poca fuerza, lo toreó con firmeza dentro de su concepto del toreo para cuajar algunos muletazos meritorios y sufriendo un par de desarmes. Vinieron otros pases con determinación, pero sin poder redondear la faena. Dejó una estocada entera y descabello para ser aplaudido.
A su segundo, que fue pitado por falta de presencia, la autoridad terminó por regresarlo a los corrales, saliendo en su lugar otro ejemplar de la dehesa titular, la de Begoña, “Alabastro”, al que Roca Rey templó en artísticas verónicas. Con la franela inició de hinojos, pleno de actitud, firmeza y poder en su toreo, cuajando muletazos largos y profundos, mismos que calaron fuerte en el tendido para acabar de soberbia estocada y así cortar un trofeo.
En el ejemplar que abrió plaza, el mexicano José Mauricio lanceó toreramente a la verónica, llevó al caballo por chicuelinas caminándole al begoñés y quitó vistosamente por fregolinas. Con la muleta, aprovechando la calidad del astado, lo fue metiendo poco a poco en el engaño para cuajarle algunas series buenas, sobre todo, por el pitón derecho, haciéndolo con abandono y empaque. Por el izquierdo dejó algunos detalles. Mató al primer viaje, el toro tardó en doblar, le sonaron un aviso y se le aplaudió en el tercio.
A su segundo, que tuvo fijeza, pero falto de recorrido, Mauricio lo capoteó con esmero y quitó mejor por navarras, Con la sarga estuvo dispuesto, logrando algunos pases aislados y recurrir a los desplantes. No pudo redondear el trasteo, falló al matar y tuvo silencio.
Plaza de toros de La Luz, en León (México). Primera de feria. Lleno en los tendidos. Toros de Begoña, el quinto como sobrero, bravo y bueno el tercero, que mereció arrastre lento; calidad tuvo el primero, regulares fueron el quinto y el sexto, de poca fuerza el segundo, falto de recorrido el cuarto.
José Mauricio (de blanco y oro), ovación y silencio.
Roca Rey (de marino y oro), palmas y oreja.
Leo Valadez (de nazareno y oro), dos orejas y palmas.