Estamos en plena semana de pasión, en el ecuador de la Semana Santa y continuamos hoy con la segunda entrega de la relación que tienen las hermandades de Sevilla con el mundo de la tauromaquia. Ya pudimos comprobar en la anterior entrega el estrecho vínculo existente entre dos hermandades y Joselito y Belmonte o la historia de la considerada Hermandad de los Toreros. Hoy vamos a descubrir qué hermandad forma en la propia Maestranza de Sevilla hoy mismo y otras relaciones estrechas entre dinastías toreras e imágenes de hermandades.
EL BARATILLO: VECINA DE LA MAESTRANZA
Si históricamente la hermandad de San Bernardo es la más torera, en los últimos años la del Santísimo Cristo de la Misericordia y Nuestra Señora de la Piedad y María Santísima de la Caridad en su Soledad, vulgo El Baratillo, es la cofradía más taurina de la actualidad en Sevilla. Su historia queda estrechamente ligada a la tauromaquia sevillana y su patrimonio artístico está repleto de simbología, presentando su casa de Hermandad múltiples y hermosos detalles imbricados en la fiesta de los toros.
Prácticamente pared con pared, la Capilla del Baratillo y el coso de la Real Maestranza de Caballería comparten sueños y miedos, y es normal que antes de la lidia, los toreros vayan a encomendarse a la Virgen de la Caridad que, además, es desde 1939 Patrona de la Vejez del Torero.
Entre los diestros sevillanos históricamente relacionados con El Baratillo destaca Pepe-Hillo, quien donó el 17 de abril de 1774 la imagen del Patriarca Bendito Señor San José y el Niño Jesús, para su colocación en el mismo altar en que hoy se venera, y que después se incorporó como titular de esta Hermandad. El torero de Espartinas, que pertenecía a la Hermandad y es el autor del célebre “Tratado de Tauromaquia”, acudía a la Capilla del Baratillo cada vez que iba a torear en la plaza de la Maestranza. Otros que también lo han sido son Antonio Ordóñez y su hermano Alfonso Ordóñez Araújo, Antonio Borrero Morano Chamaco, Paquirri, Joselito Huertas, Manuel Benítez El Cordobés, Francisco Rivera Ordóñez, Manuel Jesús El Cid o Morante de la Puebla.
Quizás una de las cosas más características de esta relación entre Hermandad y Toros es que el albero de la Maestranza, que abre temporada taurina el Domingo de Resurrección, es “estrenado” el Miércoles Santo por los nazarenos de la cofradía, pues la arena del coso es, desde 1989, el espacio empleado por los nazarenos para formar antes de salir en procesión.
Otros ejemplos son la misa de acción de gracias que realizan todos los años por la temporada taurina, los múltiples regalos que tienen en forma de capotes de paseo y trajes de torear y el seguramente objeto más característico de todos los que tienen: un llamador de paso que se trata de una pequeña obra en la que reposan dos ángeles sujetando un capote de paseo que tiene grabado en su centro la insignia de la Hermandad y el ángel de la derecha lleva la cabeza tocada con una montera.
EL SEÑOR DE SEVILLA: EL GRAN PODER
No se entendería la Semana Santa de Sevilla sin la imagen que atesora mayor devoción en la ciudad y parte del mundo: el Señor del Gran Poder. A su nómina de hermanos pertenecieron muchos toreros: Chicuelo, Luis Fuentes Bejarano, Cayetano El Niño de la Palma (hijo), Rafael Ortega Gallito (amortajado su cadáver con la túnica de la Hermandad), El Gordito, Tomás Campuzano, Manolo Vázquez (llegó a ser miembro de su Junta de Gobierno), y su nieto Manuel Vázquez Rodríguez, que procesiona junto a su hermano y su padre (Manuel Vázquez Gago), quien porta el relicario del Beato Diego de Cádiz que ya llevaron su abuelo y su bisabuelo Andrés Gago.
Ante su imagen se casó Francisco Rivera Paquirri, devoto de la Hermandad o apadrinó a un niño del popular fotógrafo Juan José Serrano el malogrado Manuel Granero. Entre los objetos taurinos que se conservan en la Hermandad y que pudieron verse en una reciente exposición en Sevilla, destacan la Oreja de Oro que el torero sevillano Joaquín Rodríguez Cagancho consiguió en México.
No hay que olvidar la devoción que por la imagen sentía la madre de Joselito el Gallo, siguiendo descalza al Señor por las calles de Sevilla y a quien obsequió unas jarras conocidas desde entonces como las gabrielas o la del Papa Negro, cabeza de los Bienvenida, que donó a la capilla de Las Ventas de Madrid la imagen del Gran Poder que antes estuvo en su casa madrileña, como exigencia de su mujer al abandonar Sevilla para rezar ante él cuando sus hijos toreaban.
OTRAS HERMANDADES Y SU RELACIÓN CON LA TAUROMAQUIA
Repasadas las principales hermandades que tienen vínculo con la tauromaquia, hay que decir que la mayoría de las que procesionan en Semana Santa tienen algún guiño taurino o algún torero o buen aficionado ha sido devoto de sus imágenes titulares.
La dinastía de los Ordóñez, con Antonio Ordóñez (Hermano Mayor de la Hermandad de la Esperanza de Triana desde 1978 hasta 1982), con Paquirri (quien se “metió” debajo del paso para salir de costalero), y con Francisco Rivera Ordóñez (que ha sido consiliario primero de su Junta de Gobierno), ha estado muy ligada a la Hermandad del Santísimo Cristo de las Tres Caídas y Nuestra Señora de la Esperanza de Triana. Antonio Ordóñez, además, fue Hermano Mayor de otra hermandad fundamental en la Semana Santa sevillana, la de la Soledad de San Lorenzo, que sale por las calles de Sevilla el Sábado Santo y a cuya nómina también perteneció Manuel Álvarez “El Andaluz”.
Curro Romero, el Faraón de Camas, es hermano de otra hermandad de la Madrugá sevillana, la de Los Gitanos y Manolo González y sus hijos estaban muy unidos a la hermandad de la Trinidad.
Podríamos estar varias entregas más hablando sobre el tema, pues además de en Sevilla, existen otras Semanas Santa muy vinculadas a los toros, pero creo que ha quedado claro que no se entendería un mundo sin el otro.
A los que aún tenéis que acompañar a vuestros titulares, que tengáis una buena estación de penitencia.
