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Toros y Cofradías de Sevilla (primera parte)

Viernes de Dolores, con los albores del mes de marzo, la ciudad de Sevilla se prepara para vivir una de las semanas más importantes de la ciudad, esa en la que se recuerda la pasión y muerte de Jesús como en ningún otro sitio, puesto que la Semana Santa de Sevilla trasciende más allá de lo estrictamente religioso. El mundo de las cofradías, mantiene una especial vinculación con la tauromaquia, pues son numerosas las imágenes procesionales que han sido devoción de grandes toreros y estos mismos, han sido benefactores o han llegado a ocupar puestos de responsabilidad en diferentes corporaciones. Vamos a realizar un pequeño repaso, en dos entregas, por el vínculo entre ambos mundos en la ciudad de Sevilla.

uan belmonte
Juan Belmonte vistiendo el hábito nazareno de su Hermandad de El Cachorro

LA ESPERANZA MACARENA Y EL CACHORRO, DOS DEVOCIONES DE LA EDAD DE ORO

Sevilla y Triana, La Esperanza Macarena y El Cachorro o Joselito y Belmonte. Sevilla, ciudad de dualidades, también la encontró en la que se llamó posteriormente edad dorada del toreo en lo que hermandades toreras se refiere.

Quizás uno de los casos más sonados en relación al vínculo de un torero con una hermandad de penitencia, fue el caso del considerado Rey de los Toreros, Joselito “El Gallo” con su Hermandad de la Macarena. El torero fue miembro de la Junta de Gobierno en diferentes mandatos, realizó múltiples regalos a la hermandad y toreó un buen puñado de festivales a beneficio de la misma y de los habitantes del barrio.

De entre todas sus aportaciones a la Hermandad, destaca sobre el resto las cinco flores de color verde que prenden del pecho de la Virgen y que popularmente se conocen como mariquillas y que entregó el propio Joselito en 1913, tras un viaje a París. Se tratan de cinco pétalos de roca francés de color verde, que otro macareno famoso, Juan Manuel Rodríguez Ojeda, colocó a la Virgen creando un conjunto inalterable desde entonces. Otro elemento característico de la Macarena, es la pluma de oro que prende de su saya cada madrugada, que, aunque no perteneció a Gallito, sí que está relacionada íntimamente con él, pues fue un regalo de los aficionados gallistas al canónigo de la Catedral de Sevilla, Muñoz y Pabón, por su defensa en un periódico de las honras fúnebres del torero en la Iglesia Mayor de la vieja Híspalis.

Dicen que Joselito estaba dispuesto a regalar al palio de la Santísima Virgen unos varales de oro, que hubieran constituido un elemento único, pero no llegó a tiempo. La Hermandad de la Macarena está muy ligada a la tauromaquia más allá de Joselito, pues son numerosos los toreros que han formado parte de su corporación e incluso algún que otro ganadero, como el caso de Eduardo Miura, han sido hermanos mayores.

oselito macarena
Recreación a través de una fotografía de Joselito de cómo le quedaba el hábito de la Hermandad de la Macarena

Y de uno de los barrios más antiguos de Sevilla, a otro que es uno de los más visitados en la actualidad y que más historia tiene: el de Triana. Allí el otro coloso de la dorada edad, Juan Belmonte, cautivó sus devociones, en especial la de su Cristo de la Expiración, vulgo El Cachorro. Juan, era lo que en Sevilla conocemos como un auténtico capillita y fue un gran cofrade para su Hermandad. Mientras pudo, salió de nazareno, concretamente de maniguetero del palio de la Virgen del Patrocinio y toreó algunos festivales en beneficio de la bolsa de caridad de la corporación

Según cuenta, cuando se quitó la vida (que para más señas fue a una semana justa de la Semana Santa), dicen que tenía su papeleta de sitio en el bolsillo, para salir de nazareno. A pesar del escándalo de la época, y tras superar muchas barreras eclesiales, fue vestido con la túnica de nazareno de la hermandad para su sepelio y con ella está enterrado. También tenía devoción por la Esperanza de Triana, que conserva una saya realizada con un traje del torero.

LA HERMANDAD DE LOS TOREROS: SAN BERNARDO

No se entendería la tauromaquia sin el barrio de San Bernardo en Sevilla y la hermandad que allí reside, tampoco se entendería sin sus vínculos toreros. Por su nómina han pasado multitud de diestros, tanto figuras del toreo como subalternos, que han forjado una historia, la de una cofradía y un barrio torero por excelencia en Sevilla. Dinastías toreras de la talla de la familia Rodríguez, Carmona, Trigo o Vázquez están entroncadas totalmente con el barrio y con la cofradía de San Bernardo.

Ya desde el siglo XVIII, la familia Rodríguez, apuntó a las listas de la cofradía a multitud de matadores de toros que fueron hermanos y vistieron la túnica de la hermandad. Entre ellos, ni más ni menos que al famoso Joaquín Rodríguez “Costillares”, uno de los pilares fundamentales de la Tauromaquia.

De esta etapa primigenia, no hay que olvidar a otros grandes toreros que fueron hermanos, destacando a Curro “Cúchares”, auténtico mecenas de la Hermandad y cuyos restos mortales se encuentran reposando en la parroquia, a los pies del Cristo de la Salud o el también torero y yerno de éste, Antonio Sánchez “El Tato”.

Pero si una familia es la que se identifica por completo con la hermandad, esa es la de los Vázquez. Vecinos del barrio, dieron todos los hermanos sus primeros pasos taurinos en el antiguo matadero y vistieron la túnica morada y la capa y el antifaz negro, acompañando al Cristo de la Salud y a María Santísima del Refugio.

Decir que Manolo Vázquez llegó a ser hermano mayor y que Pepe Luis, siempre que pudo acudió a realizar su estación de penitencia. Una vez ya colgada la túnica, acudía cada Miércoles Santo al puente (pues es uno de los lugares señeros para ver la cofradía), para contemplar el cortejo penitencial. Ambos, cuando fallecieron, recibieron el último adiós ante sus titulares y sus féretros fueron cubiertos con el paño mortuorio de la Hermandad.

Más de sesenta toreros han pasado por la nómina de esta corporación (otro gran ejemplo fue Diego Puerta), dejando su impronta en las calles con su presencia y a través de las numerosas donaciones de vestidos de torear, capotes de paseo y otros enseres que han servido para confeccionar sayas a la Virgen y que se pueden ver en el museo de la Hermandad.

pepe luis vazquez
Pepe Luis Vázquez vestido de nazareno de San Bernardo
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