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El toreo grande se enseñoreó en Brihuega

Roca Rey, Juan Ortega y Emilio de Justo dan una gran tarde de toros en Brihuega con toros de Garcigrande

Primero, picado en la paletilla, llegó a la muleta con gran humillación, que aprovechó Emilio para sacárselo con unos poderosos doblones arrastrando la muleta por los dos pitones, que tal vez quebrantaron en exceso al animal, porque ahí se quedó la pujanza del de Garcigrande. En el toreo en redondo, faltó emoción, porque faltó toro. Deja un pinchazo y estocada arriba hasta la gamuza. Silencio.

Segundo, el de Garcigrande se deja enjaretar suaves verónicas por el izquierdo, pero por el derecho, arrollaba un poquito. La faena la comienza Juan Ortega por la zurda, y poco a poco se hace con el toro, con series extraordinarias, parando el tiempo. Gran clase la del toro, y delicatessen para los sentidos, el toreo de Juan Ortega.  Cuando cogió la diestra, el animal estaba ya entregado para la gran obra. Excelentes pases en redondo, pases del desdén, molinete y toreros desplantes. Pero lo mejor estaba aún por llegar. De nuevo, al natural, llegaron los muletazos más largos, cadenciosos y toreros. Perfecto. Y un estoconazo del que salió rodado el toro. Pues lo q era de dos pañuelos de una vez, quedó en uno, mor del usía, q debía estar en la luna de Valencia. Oreja con fuerte petición de la segunda.

Tercero, bien picado, quite vistoso de Roca Rey y brinda a Juan José Domínguez. Comienza la faena de rodillas en el tercio. Ya en los medios, el toro  de larguísimo recorrido y repetición, luce un viaje además franco. Solo que tiende a desparramar la vista en el segundo muletazo, si no se le lleva muy tapadito. Toreo en redondo made in Roca Rey. Molinete de rodillas antes de echarse la muleta a la izquierda. El toro va mejor por ahí, muy humillado y con transmisión. Faltó templanza y entenderse. Deja estocada arriba atravesadilla, por lo q requiere de un golpe de descabello. Y aquí el palco no duda en dar las dos orejas.

Cuarto, tras voltereta, mientras lo llevaba en galleo por chicuelinas, hizo tener que quedara mermado en sus fuerzas, pero no fue así, y De Justo dio un recitar de muletazos largos, reunidos, profundos y ligados a colosales pases de pecho. También al natural brilló a enorme altura, con un toro entregado, noble, bravo y de gran fijeza. Otra tanda más por la derecha, con el toro haciendo el avión. Sinfonía de toro y torero. Con la espada de verdad, y tibia petición de indulto, toreó de rodillas como si estuviera de pie. ¡Qué muletazos! Y el de pecho, ¡un monumento! Deja un estoconazo en el hoyo de las agujas, y ¡sólo dos orejas! Era faenón de rabo, sin duda. Tarde, mal y nunca sacó un merecido pañuelo azul para el toro. Triunfal vuelta al ruedo de Emilio de Justo.

Sale el quinto, y Ortega lo torea a la verónica con unos lances sencillamente extraordinarios, con media por el derecho que aún la sigue dando. No hay palabras para describirlo. La perfección con la capa. Y, de regalo, otro quite por delantales a pies juntos bellísimo. Y todo, todo, despacio. Brinda a una señora que parece enferma de cáncer. Se lo saca por bajo, y el toro sigue con gran tranco. Receta un cambio de mano de cartel, y tan despacito… El toro se rebrinca ligeramente al final del muletazo y pega un gañafoncito que desluce el mismo, en la primera tanda. Por el izquierdo lo hace igual. No alarga el trasteo y receta otra sensacional estocada, q, por sí misma, vale otra oreja, q piden y concede. Todavía revolotean esas verónicas eternas.

Sale el sexto, al que recibe Roca Rey con una larga cambiada en el tercio. Después, toreo por delantales y media de remate. Comienza la faena recibiendo al tiro en los medios con un cambiado por la espalda. El toro humilla y coge la muleta con celo,en la primera tanda en redondo. Otra tanda más con la derecha y el toro demostrando fijeza y nobleza. Al natural, otra tanda bajando mucho la mano y largo pase de pecho. El animal es una perita en dulce, con el que se entretiene en dar redondos de espaldas, péndulo y toda su Tauromaquia. Manoletinas previas a dejar una estocada entera fulminante. Oreja.

Alicia Peñarrubia

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