El novillero extremeño da buena imagen en su vuelta a Las Ventas tras el percance que hizo temer lo peor allá por el mes de marzo
Arrancaron las noches de verano en la Monumental de Las Ventas. Novillada en desafío improvisado de Saltillo y Fuente Ymbro. Tres y tres. Una terna curtida en los pueblos, en las batallas más duras. La vuelta de José Rojo tras el espeluznante percance entrando a matar en uno de los primeros festejos de la temporada: los pitones le pasaron por el cuello, milagrosamente sin consecuencias.
Se juntaron cerca de 7.000 personas para este primer festejo, anunciado con tan poco margen. Buena señal de lo que está por venir en el certamen nocturno con el plan de ocio gastronómico en las galerías superiores de los tendidos 5, 6 y 7.
El primer novillo de Saltillo tuvo muchos ademanes de manso. El más evidente, querer saltar la barrera en los terrenos del tendido 7. Diego Peseiro estuvo muy entregado en todo momento. Desde un tercio de banderillas, en un principio protestado, a un par al violín al borde del percance. Resultó torero el inicio genuflexo y la primera tanda sobre la mano derecha. No quiso más el de Saltillo que despertó complicaciones.
Idéntica fue la actitud del portugués ante el cuarto, de Fuente Ymbro, al que recibió con una vibrante portagayola. El pitón humillado pasó muy cerca de su muslo derecho. En el quite de Montero -templado y ajustado- se vio la buena humillación de un novillo que se desfondó demasiado pronto. Como apabullado por las ganas de Peseiro en banderillas y en un inicio de faena de rodillas cambiándolo por la espalda. Se acabó el novillo y con él la oportunidad venteña.
Muy serio fue el regreso a esta plaza de José Rojo. Novillero extremeño que hizo frente a un primero de Saltillo que se movió con agresividad primero, para ponerse reservón después. Lo metió en vereda con un buen inicio genuflexo. Toda la faena fue de apostar, le dejó la muleta en la cara y tiró de las pocas embestidas que le regaló. Antes del esfuerzo, cuando el subalterno Daniel Sánchez iba a cerrarlo en el burladero, fue prendido recibiendo una “contusión costal y puntazo corrido en axila izquierda. Pronóstico reservado.” Según el doctor García Padrós.
Buen saludo capotero al sexto, el de Fuente Ymbro se desplazó con buen son en los primeros compases. Después terminó soseando. Aun así le recetó dos extraordinarios naturales, un buen cambio de mano y un acompasado final de faena. El extremeño volvió a tirarse con decisión, cobró la estocada en el segundo encuentro y un gran golpe de descabello.
No tuvo mala condición el quinto, de nombre ‘Hurón’ como el inmortalizado en esta plaza por Diego Urdiales en Otoño de 2018. Francisco Montero le pegó dos lances genuflexos estimables, unas vistosas lopecinas y un sinfín de muletazos. No alcanzó el entendimiento. Los derrotes al final del muletazo del novillo fueron violentando la embestida. Montero no encontró modo de arreglarlo, pese a la buena intención del novillo. Una despedida como novillero agridulce. Se doctorará en Orthez (Francia) con toros de Dolores Aguirre y Juan Luis Fraile junto a Octavio Chacón y Sergio Flores el próximo 24 de julio.
Mejor estructura se le vio a Francisco Montero con el durito segundo, de Saltillo. Reponía continuamente pero aprovechó la inercia para plantearle batalla, especialmente por el pitón derecho. Enfibrado, muy centrado, demostrando evolución. Por el izquierdo, muy orientado, tiró de oficio con el estoque ayudado para abrir la embestida.
Plaza de toros de Las Ventas, en Madrid. Un tercio de entrada. Novillos de Saltillo y Fuente Ymbro (4º, 5º y 6º), desiguales de presentación, con mayor entidad los de Fuente Ymbro. El mejor, el quinto; y se dejó, con inercias, el 2º, orientado por el izquierdo.
Diego Peseiro (de caldero y oro), silencio tras aviso y silencio.
Montero (de blanco y plata), silencio en ambos.
José Rojo (de carmesí y oro), ovación tras aviso y ovación.
