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Rufo conquista la Puerta Grande de Madrid

El joven matador corta dos orejas en su confirmación en una tarde marcada por el magisterio de El Juli y la entrega de Talavante

Día grande en Madrid. Las Ventas con ambiente de acontecimiento. Ni una entrada disponible. A la llegada a la plaza los reventas, en lugar de ofrecer, preguntaban: ¿le sobra alguna entrada? Se cotizó el boleto a precio estratosférico.

Tras el paseíllo, una fuerte ovación recibió a El Juli. Invitó a sus compañeros a compartir con él el cariñoso gesto de la afición de Madrid. Tanto Talavante como Rufo declinaron. La vuelta tras la magistral faena del 9 de mayo merecía ese reconocimiento en solitario. Lo que a esas alturas no podíamos imaginar es que estaba por llegar otra faena para la historia.

Pero el gran triunfador de la tarde fue el confirmante: Tomás Rufo. Absolutamente lanzado desde aquel verano de 2019 cuando Las Ventas lo descubrió como novillero, abrió la Puerta Grande en aquella Feria de Otoño. La pandemia no paró su progreso. La faena del San Isidro pasado en Vistalegre, aquel toreo de capote en El Puerto y la alternativa perfecta en Valladolid. Otro invierno de crecimiento. Este 2022 suma un éxito por corrida actuada. Cuatro orejas en Castellón, Puerta del Príncipe en Sevilla y ahora la Puerta Grande de Las Ventas. Una figura en potencia que va consolidando su camino en cada paso.

Abrió la tarde y su lote un cinqueño estrecho de sienes, con buen cuello. Colocó la cara con clase de salida. Tomás Rufo lo lanceó con serenidad. La ceremonia de la confirmación de manos de su maestro, de la figura con la que más tardes está compartiendo cartel en su inicio en la profesión, El Juli. Brindó al público que un verano apostó por él, que le siguió, que le esperó, que lo lanzó. Empezó la faena redescubriendo el talento del toro. Con la mano derecha empezó a coger la faena una dimensión importante. Los derechazos en redondo eran cada vez más apurados. Ceñido toreo que no alcanzó ese punto por el pitón izquierdo. Pero no importó, la humillación del Garcigrande era tan especial que requería teclas distintas por cada pitón. Rufo aprovechó ese punto especial para los detalles por bajo, para le pase de la firma, para el desdén dormido. El toro lo tomaba precioso. La vuelta a la derecha trajo consigo la locura de la plaza. Se puso molesto para entrar a matar, escarbando. Lo único feo que tuvo en toda la faena el gran toro. La oreja llegó tras un espadazo contundente.

Cerró la tarde un toro complicado en los primeros tercios al que cuajó con los palos Fernando Sánchez. Como buen veterano Carretero entró solo en un par aunque sea lidiador. Sánchez tuvo que destocarse porque fue sencillamente espectacular. Tomás Rufo comenzó el trasteo doblándose con el toro, pivotando genuflexo. El toro demostró obediencia aunque también cierta irregularidad. La faena pasó sus fases, con algunas muy intensas y otras de menor composición. El torero de Talavera no se aburrió, buscando la pureza y el buen toreo. El final, muy ligado e intenso, puso a la afición de pie. La estocada contundente -más que buena- propició la oreja. Puerta Grande a un torero con madera de figura.

Decíamos que es con El Juli con el torero que más se ve en los ruedos. Apoderados por la misma casa es la forma de combinar la veterana experiencia en su fase más reposada con la mordida más pura de la cantera. La figura madrileña volvió a firmar una faena magistral ante el cuarto de la tarde. El toro derribó al caballo y planteó dificultades en la lidia. Empezó fijando al distraído toro de Garcigrande con doblones de gran autoridad. Empezó dándole coba al toro a media altura, empujándolo. Al coger la mano izquierda le bajó las telas para poderlo. Muy bien colocado, fue jaleando con la voz la embestida. Empezó a coger el toro un ritmo hasta ese momento sólo descubierto por la prodigiosa mente de El Juli. Con la derecha logró dos series más llenas de ligazón, mando y profundidad. Finalizó con el compás más cerrado, al natural. Tenía las dos orejas cortadas, como en la tarde de La Quinta. La espada volvió a afear una faena que, aun así, debió ser premiada con una oreja que el presidente le mangó sin descaro a El Juli. Le obligaron a dar la vuelta al ruedo.

Abrevió con el segundo, que se lastimó sin opción alguna.

Alejandro Talavante padeció la frialdad de Madrid en el tercero. El toro más desproporcionado por su morfología. El extremeño, que lo trató con suavidad en el capote, no se terminó de acoplar con un noblote toro al que le faltó un punto de humillación. Sin embargo, dio la vuelta a la sensación que estaba pesando sobre él en estas dos primeras comparecencias con una entrega inabarcable ante el quinto. Se echó de rodillas tras brindar al público. Empezó la faena pasándolo de rodillas para torearlo en redondo de hinojos. Los pitones le rozaban la bragueta. Tras quedar a merced, se recompuso y volvió a echarse de rodillas. Una actitud que no cesó en toda la faena, de importante calado. Reconciliación con la afición. Terminó muy cruzado, metiéndose en la amplia cara del garcigrande, mirando al tendido en algunos muletazos rememorando a Litri. Incluso, asustó en un desplante desarmado. La espada se llevó la posibilidad del trofeo.

Corrida importante de Garcigrande, que no fue sencilla para las cuadrillas por su complejidad en los primeros tercios, pero que dio grandes opciones en la muleta. Especialmente cuatro toros. La tarde de la confirmación de Tomás Rufo será recordada por la gran faena de El Juli y la arrolladora actitud de una figura en potencia.

RESEÑA

Monumental de las Ventas. Viernes, 20 de mayo de 2022. Décimotercera de la Feria de San Isidro. Lleno de ‘No hay billetes’. Toros de Garcigrande, bien presentados y de buen juego en líneas generales. Destacaron el enclasado 1º, el fondo del 4º y la nobleza del 5º.

El Juli, de azul azafata y oro. Cuatro pinchazos y una estocada contraria y trasera (silencio). En el cuarto, pinchazo y estocada trasera. Dos avisos (vuelta al ruedo tras fuerte petición).
Alejandro Talavante, azul cobalto y oro. Estocada baja (algunos pitos). En el quinto, pinchazo y estocada atravesada (saludos).
Tomás Rufo, de blanco y oro. Estocada trasera y tendida. Aviso (oreja). En el sexto, estocada (oreja).

Incidencias: Tomás Rufo confirmó la alternativa con el toro Cascabel de Garcigrande (aunque con el hierro de Domingo Hernández) marcado con el número 74. Abrió la Puerta Grande de Las Ventas. Saludaron en banderillas: Miguelín Murillo (en el quinto) y Fernando Sánchez (en el sexto).

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