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Rápido y vibrante encierro de Jandilla, con un gran número de caídas y arrollamientos, que deja un herido por asta de toro

Tras el comprometido encierro que abrió la semana, los Jandilla no han hecho honor a la fama de peligrosos que arrastran, ya que son los que poseen el récord de corneados. Los astados que pastan en Badajoz han protagonizado una carrera velocísima a la vez que aparatosa en cuanto caídas y arrollamientos. Aún así, esto no ha condicionado a los corredores, que han podido aprovechar los huecos que les han brindado, especialmente a partir de Estafeta, viviendo carreras muy lucidas.

La manada salió hermanada de los corrales con varios toros negro echando miraditas y derrotes. Pronto tomó el liderazgo un toro castaño en Santo Domingo por el lado izquierdo de la calle por donde iba barriendo a todo aquel que se encontraba. Este resbaló en la curva del Ayuntamiento tras arrollar de fea manera a dos corredores. Uno de ellos sufriendo una fuerte voltereta. Fue en ese momento cuando tomó el relevó uno de los de capa negra.

Hoy ha sido uno de los escasos días en los que ninguno de los animales ha chocado con el vallado de la curva entre Mercaderes Estafeta. En esta recta, iban a la cabeza dos ejemplares junto a un cabestro, que marcaron la velocidad y se mantuvieron en ella hasta la entrada en los corrales. Fue uno de los tramos donde se pudieron ver más caídas a la vez que hubo carreras lucidas porque la manada iba estirada. A mitad de este tramo, resbaló una de las reses, alargándose aún más.

La entrada al Callejón no dejó de ser menos accidentada. Uno de los Jandilla cayó al tropezar con uno de los corredores, enganchando con el pitón por la pierna a otro que caía delante de él, librándose milagrosamente de la cornada. Mientras estaba en el suelo, sus hermanos más rezagados entraban a la plaza. Fue en ese instante cuando se ha producido uno de los hechos de más peligro. El toro castaño ha llevado a un corredor enganchado en el pitón por la camiseta, arrastrándolo varios metros. Tras estos incidentes, los toros entraron en los corrales tras un rápido y vertiginoso encierro de dos minutos y veinte segundos de duración.

 

 

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