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Plaza de toros de «La Glorieta»: Pinceladas históricas

Este fin de semana, ha comenzado la feria que anualmente se celebra en una de las Plazas más icónicas de nuestra geografía: “La Glorieta” de Salamanca. Una de las tierras taurinas por antonomasia, cuenta con uno de los cosos con más sabor y con una de las aficiones más respetadas y consideradas en todo el mundo. En este artículo, vamos a conocer un poco mejor el origen e historia de este singular recinto.

 

Escena costumbrista: una vendedora ambulante frente a la puerta grande del coso de “La Glorieta”

 

NECESIDAD DE UN NUEVO COSO: UNA IDEA ENTRE CAFÉS

A finales del siglo XIX, eran famosos en Salamanca los distintos cafés, en los que se reunían la flor y nata de la sociedad de la época y proliferaban las tertulias taurinas. En una de ellas, la del Café Suizo, surgió la idea de la construcción de una nueva plaza de toros a principios de la década de 1890.

La idea de fomentar las corridas de toros, que en aquel momento se consideraba como el acto de mayor atractivo de las Ferias y Fiestas de Salamanca, motivó la idea de querer construir un coso más grande del que existía ya en la ciudad. Los integrantes de la tertulia, que eran grandes empresarios y benefactores de la ciudad, estaban tan entusiasmados que aportaron casi sin pensarlo cada uno 5.000 pesetas lo que, sumado a las donaciones de otros comerciantes y ciudadanos, hicieron que los inicios fueron ágiles y se compraron seis terrenos en la zona de La Glorieta, de la que la Plaza heredó el nombre.

A pesar de ello, hay que destacar que no todo el mundo estuvo de acuerdo con la construcción del coso y se esgrimieron todo tipo de argumentos, tanto éticos como económicos, para intentar impedir el proyecto.

Muchas más sombras que luces tuvo también la gestión de la plaza de toros de la Glorieta para las más de doscientas familias que aportaron capital en su construcción. Desde la inauguración en 1893, una Junta Directiva elegida por la Junta General de Accionistas trató, sin mucho éxito, de atender la explotación económica de la plaza de toros. En 1911, era tal el problema financiero que, ante la necesidad de realizar algunas obras de mejora necesarias para celebrar las corridas de aquel año, se pensó en hipotecar el coso. (1)

Cada vez aumentaba el número de accionistas partidarios de arrendar la plaza y abandonar la explotación, enfrentándose la sociedad en un debate intenso. Ese mismo año, concluido el tiempo para el que la Sociedad Constructora se formó, se establecieron las bases para la constitución del Condominio de la Plaza de Toros cuya escritura fue firmada el 18 de diciembre de 1911. (1)

En 1913, la aportación económica de los comerciantes y empresarios de la ciudad en una sociedad temporal, promovida por accionistas opuestos al arrendamiento a una entidad privada, permitió que hubiera toros en la Ferias y Fiestas de ese año. 600 acciones de 100 pesetas cada una fueron suscritas íntegramente por empresarios de la ciudad. Esta asociación temporal fue el germen de la sociedad «Unión Popular de la industria y el comercio» constituida en 1915 para el arrendamiento y la consiguiente explotación de la plaza de toros de la Glorieta. Con algunas novedades con respecto a la gestión anterior, como el aumento de una corrida en la feria taurina de septiembre o la celebración de otros espectáculos como actuaciones circenses, charlotadas o empastres, además del subarriendo de algunas de estas y otras actividades, la sociedad Unión Popular arrendó y explotó, con más pena que gloria, la plaza de toros de la Glorieta hasta su disolución en 1932. A partir de ese momento la plaza de toros se arrendó para su explotación por licitación pública de forma periódica. (1)

 

Fundadores de la Plaza de Toros, Venancio Gombau (Vía blog “Salamanca en el ayer”)

 

CARACTERÍSTICAS DE LA CONSTRUCCIÓN

El edificio fue construido muy rápidamente, en apenas quince meses (se había iniciado su construcción el lunes 30 de mayo de 1892 y como estaba previsto se inauguró el día 11 de septiembre de 1893).

Posee un diámetro exterior de 88 metros, su fachada se construyó en ladrillo con recercos de piedra de villamayor, formando un polígono de 70 lados con siete pabellones alternados con galerías de arcos con columnas y arquerías de fundición. Está catalogada dentro de la arquitectura ecléctica y solo en los palcos interiores muestra decoración arabesca. El ruedo tiene un diámetro de 54 metros. Inicialmente los espectadores que podía contener la plaza eran de un total de 10.858 personas sentadas. Hoy la empresa anuncia un aforo de 11.800, mil más pues se amplió el número de asientos en 1993. El proyecto fue ejecutado por el ingeniero Mariano Carderera con el que colaboró el ingeniero de caminos Gumersindo Canals al parecer encargado de los planos de situación de la obra por su posición entre dos carreteras. La dirección facultativa quedó en manos del ingeniero agrónomo, maestro de obras, diputado provincial y catedrático de la Facultad de Ciencias, Cecilio González Domingo. Fue construida íntegramente por empresas salmantinas y costó un total de 452.193 pesetas.

 

Plaza de Toros de la Glorieta en una antigua postal

 

LA FELIZ INAUGURACIÓN DEL COSO

Todo estaba preparado para la gran inauguración del coso en las corridas de Ferias de 1893, contratando para ello a dos de los espadas más importantes del momento, Luis Mazzantini y Rafael Guerra “Guerrita”, que finalmente no pudo actuar (a pesar de que quedó ya su nombre en los carteles inaugurales) por sufrir una fea cornada en el cuello pocos días antes.

Para intentar salvar los carteles se contrató a otro torero cordobés, Rafael Bejarano “Torerito” para las corridas de los días 11 y 12 y a Antonio Arana Carmona “Jarana”, para el día 13 de septiembre.

La primera corrida de “la Glorieta” fue lidiada “mano a mano”, por Mazzantini y “Torerito” y se registró un lleno total en los tendidos. El primer toro, negro listón, de nombre “Ranchero”, de la ganadería de D. Eloy Lamamie de Clairac, fue muerto por Mazzantini de una estocada, demostrando enorme bravura pues alcanzó mortalmente a un número considerable de caballos de picar. En las crónicas, en las que como es normal varían las opiniones, se dice que “Torerito” obtuvo una oreja con el segundo toro y estuvo bien en sus otros dos. Por contra, Mazzantini estuvo mal en los tres, tan mal que, al parecer, fue amonestado por el Sr. Girón Severini, presidente de la corrida y alcalde de Salamanca.

Tras la inauguración, la Plaza sigue siendo muchos años después un referente en la que cada septiembre se dan cita los mejores toreros del momento, como ya hemos podido ver este fin de semana y de los que disfrutaremos también el próximo.

 

 

(1) Blog “Salamanca en el ayer”

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