Toda la noche estuvo lloviendo en Olivenza. La empresa, Fusión Internacional por la Tauromaquia, con buen criterio, colocó una lona para cubrir el ruedo. Sin ella, no hubiera podido darse la matinal. Porque minutos antes del festejo, la lluvia dejó de descargar y los toreros, tras reunirse con la empresa y autoridad, aprovecharon la tregua desde el cielo y tiraron para delante después de frenéticas reuniones en el patio de cuadrillas.
Entonces, comenzó el trabajo contrarreloj de los operarios. Retiraron la lona, adecuaron el ruedo en un tiempo récord y, con apenas 20 minutos de retraso, Diego Ventura, Antonio Ferrera, Leo Valadez y el resto de profesionales ya trenzaban el paseíllo con dos tercios del aforo cubierto.
Puedes comprobar como si estuvieras en el mismo patio de cuadrillas como fueron estos instantes previos al comienzo del festejo, gracias a esta galería fotográfica de Sandra Carbonero:
