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Nimeño II, el primer ídolo francés del toreo

Recuerdo de la trayectoria del inolvidado matador en el 30 aniversario de su muerte

Este jueves 25 de noviembre se han cumplido 30 años de la partida de Nimeño II. Christian Montcouquiol nació por razones familiares en la localidad alemana de Spira el 10 de marzo de 1954. Taurinamente le adoptó la ciudad que le vio crecer, Nimes.

No tuvo un comienzo fácil aunque gracias a la lucha de su hermano Alain (Nimeño I) y de Simón Casas encontró un camino con mayores oportunidades. Francia, que hoy apoya tanto a sus talentos locales, en aquella en la que la fiesta en ese lado de la frontera era más elitista, exclusivamente de figuras, a penas había novillada y cuestionaba la capacidad de que un paisano pudiera competir con los toreros de habla hispana.

Christian se abrió paso en el mundo del toro a base de valor y una acusada personalidad que no dejó indiferente a nadie. Manolo Chopera decidió ayudarle tras verle una tarde en Barcelona. Logró los máximos trofeos en los Sanfermines del 76 y cosechó rotundos triunfos en Nimes. Salió a hombros en Las Ventas como novillero en 1977, unos días antes de tomar la alternativa en su tierra de manos de Ángel Teruel con José María Manzanares de testigo con toros de Torrestrella. Aquel año sumó 40 paseíllos, cifra que prácticamente igualaría en la siguiente temporada.

Confirmó la alternativa en Las Ventas de manos de Rafael de Paula y con Ángel Teruel como testigo en esta ocasión. Nimeño fue gravemente herido. Le tuvieron que hacer algunas transfusiones y bromeaba con su entorno recordando el venenoso dicho de algunos aficionados franceses que decían que para ser torero «hay que tener sangre española». «Pues ya la tengo», decía con sorna.

Logró conquistar a la Monumental de México consiguiendo un gran cartel después de soberbias actuaciones a raíz de su confirmación con Manolo Martínez y Dámaso González. Muy importante fue su triunfo del año 83.

Ya en la década de los 80 se integra en un cartel de lujo que tenía todas las ferias formado por los matadores banderilleros junto a Morenito de Maracay, Luis Francisco Esplá, Víctor Mendes y El Soro. Suerte que dominó con pureza, oficio y espectacularidad.

Nimeño

Su mejor faena en Madrid fue la realizada ante un toro de Victorino Martín el 3 de octubre de 1988. En Francia compitió con todas las figuras del toreo, en España se abrió paso siendo fiel a su concepto del toreo y en América consiguió expresar su personalidad sin tapujos.

En la temporada de 1989, en Nimes se quedó con seis toros al caer herido Víctor Mendes en un mano a mano. Ese año se cruzó en Arles con un toro de Miura que devastó su cuerpo y su alma de conquistador. Dos años después llegaría el fatal desenlace.

Hace unas semanas tuve el privilegio de conocer en persona, a unos metros del anfiteatro de Nimes, a Alain Montcouquiol Nimeño I. Fanny Jourdan y Antoine Capdeville propiciaron el encuentro. Alain acompañó como apoderado a su hermano, viajaron siempre juntos. Me habló de su libro ‘Cúbrelo de luces’ dónde recogió las vivencias con su inseparable hermano para que lo conocieran mejor los hijos de Christian, Sophie y Alexandre. Comentamos la preciosa exposición fotográfica que ha estado colgada en los arcos exteriores de la plaza de toros. Curiosamente respetada por los antitaurinos. Fue un encuentro entrañable que guardo con cariño y que espero que se repita cada vez que pise Nimes para recordar a un torero querido que escribió una página de oro en el mundo del toro contra todos los elementos.

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