Hoy, Día del Periodista, recordamos a Andrés Martínez de León, uno de esos lujos que de vez en cuando se da la cultura española
Martínez de León, nacido en Coria (Sevilla) en 1895 y fallecido en Madrid en 1978, fue, además de periodista (en El Noticiero sevillano, El Sol, La Voz, El Debate, El Ruedo) escritor, pintor, ilustrador, caricaturista, narrador…
Su faceta de periodista en estado puro le une a otro grande, que a la vez fue amigo suyo, Manuel Chaves Nogales, para quien hizo las ilustraciones de la primera edición de “Juan Belmonte, matador de toros”. Martínez de León, como Chaves Nogales, viajó, enviado por La Voz, a la Rusia Bolchevique y desde allí, sin renegar de sus convicciones pero como agudo observador, supo reflejar las contradicciones de la Revolución.
Y lo hizo a través de su alter ego Oselito, personaje de su creación Martínez de León creó y dibujó a Oselito en 1918, unos dibujos que ilustraban las crónicas del periodista López Cansino. Un Oselito que era, en el trazo, Joselito El Gallo, aunque, paradójicamente, Martínez de León fue amigo y admirador de Juan Belmonte.
Oselito fue, al poco tiempo, dibujo y escritura. Martínez de León, como explicó años después, quiso, a través de Oselito “ representar el genio popular de Andalucía y, concretamente, el sevillano. Este tipo lo repetía casi sin proponérmelo en mis primeras historietas y, antes de que yo tuviera plena conciencia de su presencia, la tuvo el público, quien lo bautizó con el nombre de Oselito, por su parecido con el torero Joselito El Gallo”.
Martínez de León- Oselito firmaba crónicas taurinas donde el juicio crítico, a menudo crítico, se disfrazaba de gracia, sarcasmo y una irresistible capacidad para la sentencia más hilarante, desde un agudo conocimiento del toreo. Y un gracejo único.
Crónicas y dibujos taurinos, una antología de ellas recogidas en el libro “El toreo; sus males y sus remedios” (Ed Bellaterra).
Como decíamos, Martínez de león-Oselito viajó al Moscú de los soviets (“De Coria a Sevilla pasado por Moscú” Ed .Diputación Sevilla) y dejó testimonios como este: “ Voy a contá lo que vea y si unas vese le resurta a ustede demasiaó negro o demasiaó blanco, echarle, como yo, un poquito de sel y en pas. Que me vengan despué disiendo: ¡Oselito e enemigo de lo pobre, de lo degraasiao! . No hijo, de verdá que no. O, por er contrario, me griten Oselito e un bolcheviqui!. Tampoco”.
A Martínez de León el estallido de la Guerra Civil le sorprendió en Madrid, trabajando como ilustrador para Ahora. Se trasladó a Jaén con su familia, alistándose como miliciano y sus viñetas y dibujos aparecieron, entre 1937 y 1938 en Frente Sur, editado por el Comité provincial del PCE en Jaén. El poeta Miguel Hernández lo recibió un día en primera línea de combate y escribió :” Hoy ha venido Oselito a visitarnos en el Frente”.
Martínez de León-Oselito, acabada la Guerra , sufrió cárcel (condena a muerte luego conmutada tres años después por treinta años de confinamiento) y desde allí siguió mandando obras, de forma clandestina, a distintas publicaciones, lo que ayudó a su familia a sobrevivir, hasta que un indulto general en Navidad de 1945 le devolvió a la libertad (la de aquellos años de la Dictadura). Regresó a Sevilla donde a duras penas publicó y se volcó en la pintura taurina, con especial repercusión en México, lo que resultó de gran ayuda moral y económica. También hizo tiras taurinas y deportivas (suya, de Oselito, es la invención del célebre grito ¡Viva er Beti manque pierda!.
Los últimos años, hasta su muerte, los pasó en Madrid, donde, las tardes de toros, siempre iba caminando desde Manuel Becerra a Las Ventas.
¡Viva Oselito!