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Mario Palacios: “Si se me hubiera escapado algún tren, estaría en mi casa”

El joven matador extremeño afronta una temporada relevante en la que espera conseguir entrar en el escaparate de la Copa Chenel

Tomó la alternativa en Alés (Francia) en 2018, de manos de Marc Serrano con Alberto Aguilar como testigo. Palacios espera su oportunidad con la esperanza de poder hacerse un hueco como matador joven con capacidad. Dio la cara en Madrid como novillero y consiguió coger ambiente en Francia con las ganaderías más duras en su última etapa con los del castoreño. Su arma es la constancia. “Sólo he hecho un paseíllo en España como matador de toros, creo que no se me ha pasado el tren, como mucho algún cercanías pero el tren que todos estamos esperando aún no me ha pasado. Si hubiera pasado y no lo hubiera aprovechado ya habría recogido mis trastos y me habría ido a mi casa”.

Las Ventas es el escaparate al que aspira para salir del anonimato, para que cuenten con él. Pero el sistema está al revés. El bagaje necesario es imposible conseguirlo y las oportunidades son contadas: “Madrid es el sueño de todo el que se pone delante del toro. Soy realista y sé que no estoy preparado para ir porque me falta ese rodaje que antes te permitía matar 15/20 corridas para llegar con la seguridad de ir a dar un toque de atención. En esta época hay que confirmar en Madrid para hacer corridas en los pueblos. He podido torear más que ese paseíllo que comentaba pero me han ofrecido 4.000 euros y no estoy dispuesto a aceptar, el mundo de las plazas de tercera y de cuarta es irreal, completamente inviable, salvo algunas excepciones”.

Sus entrenamientos no cesan, busca un pitón en cualquier parte para seguir enganchado al mundo del toro. Pero del toreo, cuando no se factura, es imposible vivir. “Trabajo en una finca de capeas y también en el campo como agricultor de una pequeña explotación. Sin eso sería imposible, tengo ilusión por ser alguien en el toreo y por mi parte no va a quedar”. Ya superó la dura prueba de una cornada en el pecho, en Arganda del Rey.

Con ilusión entrena cada día en la Casa de Campo donde “siempre han entrenado los toreros de Madrid, gracias a las gestiones del Centro de Asuntos Taurinos hemos vuelto al Batán. Es un sitio idóneo y privilegiado”. Allí fragua sus sueños que empiezan en la Copa Chenel, “sería una oportunidad buenísima para enseñar mi toreo y que soy capaz de resolver. Podría coger el rodaje que decíamos y plantearme de verdad ‘tocar’ Las Ventas”.

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