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Manuel Escribano: “Quiero que el ‘domingo de Miura’ sea un espectáculo de principio a fin”

El sevillano explica sus sensaciones ante uno de los acontecimientos de la temporada: estoqueará en solitario la corrida de la legendaria divisa en la Feria de Sevilla

 

La trayectoria de Manuel Escribano es la vida de un gladiador condenado a los leones cada tarde. El mérito del sevillano reside en no perder jamás la sonrisa, en dar espectáculo por encima de las circunstancias, en no volver la cara pese a las dificultades. Su camino es tan recto como independiente. En Sevilla defenderá su sitio estoqueando en solitario la corrida de Miura. Pocas bromas para un torero que ha superado con alegría las más complejas pruebas que le ha planteado su vocación.

La noticia se difundió por los mentideros con la aceptación general. ¿Cómo vivió esa avalancha de llamadas por su comprometido gesto?

Hacía unos meses que se le había propuesto a la empresa pero aún no teníamos una respuesta formal. La verdad es que nos sorprendió mucho pero al mismo tiempo es una alegría muy grande porque es la forma de cumplir un sueño, se ha cuajado una idea que teníamos desde hace tiempo.

¿Cómo se fraguó el compromiso?

Unos días después de las dos orejas del año pasado en San Miguel quedé para comer con mi apoderado (José Luis Moreno) en casa. Cuando empecé a contarle que se me había ocurrido torear seis miuras en Sevilla se me adelantó y me lo dijo él. Habíamos tenido los dos el mismo pensamiento. Entonces ya él empezó a trabajar en la idea.

Miura le lanzó en el año 2013, es el único matador que ha indultado un toro de esta divisa (Utrera 2019) y ha cuajado soberbias faenas con esta divisa.

Creo que nuestros nombres ya van unidos para siempre y especialmente en La Maestranza, he conseguido triunfos importantes. Esta tarde en solitario es todo un reto para mí, de mucha responsabilidad pero con el objetivo de marcar un hito, de que sea una fecha para la historia del toreo. Que ‘el domingo de Miura’ como popularmente se le dice a esta fecha que sea un espectáculo de principio a fin, que sigan pasando cosas grandiosas en esta plaza.

Manuel Escribano en La Maestranza

¿Ha hablado al respecto con los ganaderos? ¿Conoce la corrida?

Aún no he hablado con ellos, lo hemos llevado tan en silencio todas las partes que ni siquiera hemos hablado entre nosotros. Todavía tampoco he visto la corrida, no suelo hacerlo aunque esta si me hace mucha ilusión conocerla porque quiero participar en todos los detalles, creo que puede ser algo histórico y quiero que sea una corrida extraordinaria en todos los sentidos.

¿Considera que el toro de Miura es el más adecuado para torear seis toros?

Es un toro que no te pone las cosas fáciles por eso esta encerrona tiene ese aliciente porque no está asegurado el triunfo pero sí está asegurada la emoción y que todas las miradas vayan a estar puestas en mí. Va a ser una corrida interesante, quiero que lo que ocurra en la plaza esté a la altura del acontecimiento que supone. Que sea histórico.

Como absoluto conocedor de esa embestida, ¿Cómo la definiría?

La primera virtud que tiene es que nunca sabes qué va a pasar. Es un toro listo, ágil, que desarrolla muy rápido pero en contra de lo que muchos creen, agradece el temple, la pausa, el talento para andar suave con él. Me motiva mucho estar a la altura de eso, es lo que me motiva.

En 2021 rozó la gloria en Madrid y cortó dos orejas en Sevilla. ¿Se ha convertido ya en el torero que siempre ha querido ser?

Es la senda que he buscado. La tarde de Madrid fue muy especial y encontré ese punto de madurez en el que te das cuenta que estoy persiguiendo lo correcto. La de Sevilla fue una tarde muy importante, refrendé lo mostrado en Madrid. En la temporada anterior faltaron ferias pero creo que la dimensión que se dio estuvo a buen nivel y además conseguí disfrutar en la cara del toro.

Morante se apuntó a la de Miura en La Maestranza. ¿Cómo vivió esa expectación?

Siempre he sabido cuál es mi camino, en el que tengo que competir. Tenía que defender mi sitio, mi trono en esa corrida. Había un ambientazo, Morante había toreado de maravilla la tarde anterior y había una expectación brutal. Di el 100% mientras que el maestro no tuvo suerte. Empujé mucho al primer toro, por el pitón derecho rompió pero por el izquierdo había hecho muchas cosas feas. Antes de matarlo volví a coger ese pitón porque quería enseñárselo a la gente y me quedé quieto para ver si había mejorado. Me cogió de lleno y nadie tuvo dudas de que era muy malo por ese pitón.

Le dio un porrazo en la cara, le hizo sangrar el pómulo.

Así es, sabía que me podía echar mano pero necesitaba enseñar cómo era. Cogí la izquierda por compromiso con la afición y con mi profesión.

Nada tuvo que ver al otro toro, al que cortó las dos orejas.

Me dio la oportunidad de mostrar la capacidad que tengo, el punto en el que estoy. Cómo intento llevar a los toros largo, torearlos bien con el capote y banderillearlos como a mi me gusta. Ese toro me permitió todo eso, disfruté mucho y lo maté muy bien.

Tras cortar una oreja en la reapertura de la temporada de Las Ventas, no regresó en Otoño.

Lo que más me sorprendió fue que no hubiera ni una toma de contacto, que no contaran en ningún momento conmigo. Me dio coraje especialmente porque estaba demostrando cada tarde cómo me encontraba para los compromisos importantes. Nunca me he sentido un torero maltratado, cada vez que no me han puesto he pensado que era por mi culpa, jamás le he echado la culpa a nadie. Siempre que ocurren estas cosas pienso: tendré que dar más motivos para que sea imprescindible llamarme.

También condicionó que Antonio Ferrera se apuntara a matar en solitario la corrida de Adolfo en Otoño. También lo hará con la Victorino en Olivenza.

Me parece muy bien que haya toreros que apuesten por matar este tipo de corrida, como lo hizo Morante en San Miguel. Es un gesto que les hace más grandes pero creo que los empresarios tienen que tener en cuenta a los que estamos siempre en ese tipo de corridas. No es fácil matar esos encastes año tras año y debe tener su recompensa. Con lo que cuesta entrar ahí, que te aparten duele mucho.

Manuel Escribano en Sevilla

Conoce como pocos el tercio de banderillas. ¿Cuál es el secreto?

Pues te diré que aún no lo domino como creo que lo puedo llegar a dominar. Me siento a gusto banderilleando, lo he hecho siempre y voy a continuar pero uno sigue buscando como mejorar. Una cosa bonita del toreo es el compañerismo, toreé una tarde con El Fandi el año pasado y le pedí consejo. Me invitó a su casa y estuvimos entrenando unos días juntos. Me enseñó muchas cosas, me habló de cosas que nunca me había planteado. Voy a seguir creciendo para dominar mejor el tercio y disfrutar mucho más.

Con los trastos y el estoque tampoco se maneja usted mal.

El toreo me ha enseñado a esperar mi momento, mientras llegó no paré de entrenar y de mejorar. Esa mentalidad se me ha quedado incluso ya estando en las ferias, toreando de seguido, tentando, viajando a América. He seguido creciendo con el objetivo de ser mejor torero y convencer a todo tipo de aficionados. Con la espada me siento seguro, todos pasamos rachillas pero al toro que he querido matar lo he matado bien.

El cartel de matadores banderilleros ha salvado históricamente algunas ferias y ha hecho mucha afición. ¿Ve posibilidad de recuperar esa terna? ¿Beneficiaría?

Siempre ha habido toreros que han banderilleado, desgraciadamente cada vez menos. La fiesta vive un momento en el que es importante enganchar a la gente. Sería fundamental que los empresarios apostaran por ese tipo de cartel. A mi me encantaría ser uno de los impulsores porque sería buenísimo para la fiesta.

¿Qué terna lo completarían?

Pienso en Antonio Ferrera, aunque lleva un tiempo que no banderillea todos los toros, El Fandi y yo. Se interpretaría tres versiones muy distintas del tercio de banderillas, cada uno tenemos nuestra personalidad. Otro torero que podría incorporarse por las condiciones que tiene y su potencial sería Jesús Enrique Colombo.

Durante un tiempo este cartel estuvo asociado a las ganaderías más complicadas, desluciendo las tardes y dificultando el triunfo de los toreros.

Creo que los tres más experimentados que decíamos antes podríamos enfrentarnos a cualquier tipo de ganadería pero creo que se debería buscar un toro óptimo para garantizar un espectáculo entretenido, que guste, que haga afición que es el objetivo.

¿Cuál es la clave para aguantar tantos años a ese nivel con esas corridas tan duras?

En el toreo lo he vivido todo. Lo difícil, lo bonito, los percances, el olvido, el triunfo. Creo que la única clave que existe es la verdad. Cuando uno anda en esta profesión con verdad, cuando uno se enfrenta al toro con verdad y le entrega todo lo que lleva dentro se disfruta mucho aunque el precio que hay que pagar demasiado caro algunas veces.

En esos años de banquillo encontró en Francia su refugio, su escaparate. ¿Cuál es la relación que mantiene en la actualidad con la Galia taurina?

La verdad es que me gustaría tener el contacto y el cartel que he tenido en otros momentos de mi carrera. Como te decía antes, si no me llaman será por mi culpa pero me ganaré ese sitio que un día me dieron porque es una afición extraordinaria a la que debo mucho.

Para terminar, ya estará en su cabeza el planteamiento de la temporada y la preparación para ese fuerte compromiso en Sevilla y en Madrid. ¿Toreará seis vacas de Miura para preparar ese gesto en solitario?

(Ríe) Resulta que el último tentadero que hice antes de la lesión (fractura del escafoides de la muñeca izquierda) un compañero no pudo venir a última hora al tentadero en Zahariche y tenté nueve vacas. Imagínate.

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