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Madrid: oreja para la entrega de Gómez del Pilar y tarde para buenos aficionados de David Galván

Un entregado Noé Gómez del Pilar, que cortó una oreja del quinto que no quiso pasear, y David Galván, que echó una tarde para aficionados, convincente y llena de gusto con el peor lote, destacaron este domingo en Las Ventas, donde se lidió una corrida de José Enrique Fraile de Valdefresno, seria y con caja, aunque muchos de los toros sin llenar. Con varios animales manseando en los primeros tercios, pero de la que sobresalió un excelente segundo, de enorme profundidad en su humilladora embestida. Francisco José Espada, con todo a la contra, se rebeló y firmó una faena maciza y arrebatada al sexto, por la que fue ovacionado.

Quiso ahuyentar el recuerdo de la cornada a portagayola en San Isidro, Gómez del Pilar, que volvió a la puerta de toriles para esperar al segundo. Amplio de sienes, con caja pero sin llenar, libró con holgura el trance. Suelto, manseó en los primeros tercios el de José Enrique Fraile. Buena lidia de Ángel Otero. Gómez del Pilar brindó al doctor García Padrós y en la misma boca de riego lo citó de rodillas con la derecha.

Se arrancó como una centella el toro y embistió por abajo por derecho en una tanda en redondo maciza y con hondura. Repitió de hinojos en la serie posterior también dando mucha distancia al toro que volvió a mostrar prontitud, ritmo y humilladora embestida. Exigiendo al toro en ambas tandas. Luego, perdió intensidad y resuello el toro en la tanda posterior, pero volvió a crecer la faena en el tramo final, con la diestra, antes de unas manoletinas. A más el toro, cada vez humillando más, abriéndose y con mucha profundidad. Gran toro. Era de premio, pero se le atragantaron los aceros, pinchazo hondo y tres descabellos, por lo que sólo saludó desde el tercio. Ovación para el de José Enrique Fraile de Valdefresno. 

Alto y algo ensillado, serio por delante, el engatillado quinto se frenó de salida en la larga cambiada a portagayola, de nuevo, de Gómez del Pilar. Fue otro toro que manseó en el tercio de varas y que, incluso obligó a Otero a ponerle el primer par a favor de querencia, casi en toriles. Se desmonteró el torero de plata, que echó buena tarde, con Cebadera. Estuvo muy centrado Gómez del Pilar con el toro, aprovechando la bondad de un toro que, en sus terrenos y a su aire, sin exigirlo, repetía en la muleta. Se la dejó muy puesta siempre para sujetarlo el toledano, lleno de entrega, y así, con una última tanda que metió al público en el trasteo y un buen espadazo al segundo intento, logró una oreja, que optó por no pasear.

Serio y enseñando las palas, el primero blandeó reiteradamente y, tras el paso por el caballo, fue devuelto. En su lugar, salió un sobrero de Montealto, lleno y basto de hechuras, fuerte y con volumen. Repitió y colocó bien la cara en el saludo a la verónica de David Galván, que dejó media docena de verónicas cargando la suerte y encajado. Muy buenas. Tuvo noble condición el toro, aunque a partir del tercer, cuarto muletas, le costaba mucho por su romana. Estuvo inteligente el gaditano y, en tandas cortas, logró muletazos de buen trazo. Una tanda al natural excelente: limpia, profunda y muy templada. Las dos series finales de trincherillas, una delicia. De cartel, varias. Sin embargo, pinchó antes de una estocada corta y tordo quedó en una ovación.

Muy largo y de gran alzada, con mucha caja, muy en lo de ‘Atanasio‘, pero sin llenar tampoco, le cabían cien kilos más al cuarto, un animal que, como la mayoría de sus hermanos, tampoco anduvo sobrado de fuerzas. Muy en el límite, se le protestó muchísimo. Sin embargo, estuvo muy bien de nuevo Galván con él. Centrado, logró afianzarlo y a base de suavidad y echarle los vuelos, logró naturales, sueltos, de enorme hondura. Muy meritorio, mejoró la condición de un astado que quiso más que pudo. De nuevo, la tizona fue talón de Aquiles. Pinchazo y estocada corta.

Estrecho de sienes, sin llenar, cerró plaza un animal engatillado y serio, que enseñaba las puntas y que blandeó en los primeros compases de su lidia, en la que también mostró predilección por las querencias. Se le protestó mucho y, a partir de ahí, trataron de reventar la faena a Espada. Muchos voces y quejas que logró invertir el torero madrileño a base de quietud y aplomo, queriendo siempre. No era tarea sencilla, muy a la contra -el toro, por cierto, no volvió a perder las manos una sola vez-, pero el tesón de Espada pudo más para correr la mano y conseguir buenos muletazos de un animal manejable pese a su poco poder. Las cuatro manoletinas finales, de infarto. Angostísimas. La opción de premio estaba ahí, pero marró dos veces con el acero y sólo pudo saludar una ovación.

Serio y largo, huesudo, pero sin llenar, el tercero mostró medidas fuerzas y se le protestó en los primeros tercios. Tendió a defenderse y soltar la cara en embestidas defensivas. Defecto que se acrecentó en la muleta de Francisco José Espada. Muy en el límite, el torero de Fuenlabrada le buscó las vueltas con actitud y optó por acortar las distancias más pronto que tarde, pero no había nada que extraer de un animal que cada vez se fue quedando más corto. Lo mató de estocada baja y contraria con tres descabellos.

 

RESEÑA

Plaza de toros de Las Ventas, en Madrid España. Menos de un cuarto de entrada (5.441 espectadores, según la empresa). Toros de José Enrique Fraile de Valdefresno, herrados aún con el hierro de Valdefresno, y un sobrero de Montealto (1º bis), bien presentados. El 1º, noblón, aunque le costaba a partir del tercer, cuarto muletazo; el 2º, manseó en los primeros tercios, pero luego fue un gran toro, pronto, con ritmo, de mucha profundidad y humilladora embestida; el 3º, medido de motor y de embestidas defensivas; también tuvo poca fuerza el 4º, noblón, que quiso más que pudo; el 5º, mansurrón, tuvo luego cierta nobleza, a su aire y en sus terrenos, en la muleta; y el 6º, manejable.

David Galván, (de blanco y oro), ovación y ovación tras aviso.

Gómez del Pilar, (de gris perla y oro), ovación tras aviso y oreja, que no pasea.

Francisco José Espada, (de coral y oro), silencio y ovación.

Incidencias: Tras el paseíllo, el público a saludar desde el tercio a Gómez del Pilar, que regresaba a Las Ventas tras caer herido en este coso en San Isidro. En banderillas, en el 5º, se desmonteraron Ángel Otero y Pedro José Cebadera.

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