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Los aficionados prácticos también compiten en Madrid

El bolsín de aficionados prácticos ‘Villa de Pinto’ supuso una jornada de convivencia entre aficionados, amigos y familias. Dehesa de Guadarrama acogió un festejo único, inspirado en el Festival de Rollanejo (Salamanca), gracias a la dedicación inabarcable de Amador Sánchez. Se celebró este primer bolsín bajo el nombre de Villa de Pinto. Un certamen nacional de aficionados prácticos creado en la Comunidad de Madrid con intención de que perdure en el tiempo.

Fueron seleccionados seis aficionados prácticos que lidiaron una becerra cada uno de Dehesa de Guadarrama, propiedad de Felipe Garrigues. Una finca espectacular en el término municipal de Brunete a las puertas de Madrid. Embistieron las seis y se vieron grandes faenas de los aficionados. Se cuidaron todos los detalles: Los seis iban perfectamente vestidos de corto, amenizó el tentadero la banda de música municipal de Humanes de Madrid, se anunció cada becerra con un cartel de plaza así como el nombre del lidiador, se trabajó el ruedo por areneros, se midió perfectamente la bravura en el caballo -picadas por José Rodríguez Morato-, las faenas fueron medidas en tiempo y el ambiente extraordinario.

Un jurado formado por los profesionales Faustino Barragán ‘Gitanillo Rubio’, Carlos Hombrados así como otros aficionados seleccionados por Amador Sánchez, dueño del restaurante ‘Grana y Oro’ de Pinto y gran aficionado práctico que no quiso participar en el tentadero asumiendo su labor en la sombra como organizador de todo.

Participaron David Moreno (de Fuenlabrada), Loren Romera (de Colmenar Viejo), Enrique Jarilla (de Córdoba), Raúl Rodríguez (de Illescas), Nacho Cañardo (de Cadalso de los Vidrios) y Rubén Blanco (de Salamanca), que fue el ganador del certamen. Todos ellos dieron gran nivel gracias al buen juego de las eralas de Dehesa de Guadarrama. Raúl Rodríguez firmó una de las faenas más artísticas, Kike Jarilla ganó el trofeo al mejor quite de la tarde y todos ellos firmaron interesantes actuaciones.

Rubén Blanco, que brindó a Javier Vicente Moro -organizador del Festival Sentir Torero de Rollanejo, explicó sus sensaciones al recoger el trofeo de manos de Valentín Granados -presidente del Club Taurino Villa de Pinto-: “He intentado entrenar mucho, hacer todo el campo que he podido. Quiero dedicárselo a dos personas, a Javier por ser el pionero y a Amador por recoger el testigo y por todo lo que ha trabajado en sacar esto adelante. Ya hay dos certámenes para aficionados, ojalá haya muchos más. Me voy contento, porque esto es lo que más nos gusta”, explicó el salmantino.

El organizador, se mostró muy satisfecho, por la afluencia de público (unas 200 personas) y por el nivel mostrado por los participantes. Amador Sánchez: “La verdad que es una experiencia muy bonita, pero esto solo es el principio de un largo camino. El objetivo es promocionar esta bonita afición y que cada año haya más ilusión en torno a este evento”. Contó con un equipo de personas que le ayudaron y de los que no se quiso olvidar con unas cariñosas palabras dedicadas a Susana Martín, a Eugenio García y a Rafa Barderas.

En definitiva, un proyecto ilusionante que viene para quedarse por la gran ilusión despertada por los participantes, que aporta difusión a la fiesta de los toros y que está perfectamente coordinada la impecable organización.

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