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Rafaelillo y Curro Díaz dan una gran tarde en Linares en el 75 aniversario de la muerte de Manolete

Foto: Eduardo Porcuna vía twitter @RRRafaelillo

Rafaelillo y Curro Díaz han salido en hombros en Linares en la corrida en la que se han conmemorado el 75 aniversario de la muerte de Manuel Rodríguez «Manolete» con un encierro variado de Miura. Por su parte, Morante se topó con el peor lote.

Rafaelillo recibió al primer Miura con dos larga cambiadas de rodillas, prosiguiendo con un ramillete de verónicas templadas que remató con un delantal y la revolera. Fue muy castigado en varas, algo que no le favoreció en la falta de fuerzas que denotaba. Aún así, fue un gran toro con una embestida dulce. Al principio lo llevó a media altura, cuidándolo, pero avanzada la faena le bajó la mano. El murciano, que se presentaba en Linares, dejó naturales importantes. Una faena larga que firmó con una estocada y paseó un apéndice.

Rafaelillo dibujó otro vistoso saludos al de Núñez del Cuvillo. Brindó al maestro José Fuentes por sus 50 años de alternativa.  A pies juntos y desmayado, inició el trasteo. Se mostró muy asentado, con animal que tenía un peligro sordo. Una faena larga en la que se le vio al murciano muy tranquilo, toreando para él. Aunque erró con los aceros, la petición se hizo fuerte y paseó otro trofeo.

De preciosa lámina el tercero sardo, al que Curro Díaz saludó a la verónica. El «Miura» metía bien la cara cuando el jienense le planteaba la muleta en la media distancia. Estuvo valiente, tragando cada vez que se quedaba cortito para ligar. Tuvo que dejar muletazos de uno en uno. Ejecutó una faena media pero en la que plasmó series meritorias. Lo sentenció con un gran espadazo y obtuvo una oreja.

Cerró la tarde un Miura con muchas teclas pero al que entendió a la perfección Curro Díaz.  Pronto le tomó las distancias y la altura para torear con la diestra con ligazón y hondura. Los naturales estuvieron cargados de despaciosidad. Una vez se sintió podido, se rajó y el jienense se fue a por la espada con inteligencia, ya que su labor estaba en un punto álgido. Dejó media estocada delanterita y paseó otro trofeo.

Morante no pudo lucirse de salida con el segundo. Era un Miura que estaba falto de poder. El que sevillano supo que no le iba a valer para lucirse así que decidió salir con la espada directamente. El público le propinó una sonora bronca.

Desde la salida se atisbó la escasa fuerza del quinto. Después de pasar por el caballo, el «Miura» se quedó aplomado. Pese a que Morante lo intentó echándole la muleta con temple, tuvo que aliñarse ante la imposibilidad de lucimiento. Los tendidos de nuevo enfadados con el diestro de La Puebla.

 

RESEÑA

hierro-eduardo-miura

Plaza de toros de Linares, en JaénEspaña. Segunda de la Feria de San Agustín. Casi lleno de entrada. Toros de Miura, el 4º de Núñez del Cuvillo, bien presentados y desiguales de juego.

Rafaelillo (de catafalco y oro), oreja y oreja.

Morante de la Puebla (de nazareno y oro), bronca en ambos.

Curro Díaz (de sangre de toro y oro), oreja y oreja.

Incidencias: Se guardó un minuto de silencio por el 75º aniversario de la muerte de Manuel Rodríguez «Manolete». 

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