Atiendan por favor a esta imagen de Pablo Aguado, pues sin ella no puede comprenderse lo sucedido hoy en Castellón. Corresponde a la campaña de publicidad que la Empresa Pagés lanzaba hace unos días para promocionar la Feria de Sevilla de 2022. Convendrán conmigo que alguien que posa de esta manera es porque ya no se siente inferior a nadie.
En contra de lo que pueda parecer, Pablo Aguado le lleva varios meses de ventaja a sus rivales, justo los que ha estado sin torear a causa de su inquietante lesión de rodilla. Mientras los demás tentaban vacas y viajaban a América -algunos, sin respetar ni los turrones- él no tenía más remedio que reflexionar, que es como únicamente puede evolucionar no ya un torero, sino cualquier persona.
Y reflexionando, debió darse cuenta de que un muchacho que descoloca a un superhombre como Roca Rey; que deja en silencio al avispero de Las Ventas; que enrabieta a un genio como Morante de la Puebla; y que se pone en figura del toreo con veinte muletazos siendo un absoluto principiante en comparación con sus rivales, es porque tiene el don, esa cosa que no se entrena en el gimnasio.
Hoy, desde esa manera de doblarse con el toro rezumando torería hasta sus molinetes girando como un flamenco en medio del barrizal, pasando por esos redondos juncales, ese medio trincherazo de locura, aquellos naturales sueltos pero preñados de hondura, bellísimos, y esa lección de cómo se torea despacio, derecho y a medio compás, Pablo Aguado ha puesto a cavilar a esos que confunden la casualidad con el misterio. A todos los que buscaron en una aparición de la Virgen la respuesta al nacimiento del aguadismo.
Pero vuelvan otra vez a la fotografía de marras, a esa campaña de imagen de Pagés en la que Pablo Aguado le pega a algunos de sus compañeros de sesión un repaso de proporciones escandalosas. Sentado como él dijo, vestido como él quiso y ubicado en el lugar donde él eligió, la imagen explica sin necesidad de verborrea lo que es un torero con vitola. Es decir, serlo pero también parecerlo, que es todavía más difícil.