En la actualidad, es muy común ver toros de capa jabonera pastando en las dehesas de la geografía española. Sin embargo, esta pinta no ha estado siempre tan arraigada al campo bravo, estando incluso a punto de desaparecer.
En este reportaje trataremos, como don Juan Pedro Domecq Solís logró recuperarlo en su ganadería.
Para comenzar, un animal jabonero es el que “tiene un pelaje ligeramente tostado o cremoso, de coloración similar al café con leche, pero siempre con cierto matiz terroso”. Es el color resultante entre la mezcla del ensabanado (cuya piel es completamente blanca y sin mezcla de pelo de otro color), y el barroso; pero no hay que confundirlo con el albahío (siempre más limpio y pajizo que el jabonero).
Don Juan Pedro Domecq, padre del actual ganadero, llevó a cabo la recuperación de esta pinta gracias a una sola vaca, regalo de su tío don Salvador Domecq y Díez a raíz del entusiasmo de la esposa de don Juan Pedro por este pelaje.
Dicha, por nombre ‘Ilusión’, y nacida en 1985, tenía dos años y estaba aún sin tentar cuando llegó a la finca de don Juan Pedro. En la tienta obtuvo buena nota, y destacó principalmente por su poder y fiereza, características que hicieron dejarla para madre. Su primera cría, fue una hembra que obtuvo extraordinaria nota en el tentadero, mientras que la segunda, un macho de color melocotón. Don Juan Pedro tenía grandes esperanzas puestas en este toro, así que fue tentado y resultó ser excelente, por lo que lo dejó como semental.
El astado, se llamaba ‘Ilusión’, al igual que su madre, y nació en 1990. En la primera camada tentada de su descendencia los resultados fueron notables de hecho, varios hijos suyos, machos jaboneros, quedaron como sementales para su ganadería y para otras que lo solicitaron. Fue la vuelta del pelo jabonero a la ganadería de Juan Pedro Domecq.
Gracias a la vaca ‘Ilusión’, conocemos hoy en día a toros como ‘Ombú’, al que Luis David Adame cortó una oreja en mayo de 2018 en Las Ventas, y a ‘Rencoroso’, lidiado por Enrique Ponce el pasado mes de agosto en El Puerto de Santamaría y al que también cortó una oreja.
Ficha bibliográfica: Libro ‘Del toreo a la bravura’ de Juan Pedro Domecq Solís.
Redacción: Miguel Ángel Domínguez Martín.