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La colección de carteles de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla

En pocas horas, se conocerá el cartel que anunciará la temporada taurina 2023 en la Real Maestranza de Caballería y, para la ocasión, se contará con la obra del arquitecto británico Norman Foster. La cita, ineludible desde hace muchos años, se ha convertido en uno de los momentos más polémicos de la temporada pues se suele provocar un conflicto entre los aficionados que consideran estos carteles como una de las joyas de la tauromaquia y los que consideran las obras como fuera de lugar por su excesiva contemporaneidad. Para mí, se trata de una auténtica riqueza cultural que posee la tauromaquia y una decisión acertada que ojalá perdure en el tiempo, pero, ¿desde cuándo se encargan estos carteles a artistas de renombre? ¿Quién fue el impulsor de la iniciativa? ¿Cuáles han sido los más polémicos? Conozcamos un poco la historia de esta colección…

Cartel del año 2022, obra de Danh Vo

JUAN MAESTRE: PADRE E IMPULSOR DE LA COLECCIÓN

Hay un nombre clave para entender el efecto cartel en la Maestranza, el de Juan Maestre, miembro de la corporación y pintor. Este artista contemporáneo, fallecido en el año 2006, cursó estudios de Derecho en la Universidad de Sevilla, carrera que no llegó a ejercer pues su amor por la pintura superó su primera vocación. En 1991 ganó el prestigioso Premio Focus de Pintura, tras el que marchó a Nueva York donde trabó amistad con numerosos pintores, entre ellos Esteban Vicente, cuya obra le marcó para siempre. Como maestrante formaba parte de la Junta de Gobierno de la centenaria corporación desde 1993, donde ostentó diferentes puestos, desde diputado de Música y Archivero hasta fiscal.

Juan Maestre

Pero seguramente su aportación más reconocida fue la de transformar, junto a otros compañeros que fueron sustituyendo poco a poco el estamento nobiliario dueño del coso maestrante anterior, los ideales de una corporación anclada en la tradición y un más que cuestionado inmovilismo. De entre todas estas renovaciones, la más sonada y en la que más tuvo que ver fue en la de iniciar la colección de carteles de primerísimas figuras de la pintura que atesora en este momento la Real Maestranza de Caballería, y que reúne a nombres como Botero, Larry Rivers, Alex Katz, Ricardo Cadenas, Pérez Villalta, o la primera mujer a la que se le encargó un cartel taurino, Carmen Laffón.

Asimismo, puso en marcha los pregones taurinos anuales de la ciudad, que iniciaron personalidades como Vargas Llosa, Carlos Fuentes o Fernando Savater y que continúan hoy día con muchísima aceptación.

LA COLECCIÓN: DE MENOS A MÁS (DE 1994 A 2006)

Llegados a este punto, debemos hacer un recorrido cronológico por los carteles que han anunciado puntualmente las ferias desde 1994, en los que podemos afirmar que han camino con el paso de los años a una mayor abstracción. Los dos primeros carteles de esa nueva etapa, aprovecharon la fachada de la plaza de la Maestranza y sendas obras fueron firmadas por Luis Manuel Hernández y Joaquín Saenz.

Cartel de 1999, obra de Fernando Botero

El del año 1996 fue el más transgresor de estos primeros años y quizás el más reproducido fue el Ricardo Cadenas en 1998, que utilizaba una fotografía de Pepe Luis Vázquez como composición principal. El primer gran nombre internacional vino en 1999, cuando se le encargó el cartel al artista Fernando Botero, que utilizó uno de sus característicos picadores como eje central.

Llamativo (y el primero polémico) fue el de Larry Rivers, que era una composición en 3D en el que se usaban técnicas escultóricas. En 2003 le tocó a una mujer, la añorada Carmen Laffón, que utilizó la cabeza de un toro en tonos ocres y añadió, por vez primera, los casilleros en los que supuestamente debían ir los nombres que componían la feria. Lo llamativo fue que los casilleros destinados a contener las combinaciones de toros y toreros, fueron resueltas según el gusto de la autora con los nombres de toreros históricos alternando con amigos de la artista u otros personajes del toro y la ciudad de Sevilla.

En 2004, y haciendo gala a la frase de menos a más, empezaron a tomar más trascendencia estos carteles por lo abstracto de las obras, ya que el público sevillano no estaba acostumbrado a tal transgresión. Francesco Clemente, Paco Reina y el pintor neoyorquino Alex Katz fueron objetos de crítica y burlas por gran parte de los noticiarios sevillanos.

Cartel de 2003, obra de Carmen Laffón

Llegados al año 2006, debemos separar la primera etapa (con Juan Maestre al frente) de la segunda que llega hasta nuestros días, en la que su legado continúo hasta nuestros días.

EL LEGADO: DE 2008 A NUESTROS DÍAS

El cartel de Miquel Barceló en 2008 (uno de los más criticados), inauguró una nueva etapa, en la que la abstracción y la polémica se hicieron fijas.

Dos pintores sevillanos lo sucedieron, Manolo Salinas y Luis Gordillo. José María Sicilia (con una obra haciendo alusión al mito del minotauro) y Manolo Valdés (con una pintura collage dedicada a Joselito) ya en 2012, siguieron la línea que rompió en el año 2013 el retratista Hernán Cortés, con un retrato realista de Juan Belmonte que tuvo unanimidad de aceptación entre los aficionados que logró una rara unanimidad entre los aficionados.

Cartel de 2013, obra de Hernán Cortés

Debemos dar un salto temporal para enmarcar el cartel que se presentará dentro de unas horas y que parece que continuará con la línea de los últimos años. Los carteles de 2020, 2021 y 2022, obras de afamados artistas internacionales, se han alejado del concepto más figurativo de la tauromaquia y no gustó prácticamente a nadie.

Aún así, el que estas líneas escribe, se confiesa un fiel defensor y admirador de la colección de carteles maestrantes, uno de los máximos exponentes de la cultura taurina, tanto en calidad como en trascendencia, ¡por muchos años más!

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