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Juan Salazar : “Madrid es la cátedra del toreo y a la cátedra uno va a examinarse”

Cada vez que charlo con Juan Salazar Larraz (Madrid, 1961) me entran ganas de coger papel y bolígrafo para anotar muchas de las cosas que me dice pues, a pesar de que la conversación pueda parecer rutinaria, su extraordinario conocimiento sobre el mundo taurino hace que cualquier conversación sea un auténtico aula de aprendizaje.

Este farmacéutico de profesión (que lo podríamos comparar con aquellos boticarios que acogían a las grandes tertulias taurinas de antaño en sus locales) pero dedicado al mundo de la Consultoría y de los Recursos Humanos es un aficionado contrastado, cuya pasión desmedida por los toros le viene de su padre, quien fuera una institución en Las Ventas y de él, ha heredado también una bonita tradición que demuestra su categoría como aficionado: levantarse de su localidad cuando un torero brinda al público. Miembro activo de asociaciones tan prestigiosas como la Unión de Abonados Taurinos de Madrid o de la peña taurina “Los de José y Juan”, es autor de numerosos escritos de referencia y actualmente responsable del programa radiofónico “Los Toros, Nuestra Historia” de Radio Ya. Aprovechando el inicio de la Feria de San Isidro, hablamos con él para conocer de primera mano sus estudios e inquietudes…

Juan Salazar disfrutando de una tarde en su plaza de toros de Las Ventas.

 

Fiel defensor del Madrid taurino, y uno de los fieles aficionados que acuden asiduamente al coso venteño, ¿qué representa para ti la Plaza de Toros de Las Ventas?

El lugar en el que me aficioné a los toros de la mano de mi padre. Con todos los respetos a otras plazas, Madrid es la exigencia, como decía Suarez-Guanes, es la cátedra del toreo y a la cátedra uno va a examinarse. Me encanta el aspecto festivo de otros cosos y participo de ello, pero el torero que pisa el ruedo venteño va a pasar una prueba.

 

Varios trabajos publicados, así como un gran número de conferencias e intervenciones radiofónicas a tus espaldas para defender la historia y tradición taurina, siempre desde un punto de vista científico y exhaustivo, ¿cuáles son tus fuentes de referencia e información? ¿A qué bases de datos sueles acudir?

¡A la gente que verdaderamente sabe y de la que intento aprender y aprehender!

Como autores y divulgadores taurinos hay una trilogía para mí imprescindible: Luis Fernández Salcedo, Antonio Díaz Cañabate y Fernando Claramunt. Si hablamos de autores e investigadores contemporáneos a Rafael Cabrera Bonet, Beatriz Badorrey, José Campos, Víctor Pérez López…, la lista sería interminable. Si nos referimos a blogs digitales hay dos que no puedo dejar de citar como —desde la perspectiva histórica—, “La Fiesta Prohibida”, de Manuel Hernández o —desde la información de actualidad—, “Salmonetes ya no nos quedan”, de José Ramón Márquez.

Si hablamos bases de datos, pues existen infinidad de fuentes documentales pero las que siempre tengo a mano son la Biblioteca Digital de Castilla y León, la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional y la del diario ABC.

 

En uno de tus últimos trabajos, el libro “Remembranzas imaginarias. Madrid, museo taurino abierto”, haces un recorrido por todos aquellos lugares de Madrid que han tenido cierta relación con el devenir histórico de la tauromaquia, realizando un trabajo de los más completos que se recuerdan en este aspecto, pero, si tuvieras que quedarte con un par de sitios icónicos, ¿cuáles serían?

Te agradezco mucho el elogio, que me resulta excesivo. Respondiendo a tu pregunta no puedo dejar de citar el número 14 de la calle Arrieta de la que salió Joselito la mañana del 16 de mayo de 1920 para torear en Talavera, o el número 22 de la calle del Arenal en la que falleció Frascuelo. Sendas placas nos recuerdan a los toreros que siguen estando presentes en la memoria y corazón de los aficionados.

 

¿Crees que las ciudades deberían explotar los lugares con tradición e historia taurina como parte de la oferta turística de las mismas? ¿Deberían existir guías o señalizaciones para conocer estos lugares?

Sin la menor duda; tenemos un patrimonio histórico-cultural vinculado a los toros que no estamos siendo capaces de mostrarlo, es más parece que nos avergonzamos de ello. En el propio Madrid hay planos editados por el Ayuntamiento con rutas descriptivas del Madrid de Hemingway, de Ava Gardner, de Benito Pérez Galdós, del Madrid de la Movida, etc., todo está muy bien, pero no existen planos con el Madrid taurino y saldrían más de una docena, lo mismo que se podría hacer en Sevilla, Córdoba, Valencia…

 

Con tus escritos, también has intentado reivindicar y dar a conocer a un torero en gran medida invisible para los aficionados, cuya carrera estuvo a caballo entre la edad de oro y la de plata, Ernesto Pastor; ¿cómo nació la idea de recordar su figura?

Hablando con mi amigo y gran aficionado Rafael Gómez nos sorprendía el desconocimiento de los aficionados de un torero nacido en el Puerto Rico español, hecho en Méjico, y que vino a España, recibió la alternativa del gran Joselito y un año y medio después, tras recibir una cornada en la plaza de Madrid, moría por septicemia. Con todos esos antecedentes, coincidiendo con su centenario, pensamos que era de justicia elaborar una modesta biografía que le recordara.

 

El torero Ernesto Pastor (Mediateca INAH).

 

Una pregunta más personal, ¿cuál es tu torero histórico predilecto y por qué? ¿Y el que consideras más importante o trascendental?

José Gómez Ortega Joselito. Así me lo enseñaron desde pequeño, siempre lo escuché de mi padre que le vio la tarde anterior a Talavera. ¿Por qué eras de Joselito?, le pregunté varias veces: siempre me respondía con emoción: “Ah hijo, Joselito era un torero largo, poderoso, y dominador… ¡el más grande!”.

 

<<Como autores y divulgadores taurinos hay una trilogía para mí imprescindible: Luis Fernández Salcedo, Antonio Díaz Cañabate y Fernando Claramunt>>

El mundo taurino, en líneas generales, se vanagloria de toda la cultura que existe alrededor de nuestro mundo, pero a la hora de la verdad, consumen poca literatura taurina ¿cuál crees que es el motivo de esa falta de interés? ¿Qué piensas que se podría hacer para acercar esta literatura al gran público y no únicamente al aficionado?

Es cierto lo que comentas y es una pena. La Tauromaquia son nuestras costumbres, nuestras raíces, nuestra historia, pero ahora parece que eso es algo a olvidar. No se lee sobre estas cuestiones y parece que no interesan. Los héroes son figuras trasnochadas que han sido sustituidas por los superhéroes americanos y contra esa corriente es difícil luchar. Los valores que encuentras en la tauromaquia y en los libros taurinos, es difícil verlos con tal intensidad en otras actividades: respeto, dignidad, hombría, superación, perseverancia, generosidad, ilusión, orgullo, compañerismo, vergüenza profesional, honestidad, determinación, entrega, serenidad, elegancia, dominio, autocontrol, estoicismo, constancia, esfuerzo, afán de logro, entereza, templanza, vencer los miedos, ética, coraje, heroísmo, sacrificio… son todas palabras trasnochadas y olvidadas por la búsqueda del éxito rápido, la popularidad, la rentabilidad, el impacto en los medios, el conseguir seguidores…

 

¿Tendremos un nuevo libro en los próximos años o con la ya escrito se cierra esa etapa en tu vida?

Bueno, siempre digo que yo “junto letras”, y me divierto con ello, que escribir libros lo han hecho los autores citados con anterioridad, pero, contestando a tu pregunta, siempre hay alguna idea rondando la cabeza…

Portada de uno de los libros escritos por Juan Salazar.

 

Perteneciente a varias asociaciones taurinas de importancia del país con una consumada historia, como la Peña los de José y Juan o la Unión de Bibliófilos Taurinos, ¿crees que existe una posible regeneración o al menos continuidad de las mismas por parte de las nuevas generaciones o eres de los que piensa que el siglo XXI y las nuevas tecnologías terminarán por hacer desaparecer a estas tertulias?

Sin lugar a dudas que hay futuro, prefiero no dar nombres por evitar omisiones, pero tengo la suerte de conocer y compartir conversaciones con aficionados jóvenes muy apasionados por los toros, que escriben, aportan sus trabajos, se van incorporando a estas peñas y realizan contribuciones muy valiosas a la cultura taurina. Quizás no sea un grupo tan numeroso como hace unos años, pero está muy cualificado, preparado y comprometido.

 

Para finalizar, un deseo para la presente feria de San Isidro.

Que don Máximo García Padrós y su equipo no tenga que trabajar.

Muchas gracias.

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