Vuelve el mito vivo del toreo con la ciudad andaluza completamente desbordada y un impacto económico de tres millones de euros para la provincia
José Tomás arrancará su genuina temporada este domingo en Jaén. Será su debut en el Coso de la Alameda a sus 26 años de alternativa (46 primaveras de edad). Cuatro toros en solitario. Un formato que ha dado que hablar. Cuando llevaba un rejoneador por delante (o en mano a mano) se le criticaba por tener que ‘tragarse el caballito’. En esta ocasión lo más comentado es que sólo sean cuatro toros de tres ganaderías anunciadas: Juan Pedro Domecq, Victoriano del Río y Álvaro Núñez y que alterne con ninguna otra figura del toreo.
El torero se ha convertido en leyenda a través de los gestos y de las gestas. Desde su retirada en 2002 hasta su vuelta en 2007 se elucubraba de su vida. Siempre tan discreto, las personas que más le han tratado hablan de su generosidad, de sus delicadas formas, de su irreprochable camino de verdad en la plaza y en la vida. Desde junio de 2007 a abril de 2009, José Tomás fue a las ferias y plazas de primera toreando con todos sus compañeros y con la única exigencia de no poder ser televisado. En Aguascalientes se cruzó con Navegante que le produjo una cornada casi mortal. Desde entonces su paso por el toreo ha resultado más aislado pero no menos brillante. Sus actuaciones se cuentan por triunfos, algunas de ellas con primorosas obras para la historia.
El siguiente paseíllo será en Alicante, a punto de cumplirse dos meses del de este fin de semana, el 7 de agosto. Idéntica fórmula (cuatro toros en solitario con las mismas tres ganaderías).
Según el concejal de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Jaén, José Manuel Higueras en declaraciones recogidas por la agencia EFE, el acontecimiento del domingo provocarán un retorno económico de tres millones de euros en la capital y su área metropolitana y se espera la presencia de unos 20.000 aficionados en el entorno de la Alameda, de los que 11.000 podrán disfrutar del festejo taurino. Los hoteles completos, los restaurantes triplicando turnos. Un fenómeno económico sin parangón en la fiesta. Y, por supuesto, la reventa disparada.
