Carlos Olsina vivió esta tarde en Istres (Francia) una alternativa soñada, pues logró abrir la Puerta Grande del Palio de Istres. Lo hizo después de una labor de máxima entrega en la que no escatimó nada para lograr desorejar al bravo toro de Vegahermosa que cerró la tercera de feria.
Una corrida de buen juego del hierro gaditano de Jandilla, que posibilitó que los toreros pudieran pasear más trofeos, pero en el caso de Manzanares y Ureña, las espadas estuvieron romas y ambos se fueron de vacío.