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Imbatible Perera con un Montalvo extraordinario

El extremeño corta dos orejas en la faena más rotunda de la feria en una interesante corrida del hierro salmantino en la que también destaca la clase de Alejandro Marcos; El presidente le manga una oreja a Antonio Ferrera tras una faena con calidad

La tarde primaveral invitaba a destapar la cubierta de la Sierra de Madrid. Por la cúpula translúcida entraban los rayos de sol como anaranjados. Ahora que acaba con éxito Valdemorillo me acuerdo de la plaza de El Escorial, a unos pocos kilómetros. Ojalá las figuras en agosto quieran volver a su solera de piedra para darle la vida que un día tuvo y que hoy ha recuperado Valdemorillo.

Miguel Ángel Perera se alzó triunfador de la feria de San Blas y La Candelaria por su faena al cinqueño que hizo quinto. Le cortó dos orejas después de arrimarse como un perro. El buen toro de Montalvo se entregó en una exigente faena que concluyó con su clásico arrimón entre los pitones, trenzando ochos imposibles, sin dejarle espacio. Antes hubo un torero inicio a dos manos y sendas tandas por los dos pitones, en las que el toro derrochó ritmo y humillación. El extremeño lo cuajó de principio a fin en una obra sin grietas, sin mácula de dudas. Las dos orejas fueron de justicia y la atronadora ovación al de Montalvo, también.

El que había lidiado en segundo lugar resultó algo soso pero colaborador. Perera lo dejó muy crudo en el caballo, como acostumbra. La lidia que le aplicó Curro Javier fue sencillamente perfecta. Le faltó un punto de humillación a este toro que siendo colaborador, no terminó de transmitir. El extremeño lo exprimió en una faena correcta.

La otra gran faena de la tarde corrió a cargo de Alejandro Marcos. Fue en el sexto, otro buen castaño de Montalvo, con mejores inicios que finales pero gran obediencia y prontitud. El salmantino lo lanceó con gusto tanto en el saludo como en el quite de manos bajas. Reafirmó sus buenas formas y, sobre todo, enseñó la clase de su concepto en elegantes muletazos por ambos pitones. Al natural llegó el toreo caro, cargando la suerte y echándose la embestida detrás de la cintura. El toro protestaba un poquito al final del muletazo derrotando arriba. No le importó para imprimirle belleza y expresión a cada embroque. La clásica obra venía a darle la llave de la puerta grande pero la espada no entró.

Una oreja cortó al tercero, en otra interesante actuación con un toro colaborador del hierro salmantino aunque con un punto dormido. No le permitió lucimiento con el capote de salida pero sí dejó unas acompasadas chicuelinas. El arranque de la faena fue extraordinario, ganándole la cara en los primeros muletazos y después rotando sobre sí mismo para terminar con un precioso pase de la firma hacia los adentros. Pese a que le sorprendió en algunas ocasiones, logró imponerse a base de largos muletazos con el vuelo de su muleta y maginíficos pases de pecho. Buen estilo e inteligencia en la medida de la faena. Se volcó en la suerte suprema recibiendo un varetazo en el pecho. Cortó una oreja.

La corrida tuvo mal inicio: el primer toro se estampó contra el burladero del 4 partiéndose un pitón desde la cepa. Una pena. Fue sustituido por un hermano de camada del que no tuvimos datos al ser el segundo sobrero (la empresa anunció por twitter que se había estropeado el primer suplente en los corrales). Fue y vino sin mucha entrega en los primeros tercios. Tras sangrar mucho en el caballo le pidieron a Ferrera que cogiera las banderillas pero no entra en su repertorio en esta ‘etapa’. En inicio genuflexo tuvo mando y respuesta humillada por parte del toro. En seguida definió que su mejor pitón era el izquierdo. Por el derecho, tuvo guasa. Ferrera se lío a pegarle muletazos y muletazos encorvado, llevándole mucho. Es verdad que lo templó, es cierto que lo llevó largo y limpio, pero una vez ‘metido en el canasto’ no se le vio realmente asentado. Demasiadas precauciones. Por el derecho le consintió, aguantando algunas miradas probatorias y su remontada condición.

Un prodigio de clase fue el cuarto. Ferrera lo vio y estuvo de otra forma bien distinta con este. Tuvieron personalidad las chicuelinas al sacarlo del caballo y algún recorte decimonónico con la capa. José Chacón bordó la brega mientras Valdeoro y Fernando Sánchez. Más templado y preciso aunque por el pitón derecho le imprimió una velocidad que el toro no admitía por lo que se frenaba. Por el izquierdo lo guió con relajo, alcanzando cotas altas y dejó destellos de gran plasticidad. Hubo dos tandas por naturales francamente importantes. La última tanda por el pitón derecho estuvo carente del estoque del estoque de ayuda y fue entonces cuando se vio la dimensión del toro por ese pitón. Media estocada en toda la yema. La faena mereció una oreja, pero el presidente la negó como ocurriera 24 horas antes con Morante. Vuelta al ruedo.

 

RESEÑA

Domingo, 6 de febrero de 2021.Feria de San Blas y de la Candelaria. Tercera y última de abono. Toros del Montalvo para Antonio Ferrera, de esmeralda y oro. Estocada atravesada (saludos). En el cuarto, media estocada en la yema (vuelta al ruedo tras petición). Miguel Ángel Perera, de rioja y oro. Estocada trasera. Aviso (saludos). En el quinto, pinchazo y estocada (2 orejas). Alejandro Marcos, de malva y oro. Estocada defectuosa (oreja). En el sexto, pinchazo, pinchazo hondo y dos descabellos (saludos).

Incidencias: bien presentados y de buen juego en su conjunto a excepción del primero. Cumbre el 5°, de nombre ‘Cacique’.

 

Imagen | Toros Valdemorillo

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