El mexicano y el expañol cuajan cada uno su novillo de Monte la Ermita, indultado el sexto en una vibrante novillada en Cercedilla
La plaza de toros de Cercedilla fue construida por los propios vecinos del municipio de la sierra madrileña en la segunda década del siglo XX. Desde entonces han gobernado en la localidad alcaldes de distintas ideologías pero siempre han tenido en cuenta que el toreo es del pueblo y así lo han manifestado.
Una tardes espléndida, una brisa agradable para la afición, quizá algo molesta para los novilleros. Desde los blancos tendidos de Cercedilla se vislumbran los siete picos. Un marco incomparable. Pese a que había toros en Las Ventas, se ven muchos aficionados que van siguiendo el Circuito de la Comunidad de Madrid. Esta es la última novillada clasificatoria antes de las semifinales.
Isaac Fonseca volvió a la cara de los novillos 24 horas después de su importante actuación en Navas del Rey. Esta vez, afortunadamente, la espada le funcionó con contundencia para redondear una gran tarde. Recibió al primero de su lote, de Monte la Ermita por faroles de rodillas para continuar por tafalleras y una preciosa media mirando al tendido. Continuó con la variedad capotera en el galleo por chicuelinas y, a continuación, en un pletórico quite por saltilleras combinado con gaoneras muy ajustadas. Saludó en banderillas el ‘Niño de Aravaca’. Brindó la faena a la familia Fernández Ochoa, tan significativa para el deporte español. Una actuación redonda con un novillo muy colaborador, con humillación y recorrido. Fonseca le exigió por abajo, en una labor muy rotunda. Sorprendió por la lenta interpretación del toreo al natural. Finalizó con bernadinas sin la espada y dejó una estocada algo trasera pero de buen efecto. Dos orejas. Se llegó a pedir la vuelta al ruedo para el buen novillo de Monte la Ermita.
Vibrante resultó el saludo capotero de Isaac Fonseca al santacoloma de Blanca y Belén Ortega que hizo quinto. Colocó la cara en sus vuelos y lo aprovechó para dejar un sentido toreo de capote. El novillo se tornó probón en la faena de muleta. Tragón Fonseca con un discreto valor que supieron valorar los aficionados de Cercedilla. El mexicano no volvió la cara pese a la dificultades, se puso áspero en el tramo final. Se tiró a matar con determinación, aunque cayó algo bajo el acero. Saludos tras petición.
Jesús García recibió al amplio jabonero de Monte la Ermita con una larga cambiada en el tercio. El novillo mostró cierta debilidad de remos por lo que le cuidaron en el caballo. Entonado fue el quite del rubio novillero por chicuelinas combinadas con tijerillas y rematado con buenas revoleras. Se echó de rodillas para empezar la faena, vibrante por inicio ya que el novillo se frenaba algo en el embroque. Se vino arriba el novillo ante la exigencia de García. El jabonero comenzó a humillar con gran calidad. García estuvo centrado, en ocasiones algo falto de reunión, pero muy dominador en todo momento. Todo fue a más, tanto novillo como novillero. Una importante actuación. El final fue por manoletinas de rodillas. Comenzó entonces un gran revuelo pidiendo el indulto. Fue concedido el indulto a ‘Lechuguero’ de Monte la Ermita número 26 nacido en enero de 2018. Un premio excesivo pero muy pedido por el público.
En tercer lugar, se lidió el primer novillo de las hermanas Ortega. Una ganadería de origen Santa Coloma que pasta en Aranjuez. Cuajado, amplio de cara y cercano a cumplir la edad reglamentaria del toro. Con buen manejo de capote lo saludó Jesús García, que lo embarcó con acierto. Al novillo le faltó humillación en todo momento. La faena de García tuvo el mérito de buscar el fondo del novillo pese a que no había dado mucho pie a la esperanza. García le cogió la distancia con oficio y le fue ganándole la partida con la posición. Le echó la muleta al morro con gran decisión a la hora de entrar a matar cobrando una estocada de rápido efecto aunque la colocación no fue la más acertada. Oreja.
José Miguel Arellano comenzó la tarde con mucha disposición, con el capote dejó una elegante media a pies juntos para colocar en suerte al toro y logró subir la temperatura en un buen quite por saltilleras. El inicio de la faena vino acompañado de un sobresalto porque al empezar de rodillas hubo un momento en el que el novillo de Monte la Ermita le pegó un peligroso derrote, aparentemente sin consecuencias. Siguió ya de pie una faena de pulso para mantener en pie al noble utrero de contado poder. Terminó a dos manos por alto antes de cobrar una buena estocada. Oreja.
En cuarto lugar se lidió un novillo muy deslucido de Blanca y Belén Ortega. José Miguel Arellano estuvo listo al darle los adentros y guiarlo con los vuelos. Fue el momento en el que más humilló el animal que después se olvidaría de esa virtud de su encaste para desarrollar sin entrega con la cara por las nubes. Arellano se unió al brindis de sus compañeros a la familia Fernández Ochoa. Arellano lo intentó, sin exigirle, pero el pupilo de las hermanas Ortega no tuvo suficiente recorrido. El mexicano se justificó aunque después, se atascó con el acero. Silencio.
Por cierto, Cercedilla cuenta con un magnífico Museo del Esquí en el que cada invierno se presenta la Agenda Taurina de Vidal Pérez Herrero. Paquito Fernández Ochoa toreó varios festivales como aficionado en esta plaza que hemos visitado gracias al Circuito de la Comunidad de Madrid.
Domingo, 4 de julio de 2021. Plaza de todos de Cercedilla (Madrid). Última clasificatoria del Circuito de Novilladas de la Comunidad de Madrid. Novillos de Monte La Ermita (1º, 2º y 6º) y de Blanca y Belén Ortega, (3º, 4º y 5º), bien presentados, de más opciones los de Monte la Ermita, especialmente el 2° y el 6° de nombre «Lechuguero», que fue indultado. José Miguel Arellano, de nazareno y oro, oreja y silencio, Isaac Fonseca, de grana y oro, dos orejas y ovación y Jesús García, de grana y oro, oreja y dos orejas y rabo simbólicos.