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Ginés Marín: ‘Matando seis toros espero ser capaz de mostrarme más salvaje toreando, más libre de ataduras’

Dicen que la Naturaleza es un escultor de infinita paciencia. Con el paso de los años, va cincelando esa perfecta armonía que ofrece imágenes de una belleza inigualable en todos los rincones del planeta. Exactamente igual que ella, Ginés Marín evoluciona en su toreo con esa misma paciencia y una afición desmedida por ser alguien en el mundo del toro. Sin prisa, pero sin pausa, lo está consiguiendo. No deja de crecer año tras año en busca de esa imperfecta perfección. Esta tarde escalará otro de esos peldaños en Santander, plaza talismán, matando seis toros de distintas ganaderías en solitario. Como si fuera el protagonista de la genial película de Sean Penn, ‘Into the wild’, Ginés espera ‘sacar esa parte que aún no se ha visto en la plaza’ de su toreo. Matando seis toros, espero ser capaz de mostrarme más salvaje toreando, más libre de ataduras, mostrando mi evolución y madurez, manteniendo la pureza y el toreo fundamental, pero también recuperar la inocencia de cuando era novillero, sorprender con una versión distinta a la que se ve en una tarde normal en terna’, explica.

El extremeño atiende la llamada de Toreteate, recién llegado a la capital cántabra, aunque alejado de la capital. ‘Esta vez quería estar más tranquilo y optamos por quedarnos en casa de unos amigos que nos lo ofrecieron, fuera de Santander, a unos pocos minutos, en lugar de ir al hotel como habitualmente, desconectar y limpiar la mente para el martes’, aclara, mientras apura las últimas horas antes de un solo que comenzó a gestarse ‘en invierno’.

‘Fue hace mucho tiempo atrás, en invierno, pensamos que era el momento de hacer algo especial y en una plaza especial, por eso, todos los caminos llevaban a Santander, para mí era un sueño matar seis toros aquí, en esta feria, y se lo planteamos a la empresa, cayó bien nuestra idea y fuimos fraguando algo bonito, que he podido saborear mucho estos últimos meses’, reflexiona antes de añadir, ‘espero disfrutarlo más aún el ruedo durante toda la tarde’.

Pero, por qué el coso de Cuatro Caminos insiste el periodista. ‘Básicamente, porque desde que debuté en 2016 me ha dado mucho, ese año lanzó mi temporada y me abrió las puertas de las ferias del Norte, tengo un vínculo especial y quería que fuera aquí mi primera encerrona como matador de toros, en una feria tan rematada y cuidada, delante de esta afición, es una plaza con la que siempre he sentido un feeling especial, he estado muy a gusto cada paseíllo aquí y era la manera idónea de ser agradecido y devolver el cariño recibido en una plaza que considero talismán.

Y es que, como Ginés afirma, la de este martes será su primera encerrona desde que está en el escalafón superior. Tan sólo existe el precedente de Olivenza en septiembre de 2015, cuando aún era un novillero. Aquel día cortó siete orejas y dio una dimensión importante que espera repetir ahora ya consolidado entre las figuras. ‘El recuerdo que tengo de áquel día es muy bueno, fue un éxito y estuve muy a gusto toda la tarde, pero claro, ahora, es una plaza de más responsabilidad y tengo otro status diferente’, confiesa convencido, aunque con esa brizna de incertidumbre que da una gran gesta.

Una de esas incógnitas que acechan al torero nacido en Jerez ‘es el orden de lidia’. ‘Ahí llevamos unos días dándole muchas vueltas, hoy ya nos han confirmado que han desembarcado todos los toros y han sido aprobados, ahora veremos cómo colocarlos, buscaremos la opción más redonda’, comenta antes de adentrarse en el análisis de los seis hierros escogidos: Jandilla, Antonio Bañuelos, El Parralejo, Juan Pedro Domecq, Domingo Hernández y Pallarés.

‘EL TORO DE PALLARÉS TIENE BUENAS HECHURAS Y SANTA COLOMA ES UN ENCASTE QUE ME GUSTA, CON EL QUE TENGO BUENOS PRECEDENTES’

‘Son ganaderías a las que tengo mucha confianza, porque las conozco bien, tenían el tipo de toro que queríamos para esta gesta y, por suerte, las que queríamos que estuvieran en el cartel, están, así que me alegra que estos seis hierros puedan ser partícipes de un día así de importante para mi carrera’, analiza poniendo la lupa en el ejemplar de Pallarés.

‘Es un toro de un encaste que me gusta como es Santa Coloma, con la que tengo buenos precedentes, hace tres años le corté tres orejas en Cuenca a una corrida de Pallarés, espero que se repita el idilio, porque también he triunfado con esta procedencia en Gijón o en el precedente más cercano, la semana pasada en Mont de Marsan con un toro de La Quinta, me gusta mucho el toro, tiene buenas hechuras y ojalá aporte y sirva en el transcurso de la tarde’, anhela en voz alta.

Siempre que se encara un solo frente a seis astados hay una pregunta inevitable: ¿Qué preparación es mayor, la física o la mental? Para Ginés Marín, ‘aunque la base física para matar seis toros seguidos debe haberla, es cierto que el factor mental cobra mucha fuerza’.

‘Esos momentos previos al paseíllo siempre hay más nervios, te inundan las incertidumbres, por eso la mente es importante para echar la tarde hacia delante, la clave es tener la convicción y la seguridad de que, cuando aparezcan momentos complicados en la encerrona, vas a ser capaz de sobrepasarlos con entereza y solventarlos’, repite con la lección aprendida de memoria para la tarde.

En este sentido, el torero extremeño llega en buen momento a su apuesta de la temporada en Cuatro Caminos. Con sendos toques de atención en dos cosos de repercusión en el julio taurino: ‘Estoy disfrutando en la plaza delante del toro, me voy encontrando a gusto, es cierto que no he tenido los triunfos ni la rotundidad que me gustaría en lo que va de temporada, pero sí percibo mi evolución y se ha podido ver en Valencia y en Mont de Marsan, han sido dos tardes buenas que me van a servir para lo que está por venir’.

Una respuesta que, sin duda, delata la humildad de Ginés, puesto que, para poder triunfar, para tener esa rotundidad, hay que torear. Hecho que no sucedió con regularidad en su caso. Circunstancia que volvió a repetirse en su inicio de temporada y que, sorprende aún más, después de su incontestable Puerta Grande en Madrid de la pasada Feria de Otoño.

‘No te miento, esperaba estar en ferias de principio de temporada que no he estado, he sufrido injusticias, pero todas las figuras las han tenido y las han superado, ése es mi objetivo’

‘No te miento, esperaba estar en ferias y sitios de principio de temporada que no he estado, por ese triunfo en Madrid, pero bueno, por desgracia, sé que es algo que no es nuevo para mí y estoy mentalizado en invertir de nuevo la situación, es evidente que, cuanto más seguido estás anunciado, mejor estás en la cara del toro, tienes más seguridad y toreas con más confianza, en mi caso, se ha hecho palpable esa máxima, porque, cuando ha llegado ese rodaje de torear con asiduidad, mejor dimensión he dado’, reconoce antes de ir más a fondo.

‘He sufrido injusticias está claro, pero todas las figuras las han tenido, han lidiado con ellas y las han superado, ahí está su grandeza y ese es mi objetivo, hacer lo mismo que lograron ellos’, marca la hoja de ruta el extremeño que valora que ‘a pesar de las dificultades, la temporada está siendo bonita y con importancia‘.

En esa vereda larga de la temporada, le acompaña desde el final de 2021, el maestro Curro Vázquez. ‘Estoy muy cómodo con el maestro, feliz de estar junto a una figura así, absorbiendo todo lo que puedo su concepto y la experiencia de un torero de su talla, además del profesional, está el apoderado, con el que también estoy satisfecho, no tengo ni una pega, estoy orgulloso de que pueda dirigir mi carrera’, agradece antes terminar sin querer desvelar una de las preguntas de su solo en la capital montañesa.

‘¿El vestido? Será una sorpresa, un terno de estreno, por supuesto, pero habrá que esperar a la plaza para verlo, suelo tener una variedad amplia de colores y bordados como se puede comprobar en mi trayectoria, así que no es fácil acertar’, bromea entre risas, ‘prefiero mantener esa curiosidad de la gente hasta llegar al patio de cuadrillas, me gusta que sea así, también en mis compañeros, no enterarme de cómo van vestidos y tener esa curiosidad hasta el último momento’.

¿Lo realmente importante? Que más allá del color, sea un vestido sinónimo de éxito. De triunfo y oro, en Santander.

 

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