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Muchas caídas y golpes en un encierro limpio con buenas carreras ante los rápidos y nobles ‘Fuente Ymbro’

Los toros de Fuente Ymbro protagonizaron un segundo encierro de San Fermín 2022, limpio y sin corneados, marcado por una caída general de los toros al tomar la curva de entrada a Estafeta que propició que uno de los astados se quedara completamente girado -afortunadamente reemprendió la marcha con celeridad- y la manada se fragmentara posibilitando carreras preciosas de los mozos. No obstante, los seis astados acabaron entrando juntos al coso en 3 minutos y 10 segundos, ya que uno de los astados tardó varios segundos en entrar a los corrales.

Los toros salieron hermanados por Santo Domingo, al final de cuya cuesta un astado tomó la delantera imrpimiendo gran velocidad a una manada estirada. Carreras limpias y de escasos segundos en la cara por el ritmo de los toros propiedad de Ricardo Gallardo. Ensanchó el grosor de la manada en el final de Mercaderes, disminuyendo la velocidad, pero, pese a ello, los toros volvieron a caer en el lado izquierdo en la entrada a Estafeta, donde el citado toro quedó vuelto, si bien, reemprendió la marcha nada más incorporarse.

Apretó el paso en ese inicio de la calle y no tardó en seguir la estela de una manada más disgregada en varios grupos. Esto ofreció amplios huecos para coger toro y la posibilidad de buenas y templadas carreras a los mozos en una carrera con bastante mayor número de corredores. Esta circunstancia propició mayores caídas y golpes. No obstante, los toros mostraron gran nobleza y no lanzaron ningún derrote.

Quedó latente este hecho en la curva de Telefónica, donde hasta cuatro toros no se abrieron a la derecha y prácticamente toparon con el vallado. Fue el otro momento de mayor peligro en la manga, pues había varios mozos parados. Los astados tuvieron a merced a más de un corredor, pero milagrosamente no hicieron por ninguno para reemprender con celeridad su marcha.

Así, entraron los seis astados con los mansos a la plaza de toros en un intervalo inferior a cinco segundos. El último astado perdió las manos un par de veces, por lo que quedó solo en el ruedo, obligando a los dobladores a emplearse a fondo durante unos 40 segundos para introducirlo en los corrales con limpieza.

 

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