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El valor de Rodríguez y el sello de Burdiel en el arranque de Valdemorillo

Ambos novilleros malogran con el acero dos notables actuaciones; Fonseca embiste por encima de un infumable novillo

La renovada feria de Valdemorillo arrancó con una novillada de seis novilleros con mucho interés. Respondió el abonado y más aficionados que se acercaron a la inauguración de la temporada en España.

La novillada de Sánchez Arjona, de lujo por el emblemático hierro y sus hechuras, tuvo un juego decepcionante. De la quema se salvaron el bravo y humillador quinto y el manejable primero.

Levantó la tarde y los ánimos Sergio Rodríguez en un variado saludo por tijerillas y chicuelinas. Óscar Bernal lo señaló en toda la yema. Entró en quites Manuel Diosleguarde, que firmó la cuarta interpretación de chicuelinas de la tarde (cuatro de los seis quites tuvieron ese registro). Rodríguez brindó la faena a José Miguel ArroyoJoselito‘, su espejo y su ídolo. Empezó la faena en el tercio, de rodillas. En un frenazo del novillo le echó mano a la altura de la ingle. Un derrote secó que dejó helado al tendido. Se repuso y rompió al novillo con firmeza. Apostando mucho desde el principio, dejándole la muleta por delante. La brusquedad fue la respuesta a la exigencia del abulense, los pases de pecho fueron colosales. Estuvo a punto de volver a calarle: le perdió la cara y le destrozó la taleguilla desde la rodilla hasta la ingle en una dramática voltereta. Se repuso, volvió con idéntica firmeza y cuajó dos series de mucha emoción al geniudo novillo que a la postre fue obediente. La espada se llevó por delante las orejas.

Otro episodio de gran interés fue el quinto. Un novillo brocho que descolgó de salida en el capote de Álvaro Burdiel. El sevillano dibujó unas verónicas antes de rematar con una media de rodillas en la boca de riego. Allí se fue a brindar la templada obra. El novillo quiso todo por abajo, con un punto especial en su embestida. Burdiel le cogió el pulso con la mano izquierda, vistiendo de torería las entradas y salidas de la cara del toro. Tuvo mucha calidad todo lo que hizo, sobre todo por ese pitón del bravo -que no fácil- novillo de Arjona. La tizona se interpuso en un resultado mayor. Dio la vuelta al ruedo.

Isaac Fonseca llegó a Valdemorillo con el fin de revalidar su título como gran triunfador de los novilleros en 2021. Se fue a la puerta de chiqueros para recibir al burraco más bonito del encierro. Muy suelto de salida, en ningún momento cogió ritmo. Derribó al caballo de Juan José Leiro. Tito, tras parear, saludó una ovación brindada por sus paisanos. Desarrolló en mansedumbre y guasa. El mexicano inició la faena con un pase de las flores para a continuación cambiárselo por la espalda, así hasta tres veces. Emocionante arranqué que calentó al tendido y afligió al novillo. Le aprovechó con disposición e inteligencia las oleadas hacia los adentros. Terminó por bernadinas sin estoque. Embistió más el mexicano que el novillo. La espada se llevó la posibilidad de triunfo, aunque la afición reconoció su labor con una ovación de gala.

El buen tranco del primero vino asociada a una falta evidente de fuerzas. Manuel Diosleguarde le enjaretó tres buenas verónicas para abrirle los caminos después. Fue al caballo de Sandoval al relance cayendo bajo el picotazo. Yon Lamothe quitó por chicuelinas –no le tocaba pero por el transcurso de la novillada se entiende que llegaron a un acuerdo para rivalizar en quites en todos los novillos. Un acierto.—. Diosleguarde se dobló de primeras provocando que perdiera las manos, ya derecho firmó un cartel de toros en el derechazo ganándole hacia delante y en el pase de pecho. El salmantino le exigió en todo momento, el novillo entregó con nobleza su buena condición y ritmo. La faena, algo larga, tuvo un repunte en el final: unos ajustados derechazos a pies juntos en redondo que abrochó con un limpio pase de pecho. La estocada llegó tras un pinchazo.

Yon Lamothe, francés de Mont de Marsan, alumno de la Escuela de Valdemorillo que dirige su subalterno Rafael González hizo su presentación como novillero en España tras los triunfos obtenidos en Bayona y en Arlés. Se dobló también al inicio aunque le subió la mano para ayudarlo. El novillo fue bronco aunque noble. Lamothe quiso acortar distancias demasiado pronto. Entre la frialdad del francés y la falta de entrega del novillo no se encontró comunión alguna. La espada tampoco viajó certera.

Más amplio de cara, algo tocado arriba de pitones. Con buena condición de salida. Manuel Perera lo recibió también a porta gayola librando la embestida de milagro. Muy variado con la capa, entre lances se vieron las buenas formas del novillo. Álvaro Burdiel quitó por delantales entre las protestas por la falta de fuerza del ejemplar. Perera ligó una faena con un intenso arranque y un diluido final entre protestas por el largo metraje.

RESEÑA
Viernes, 4 de febrero de 2022. Plaza de toros La Candelaria de Valdemorillo (Madrid). Primera de feria. Novillos de Sánchez Arjona y de El Collado (todos de origen Domecq) para Manuel Diosleguarde, de verde botella y oro. Pinchazo y estocada desprendida. Aviso (saludos). Yon Lamothe, de verse hoja seca y oro. Estocada que hizo guardia y estocada. Silencio. Isaac Fonseca, de celeste y oro. Dos pinchazos y estocada. Aviso (saludos). Manuel Perera, corinto y oro con los cabos negros. Dos pinchazos y estocada (silencio). Álvaro Burdiel, de grana y oro. Dos pinchazos y estocada trasera (vuelta al ruedo).  Sergio Rodríguez, de malva y oro. Pinchazo y estocada trasera (saludos).
Incidencias: Bien presentados y justos de raza y fuerza en líneas generales. Destacaron el manejable 1º, el bravo 5º y el 6º, aunque con genio.

 

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