El cuarto fue un gran novillo de José Cruz, definido de salida, al que El Melli toreó con cadencia a la verónica. Vistoso, el galleo por chicuelinas. Se desmonteraron con las farpas, El Víctor y David Pacheco, antes de un comienzo en la boca de riego, de rodillas, en los medios. Se arrancó con alegría el utrero y el gaditano lo toreó con pulso y ligazón por ambas manos. Lo quería todo por abajo el animal, de notable nobleza. La estocada en lo alto, antesala del trofeo.
Rompió plaza un colorado que salió suelto sin fijeza en el capote de El Melli, que lo paró con dos verónicas de rodillas. Medido de motor, fue un animal noble, con el que el gaditano comenzó el trasteo con cambiados por la espalda. Los mejores pasajes llegaron con la diestra, pues por el izquierdo resultó más complejo sujetar al mansurrón. Lo mató de tres pinchazos y una estocada tendida. Ovaciones para utrero y novillero.