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El mejor homenaje para el maestro Manzanares

Un jueves, un día de San Juan de 1971, tomaba la alternativa José Maria Manzanares en la plaza de toros de Alicante.  Un jueves, un día de San Juan 50 años después, el hijo del maestro salió por la Puerta Grande de la plaza de toros de Alicante.

Llama la atención el vestido que lleva Manzanares, ya que luce un terno caña y oro que perteneció a su padre, recordando el hijo a lo largo de la tarde en numerosos momentos a aquel que fuera torero de toreros.
Tras el paseíllo, un emocionado Manzanares recogió, junto a sus hermanos -Ana, Yeyes y Manuel-, un azulejo en memoria de su añorado padre.

El primero de la tarde, Arrebato, de Garcigrande, que corresponde a Julián López “El Juli”, muestra nobleza y prontitud en los primeros tercios, en los que destaca un quite por chicuelinas de mano baja que realiza el madrileño como bonito homenaje al maestro Manzanares. Brinda Julián a los hijos del maestro, e inicia la faena de modo genuflexo, muy templado y poderoso. Pese a la presencia del viento, cada vez más molesto según avanza la faena, consigue una tercera tanda por la diestra muy lograda, metiendo el toro bien la cara y con recorrido, y respondiendo bien a la exigencia del torero, que le baja cada vez más la mano por la venida de Eolo, aunque, gracias a la técnica del torero y el temple del toro, prácticamente Arrebato nunca tocó la muleta. Dejó una estocada casi entera trasera y con una ligera travesía tras un pinchazo , que requirió de un golpe de descabello. Palmas para el toro y fuerte ovación para el torero.

Manzanares recibe a Boticario mediante una larga cambiada de rodillas, tras la que le propina un ramillete de templadas verónicas, tomando el toro bien el capote. Después el tercer par, Domingo Siro quedó a merced del animal, que le prendió por el pecho y pisó acto seguido, sin aparentes consecuencias, pese a que fue llevado inmediatamente a la enfermería. Brindó José Mari a su público alicantino y, tras mojar la muleta por la insistente presencia del viento, se llevó al toro a la raya del tercio, toreando Manzanares con las yema. Tanto es así que en un muletazo se le cayó la muleta, de suavidad que estaba imprimiendo. En la primera tanda del toreo en redondo, el animal mostró cierta querencia a los chiqueros, cantando la gallina en los primeros compases de la faena. Viendo esta condición el alicantino, le dejó siempre la muleta en la cara para encelar al animal, dándole, eso sí, distancia al animal para que no protestara ni se rajara (más). Un largo pase de pecho dio paso al toreo al natural, donde el animal se sale suelto de forma más descarada. A estas alturas de la faena, los protagonistas se encuentran ya en el terreno que el toro ha querido desde el principio. Absurdamente comienza a sonar la música al final de la faena, pidiendo el matador que pare ya que se va a perfilar para matar; donde a favor de querencia cita al toro, dejando un estoconazo marca de la casa. Oreja.

El Juli recibe a Cañí con unas templadas verónicas. Tras cumplir en varas y en el tercio de garapullos, brinda Julián a los presentes e inicia la faena por alto, acusándolo el animal en los cuartos traseros, ya que se quedó sentado un segundo tras ese comienzo. Prosigue el torero a media altura y le deja la muleta en la cara al toro, que responde mejor por la izquierda, donde mete bien la cara en algunos muletazos. Muy templado sigue el Juli, que acorta distancias según se va acabando el animal, exprimiéndolo completamente por ambos pitones. Un circular y un cambio de mano fueron el colofón de la faena. Tras un estoconazo que dejó al toro muerto en breves segundos, se le concedió una oreja con fuerte petición de segunda.

Compositor no deja a Manzanares lucirse en el capote, perdiendo las manos en un par de ocasiones, y, al igual que sus hermanos, empuja en el caballo tan solo con un pitón, dejando nuevamente inédito el tercio de varas. Eficaz tercio de avivadores. Se lleva José Mari el toro a los medios con suavidad, desarrollando cosas buenas Compositor gracias al buen quehacer del torero, que siempre lo lleva a media altura. En algunas tandas va muy largo el toro llegando incluso a hacer el avión en algunos muletazos por ambos pitones, aunque en varias ocasiones sale desentendido del engaño. Esto lo repite en numerosas ocasiones: va con todo el toro, pero a veces se queda mirando al tendido; lo que no desmerece varias tandas con muletazos profundos, yendo in crescendo la faena. Estoconazo recibiendo, 2 orejas para Manzanares y vuelta al ruedo a Compositor, que si bien tuvo virtudes, tuvo ciertos defectos evidentes.

Cantante empuja con más codicia en el peto, aunque tampoco se entrega por completo en el caballo, saliendo suelto. Cumplido segundo tercio, al que prosigue la faena de Julián: el toro no muestra mucho entusiasmo por ir al engaño en un principio y no tiene clase; no obstante se mueve, lo que aprovecha el Juli para encelarlo, sacándole gran una tanda por la diestra y otra al natural, gracias a su portentosa técnica, pero también por el fondo de bravura que tiene el animal -si bien es cierto que necesitaba a un torero como Julián para sacárselo, porque en los primeros tercios no se atisbaba-. Perfecto y muy inteligente el maestro de Madrid en todo momento, extrayendo hasta la última embestida del animal. En el momento de la suerte suprema deja una media muy trasera y tendida poco eficaz, que necesita del uso del verduguillo, que usa certeramente el torero. De nuevo otra oreja para Julián López.

Congresista tampoco permite lucirse a Manzanares con el capote, como hiciera la mayoría de toros. A la buena puya de Juan Carlos Sánchez sigue un quite de Manzanares en el que el toro sigue los vuelos del capote de mejor manera que el principio. Domingo Siro sigue en el ruedo con vergüenza torera, aunque no puede lidiar al animal a causa de las secuelas de la paliza que le propinó el toro en el segundo toro. Tras un buen tercio de banderillas, en el que se desmonteró Daniel Duarte, brinda José María a una espectadora muy cercana a él (ya que fue quien cuidó del torero y sus hermanos en la niñez) y comienza la faena por bajo, imponiéndose al animal y dejando buenos muletazos de inicio. Largo y humillado va el toro, al que entiende perfectamente el torero, que deja un pase de pecho muy largo, y una gran tanda al natural, por donde va mejor el toro, que por ambos pitones responde a la exigencia del torero. Un cambio de mano extraordinario fue el final de la faena. En el momento del encuentro con la espada, el toro se distrajo, lo que no impidió que Manzanares dejara una buena estocada, aunque un poco traserita. Oreja

RESEÑA

Jueves, 24 de junio de 2021. Plaza de toros de Alicante. Mano a mano. 6 Toros 6, de Garcigrande para Julián López «El Juli», ovación, oreja y oreja y José María Manzanares, oreja, 2 orejas y oreja.

Incidencias: El banderillero Domingo Siro, de la cuadrilla de José María Manzanares, resultó cogido por el segundo de la tarde. Al cuarto toro de Garcigrande, lidiado por José María Manzanares, se le dio la vuelta al ruedo. Sobresaliente Víctor Manuel Blázquez.

Alicia Peñarrubia

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